Investigadores de Málaga simulan la respuesta del Guadalmedina ante unas lluvias como las de Valencia

Un equipo de investigadores calcula, en diferentes escenarios, cuál podría ser el caudal pico en algunos arroyos que desembocan en este río, aguas abajo de la presa del Limonero

La provincia de Málaga concentra cerca de noventa zonas con riesgo de inundación

El río Guadalmedina, a su paso por el centro de Málaga, días después de la DANA.
El río Guadalmedina, a su paso por el centro de Málaga, días después de la DANA. / Javier Albiñana

¿Qué pasaría en Málaga si una DANA descarga cerca de 500 litros por metro cuadrado como en Valencia? Un equipo de investigadores de la Universidad de Málaga (UMA), encabezado por el catedrático de Geografía Física, José Damián Ruiz Sinoga, se ha propuesto responder a esta pregunta, y ante la posibilidad real de que una precipitación de tal virulencia se pueda registrar en los Montes de Málaga. Con esta tromba de agua, registrada en Chiva en cuestión de horas, el Barranco del Poyo llegó a rozar un caudal de 2.200 metros cúbicos por segundo, el último dato obtenido antes de que el agua se llevara por delante también los aparatos de medición en ese punto, según la Confederación Hidrográfica del Júcar. La cuestión aquí es ver cómo se comportaría el Guadalmedina, el río que cruza el corazón de la capital malagueña, aguas abajo de la presa del Limonero y empujado por determinados arroyos que, en la práctica, son barrancos torrenciales.

Para ello, están llevando a cabo simulaciones para calcular cuál podría ser el caudal pico que generaría una precipitación de tal magnitud en estos arroyos y, a partir de ahí, ver cómo respondería el río Guadalmedina desde el punto de vista hidrogeomorfológico. Tal y como explica el catedrático, cuando se analiza el río Guadalmedina lo importante no es lo que pase por encima del pantano del Limonero, que sirve como protección para la ciudad en caso de avenidas, y con el que el cauce está regulado con un caudal máximo de entre 600 y 700 metros cúbicos por segundo. El problema está aguas abajo de esta presa, donde según Sinoga, hay dos o tres arroyos que abarcan 23 kilómetros cuadrados de cuenca que no están reguladas y que ante un pico torrencial como el de Valencia entrañan un riesgo. "Los caudales de avenida serían espectaculares porque son barrancos que vierten agua directamente contra una población de más de 700.000 habitantes", ha advertido.

Aunque hay varios arroyos que podrían preocupar, Sinoga menciona especialmente dos: el arroyo Mendelín, en la margen derecha, y el arroyo Hondo, en la izquierda. "Se llaman arroyos, pero por su configuración son auténticos barrancos torrenciales", asegura Sinoga, que explica que ambos desembocan en el Guadalmedina, ya por debajo del Limonero, y que aunque "parecen inofensivos, son arroyos muy complicados desde el punto de vista de caudales de avenida". "La ciudad está al lado, en algunos casos a decenas de metros", añade. "Pondríamos en riesgo a una zona extraordinariamente vulnerable", advierte el catedrático, que insiste en que "no es baladi".

Es ahí donde estos investigadores centran sus simulaciones. Se están planteando varios escenarios, con precipitaciones incluso superiores a las registradas en Chiva (490 l/m2), puesto que ese día en Valencia las hubo. El peor supone una lluvia de 771,8 litros por metro cuadrado en 24 horas, lo que se registró el pasado 29 de octubre en la estación meteorológica de la Aemet de Turís, con una precipitación de 184,6 l/m2 en una hora y de 102,8 en solo 30 minutos. Son datos reales del día de la DANA en la Comunidad valenciana. De ahí para abajo, los investigadores están trabajando con varios acumulados.

En un primer momento, estas simulaciones se están realizando con caudales líquidos, por decirlo de otro modo, interprentando que se trata solo de agua. Ya con eso, según Sinoga, "lo que estamos obteniendo da para pensar". Pero la idea es ir más allá y plantear esos escenarios con caudales sólidos, ya que, "cuando un barranco de estos lleva agua en tales picos de caudal, no lleva agua limpia, lleva también tierra, troncos, coches... lleva de todo y se convierte en un caudal sólido espectacular". "Eso es un peligro para las zonas por donde pasa que ya se ha demostrado que son vulnerables", asegura.

Ante quienes puedan pensar que una tromba de agua como la de Valencia no se podría dar en Málaga, el propio experto recuerda que en el año 1956 ya hubo una precipitación de 325 litros por metro cuadrado en un día, registrada en el aeropuerto de la capital, y que varios años después se registró otra también de más de 300 litros en otro de los observatorios de la ciudad. "Si el argumento es que nunca ha pasado, cae por su propio peso, porque en Valencia tampoco se había producido", agrega.

Por otro lado, aunque las circunstancias de Málaga y Valencia son diferentes desde el punto de vista morfológico, en el caso del Guadalmedina, Sinoga se ha aventurado a decir que "son peores", puesto que "la montaña se precipita sobre Málaga". Así, señala que "hay cuencas torrenciales espectaculares, que pueden generar mucho peligro".

"Hay que tener mucho cuidado de jugar con los caudales", advierte, porque "aquí estamos hablando de caudales y de zonas inundables con cierta alegría, pero una cosa es hablar de caudales y otra después es hacerlo de muertos", afirma. Por eso hay una palabra que este experto repite insistentemente: "Prudencia". Y todo esto, subraya, interesa saberlo independientemente de que se haga o no el famoso proyecto de los puentes plaza y el embovedamiento del cauce urbano del Guadalmedina. "Es una cuestión de prudencia. Yo puedo dar mi opinión en esto, pero la clave es ser prudentes y tener sentido común a la hora de tomar decisiones", reitera.

El Ayuntamiento de Málaga encarga un estudio

Ell alcalde, Francisco de la Torre, anunció hace unos días que había encargado un estudio para conocer cómo afectarían una DANA similar en distintos puntos "vulnerables" de la ciudad. "Málaga es una ciudad en la que quedan muchas cosas por resolver", aseguró De la Torre, señalando a los polígonos industriales, el entorno del Guadalhorce y distintos arroyos de la zona este de la ciudad. Por eso, ha pedido al área de Medio Ambiente este informe en el que "vamos a ponernos en una situación de más de 400 litos en cuatro horas" para ver, en esas zonas más vulnerables "cuál sería el comportamiento del arroyo y qué capacidad de desagüe tiene".

Bien es cierto que el alcalde no espera conocer los resultados próximamente, "los estudios se harán, pero imagino que en España, sobre todo en el Mediterráneo, habrán surgido demandas parecidas", dejando entrever que las empresas encargadas de este tipo de informes contarán en estos momentos con cierta saturación.

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