La UMA destinará casi todo el rescate de la Junta a terminar las obras de Turismo y Filosofía y Letras
La Universidad busca explotar una finca de su propiedad junto al aeropuerto como aparcamiento y realizar un convenio para la explotación del nuevo Paraninfo para obtener nuevos ingresos
La reducción de consumos y mejoras de las tarifas le han permitido sumar ya tres millones
Rescate a la Universidad de Málaga: la Junta concede un préstamo de 48 millones, que implicará un plan de ajuste
La Universidad de Málaga (UMA) saca la calculadora para tratar de solucionar los problemas de caja sin precedentes que atraviesa. El Consejo de Gobierno ha debatido este martes las principales líneas de acción de un plan de estabilidad financiera, que gestionará los 48,5 millones de euros que la Junta de Andalucía concedió como préstamo a la entidad universitaria con un interés del 1%, un periodo de carencia de tres años y un plazo de devolución a 21 con la condición de poner en marcha un plan de sostenibilidad. Gran parte de este montante, un total de 44 millones, se destinará a la finalización de las obras de la Facultad de Turismo (27), a hacer lo propio con la de Filosofía y Letras (17), y el resto a concluir las obras del bulevar universitario.
Unas inyecciones financieras para infraestructuras que vienen a desbloquear los trabajos de los dos centros mencionados y que son valoradas como muy positivas en ambos casos dentro de estas esferas. Al respecto, el decano de la Facultad de Turismo, Antonio Guevara, explica que las obras se encuentran "ejecutadas casi al 95%" y que tenían que haberse terminado "hace dos años". Unos planes que quedaron frustrados por la falta de financiación. "Ahora se va a pagar lo que se debía y si todo va según lo previsto pueden estar terminadas para el mes de mayo".
El documento resultante del último Consejo de Gobierno del pasado 21 de noviembre (el de este martes tiene carácter extraordinario) establece que se han venido acometiendo medidas de ahorro desde la llegada del actual rector, Teodomiro López, pero que han sido "insuficientes" y señala como principal desafío ponerle freno al agujero presupuestario. Este se cifra, de manera muy provisional, en 6.367.649 euros de pérdidas al cierre del año. Sin contar, eso sí, con certificaciones de obra pertenecientes a la nueva Facultad de Turismo a las que no se ha hecho frente por falta de liquidez.
Entretanto, la decana de la Facultad de Filosofía y Letras, Sara Robles, recuerda que en su caso los trabajos se paralizaron en octubre, con el consiguiente perjuicio para la vida escolar en el centro. "Es una herida en medio de la Facultad". No obstante, en este caso sí que se van a hacer ciertos reajustes respecto a los planes originales. "Se desactivaron seis módulos de clase desde el principio para recrecer, cosa que al final no se puede porque los cimientos no lo permiten", explica la decana, que apostilla que los problemas de espacio en estas dependencias "son agudos". Y, según parece, así lo seguirán siendo un tiempo más, toda vez que aunque en este momento no tienen un plazo decidido, la obra realizada va aún por el 20%.
Las actuaciones, asimismo, vendrán acompañadas de un plan de ajuste que requiere mejorar los ingresos, racionalizar el gasto y optimizar mejor los recursos.
Dentro de esta estrategia con vistas a aumentar el capítulo de ingresos se encuentra un plan de ahorro energético. De hecho, la institución ya ha conseguido gracias a la reducción de los consumos y la mejora de las tarifas tres millones; a corto plazo, el plan es seguir profundizando en esta línea, sobre todo en el plano de la energía solar, de la que la UMA se beneficia con casi 10.000 metros cuadrados de placas solares que tiene instalados en gran parte en la Escuela de Ingenierías industriales.
La construcción de una nueva residencia de estudiantes, en fase avanzada de licitación, se espera genere un ingreso significativo a través del canon. En este sentido, la UMA ya pidió un plan de viabilidad para una parcela de la Ampliación de Teatinos de más de 23.000 metros cuadrados a Sando y Gestilar, aunque finalmente se decantó por la segunda oferta (lo que no implica que acabe siendo quien se lleve la concesión). La empresa afirmó que el coste del proyecto de ejecución asciende por encima de los 65 millones de euros a los que habría que sumar el canon que debe pagar a la Universidad: 7 millones de manera inicial y otros 200.000 al año durante los 75 años de la concesión. En total, recibiría 15 millones de euros. Esto se suma a que la institución renovará la licitación de la Residencia de Estudiantes Jiménez Fraud en 2026, lo que permitirá incrementar sus ingresos.
En otro orden de cosas, también se ha solicitado autorización para la explotación de la ‘Finca La Máquina Grande’, con el objetivo de destinarla a la explotación de un aparcamiento cercano al aeropuerto, lo que abriría una nueva fuente de ingresos; y se ha avanzado en la licitación del nuevo Paraninfo, cuyo uso se conveniará con una empresa interesada en su explotación para la celebración de espectáculos culturales, generando unos ingresos adicionales. Otras medidas, como la puesta en marcha de un Centro de Alto Rendimiento y la revisión de convenios de uso de distintos edificios que forman parte del patrimonio de la universidad, entre ellos el edificio de El Palo y el de Martiricos, también sumarán ingresos adicionales.
En cuanto a la racionalización del gasto, la universidad deberá reducir la tasa de reposición de Personal Docente e Investigador y del Personal Técnico y de Gestión y Administración y Servicios, así como de los profesores que se jubilen; es decir, contratará menos para ahorrar gastos. Si bien aprovechando el programa Mari Goyri, la UMA estudiará la incorporación de profesores ayudantes doctores. En lo que respecta al Plan de Ordenación Docente (POD) vigente, el rector ha aclarado que solo se prevén ajustes si las circunstancias lo requieren. La UMA también bajará la tasa de reposición de aquellos docentes que se jubilen, es decir, contratará menos para disminuir el gasto en personal. Esto, tanto para el Personal Docente e Investigador como para el Personal Técnico, de Gestión y de Administración y Servicios (PTGAS).
Asimismo se llevará a cabo una reducción de los gastos corrientes en las áreas de suministros, dietas y otros gastos corrientes, así como una racionalización del gasto en diferentes áreas de gestión, con el fin de garantizar una distribución más eficiente de los recursos disponibles. También se continuará con la contención del gasto en centros y departamentos, aunque se contempla la posibilidad de un leve aumento respecto al presente ejercicio. Cabe recordar que hace cuestión de tres semanas (antes del anuncio del préstamo de la Junta) la UMA ya aseguró que no podía afrontar en estos momentos, siquiera, el pago de las nóminas a su personal con la financiación del Ejecutivo andaluz. La universidad pondrá, además, especial énfasis en el ahorro derivado de la eficiencia energética (aquí se enmarca la apuesta por las renovables, recientemente la universidad ha obtenido siete millones de euros para instalar paneles fotovoltaicos en sus edificios); y una reducción significativa de las inversiones, a la espera de que el Estado y/o la Junta de Andalucía desarrollen un plan plurianual que permita afrontarlas.
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