Análisis
Santiago Carbó
Algunas reflexiones sobre las graves consecuencias de la DANA
Málaga/La treintena de estudiantes que se ha encerrado este jueves en la Biblioteca General de la Universidad de Málaga para mostrar su rechazo contra el conflicto de Gaza mantiene el pulso. Se quedarán, "como poco", toda la noche; tras haberlo decidido así en una asamblea que han celebrado esta tarde y en la que han rechazado los comunicados de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), así como el emitido por la propia UMA amparándose en éste. Si la protesta continúa (o no) también del viernes por la mañana en adelante se decidirá en un nueva asamblea que tendrá lugar a las 8:30.
Al respecto, Fausto Solanas, del Frente de Estudiantes, ha transmitido el rechazo "total" de los congregados ante el comunicado de la CRUE "en consonancia con el resto de universidades donde se están celebrando protestas", que califican de "insuficiente", toda vez que "sólo" se comprometen a "suspender los acuerdos de colaboración con universidades y centros de investigación israelíes que no hayan expresado un firme compromiso con la paz y el cumplimiento del derecho internacional humanitario"; mientras que los universitarios aseguran que deberían "romperse las relacionas con todas las empresas e instituciones israelíes que tengan algún tipo de colaboración con la UMA".
Solanas, asimismo, afirmó anteriormente que durante las protestas de este jueves representantes del Rectorado les han "intentado convencer" de que salieran de la Biblioteca, pero entendían que "es un sitio estratégico", iban a permanecer. "Efectivamente, supone una cierta paralización del funcionamiento de la Universidad y es justamente lo que buscamos, pero hay otras muchas bibliotecas en el campus y no resultarán afectados los estudiantes", subrayó.
Por su parte, Sergio Cañete, delegado del rector para la Coordinación de los Servicios y la Inspección, señaló a los periodistas que, en su entrevista con los manifestantes, indicó que "la Biblioteca General tiene en esta época del curso una actividad fundamental para preparar los exámenes". Por ello, "los propios estudiantes transmitieron que no se hiciera aquí el encierro", según Cañete, que reconoció que la "actitud totalmente colaborativa" de los manifestantes, que se mantuvieron "en silencio" para no molestar a los usuarios de la Biblioteca.
Además, agregó que les ofrecieron "otras zonas de acampada exterior, donde tendría mucha más visibilidad, como en otras universidades", y espacios en el campus con aseos y cafetería para que "tengan el mayor confort posible dentro de lo que es un encierro", porque "el interior de un edificio público no es el sitio adecuado para ello".
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