Así es el turista europeo que pasa sus vacaciones en la Costa del Sol

Málaga/La amplia oferta turística la Costa del Sol continúa acaparando la atención de los visitantes europeos. Y es que esta parte de la provincia lleva tiempo siendo un lugar muy solicitado por los foráneos para pasar sus vacaciones. Entre las actividades más recurrentes: disfrutar del sol y de la playa, hospedarse en resorts de lujo o, en el caso de los más relajados (o estresados, según se mire), permanecer durante días recibiendo tratamientos de spa. Las posibilidades siempre estuvieron ahí. Ahora, según da a conocer Turismo Costa del Sol, empresa dependiente de la Diputación de Málaga, también es posible saber cómo son esos visitantes al detalle. En concreto, los perfiles analizados son los de aquellos viajeros procendentes de los tres mercados emisores clave: los países nórdicos, Reino Unido y Alemania.

En el caso de los que optan por la práctica del turismo de sol y playa, el perfil es muy variado. Destaca el peso estadístico de las mujeres, sobre todo en cuanto a británicas se refiere, con un 57,7%; si bien en total las diferencias no son extremas. Por su parte, los grupos de edad predominantes se concentran en la edad adulta, siendo las personas de entre 24 y 75 años las que más viajan hasta Málaga para tal fin, mientras que los que se encuentran tanto por debajo como por encima de esa horquilla apenas suman el 10% de representación. Alrededor del 50% del total están casados o viven en pareja. Su nivel de estudio, en líneas generales, es alto.

El mes con mayor concurrencia para disfrutar del litoral es junio (fundamentalmente para viajes cortos: de menos de 5 días). Los viajes largos, por contra, suelen acontecer en julio para los nórdicos y en agosto para los procedentes de Alemania y Reino Unido.

Los factores más importantes para los europeos son la limpieza y las normas sanitarias, y su opción de alojamiento es clara: la mejor valorada son los hoteles de entre tres y cuatro estrellas, preferida por una cantidad superior al 50% de los británicos y los nórdicos; mientras que las casas de vaciones son mayormente elegidas por los alemanes. El 35% destina entre 1.000 y 3.000 euros a sus vacaciones.

Por otro lado están los denominados viajeros de lujo. Es decir, aquellos que se alojan hoteles de cinco estrellas, suites o villas de alto standing y tienen un presupuesto anual de viajes superior a 10.000 euros. En este supuesto, el único en que ocurre, la mayor parte son hombres (a exepción, nuevamente, del sector británico).

Al filtrar por edad los grupos se abren: en los países nórdicos hay una mayoría de viajeros de entre 25 y 35 años, mientras que en Alemania y el Reino Unido los grupos que gustan de ir a tierras malagueñas son los de entre 35 y 45 años. El estado civil más común vuelven a ser los casados o los que conviven en pareja, con alrededor de un 60%. El nivel de estudios de esta clase de viajeros es considerado muy alto y una porción amplia cuenta con máster o títulos superiores.

Para hacer viajes de duración inferior a cinco días, los meses elegidos suelen ser abril, mayo y junio por los nórdicos; marzo y agosto para del país teutón; y diciembre para los británicos. Para estancias largas vuelve a haber disparidad de opiniones: junio es el más popular para los visitantes del norte, mayo para los de Alemania y julio y Agosto para los de Reino Unido.

Los viajeros wellnes, o sea, los que dan prioridad a actividades de bienestar o balnearios destacan por ser un grupo más heterogéneo en términos edad; con los turistas repartidos al completo por grupos y países: siendo mayoría el comprendido entre 25 y 35 en los países nórdicos (20,7%), los de entre 55 y 65 en el caso alemán (24,8%) y los de entre 35 y 44 en el británico (25,1%). Gran parte de ellos están casados o cohabitan en pareja, y se distingue una cantidad considerable de solteros en países nórdicos y Reino Unido. En cuanto al sexo, otra vez, las mujeres se erigen en mayoría.

Los prespuestos suelen rondar entre los 1.000 y los 3.000 euros. Aunque cabe destacar que algunos que en el presente año esta dotación ha amumentado un 5% para los británicos.

A este tipo de visitantes, a rasgos generales, lo que le merece mayor consideración son las ofertas de actividades relacionadas con el bienestar y de spa, así como la limpieza de los establecimientos e incluso las experiencias al aire libre en algún caso. El alojamiento preferido es el hotel de gama media; y acostumbran a hacer tanto los viajes largos como los cortos pasada la mitad del año (los que acaparan más reservas para el primer caso son julio y septiembre; y para el segundo, julio).