Uno de cada tres municipios de Málaga ha perdido habitantes este año
Las bajadas de población se concentran en la Serranía de Ronda, La Axarquía, Nororma y Guadalteba
La provincia de Málaga gana 21.526 vecinos en un año, la que más crece en Andalucía
El incremento de la población de Málaga adelantado hace dos semanas por el BOE no es más que una pequeña muestra de lo que lleva siendo la provincia, no sin algunos altibajos, desde hace años: un territorio que compite a dos velocidades en la carrera de la demografía. El padrón municipal publicado ahora por el Instituto Nacional de Estadística (INE) así lo refleja: mientras municipios de la costa como la capital, Benalmádena o Marbella se llevan todos los flashes, tierra adentro hasta 34 municipios, sobre todo de las comarcas de la Serranía de Ronda, La Axarquía, Guadalteba y Nororma, han visto descender su número de habitantes este año, inmersos en una dinámica de despoblación contra la que se actúa, pero no se sabe muy bien cómo parar del todo. Esto quiere decir que, prácticamente, uno de cada tres municipios ha perdido vecinos censados. Una cifra sensiblemente peor a la comparativa del año inmediato, toda vez que entonces solamente fueron 22.
El saldo a nivel provincial, todo sea dicho, es más que positivo, puesto que ya se alcanzan 1.773.136 habitantes, es decir, 21.536 más que hace un año; lo que la sitúa a menos de 227.000 para lograr los dos millones y también como la sexta provincia más poblada de España. Sin embargo, es cuando se coge la lupa y se revisa el mapa el momento en que se ve el asunto al completo.
Así, los municipios más afectados por la despoblación, según ejemplifica el padrón, se sitúan sobre todo en zonas del interior. Algunas, acorde a estudios más antiguos, llevan perdiendo vecinos desde hace más de 20 años. En la Serranía de Ronda, las que se encuentran inmersas en esta dinámica bajista son los pueblos más pequeños. La lista en términos porcentuales la encabeza Alpandeire (- 8,1%), seguido de Júzcar (-6,5%), Genalguacil (-3,17%), Cartajima (-1,29%) o El Burgo (-1,23%), al que siguen otros que bajan en menor medida como Benaoján o Jimera de Líbar. Los descensos no representan debacles en ninguno de los casos, son más bien suaves, pero ese es el goteo que preocupa.
Los motivos son muchos, sin embargo, la fuga de jóvenes hacia ciudades más grandes en busca de oportunidades es indudablemente una de ellas, elevando la edad media en sus pueblos natales y restándoles nacimientos. Otra estadística del INE muestra, de hecho, que cuatro de los municipios de la provincia que cuentan con menos niños de 0 a 4 años se encuentran en la Serranía, algunos de los cuales se han mencionado ya, estos son Júzcar, Cartajima, Benadalid y Pujerra.
Por contra, un municipio de la Serranía que en los dos últimos años logró revertir la pérdida de habitantes que venía sufriendo en los últimos diez años y volver a crecer es Benarrabá, que en este corte estadístico ha elevado la población hasta los 462 censos. Para ello han sido numerosas las iniciativas que se han puesto en marcha, como el alquiler de locales a 50 euros para empresas cuyos propietarios están empadronados en el municipio, la puesta en marcha de un aparcamiento para autocaravanas, un hostel y un centro de innovación que cuenta con zonas de coworking dotadas de banda ancha. Además, vecinos llegados de grandes capitales han elegido este pequeño y tranquilo municipio enclavado en mitad de la naturaleza para retirarse.
En la Axarquía, por su p, las mayores bajadas se dan en poblaciones del interior, con Árchez a la cabeza, que baja un 11,33% sus habitantes en un año, tras la que le siguen Macharaviaya (-3,25%) o La Viñuela (-2,57%). La enumeración sigue varios pueblos más, entre los que cabe destacar Benamargosa, Canillas de Albaida, Frigiliana, Cútar, Sedella o Sayalonga. Sí que atraen población otras localidades un poco más grandes como Comares, aunque las que verdaderamente contribuyen a aumentar la población axárquica son las costeras que además son grandes urbes, como Torrox (3%) o Nerja (1,23%).
Más allá de estas dos comarcas, el problema también se reproduce en Nororma y Guadalteba, aunque en menor medida. Aquí, en conjunto, se perciben descensos en Almargen , Ardales, Cañete la Real, Villanueva de Algaidas, Villanueva de Tapia, Cuevas de San Marcos o Cuevas del Becerro.
Tratar de que este trasvase de ciudadanos se frene es, desde hace años, uno de los cometidos de la Diputación de Málaga. Una de sus últimas actuaciones al respecto es eI I Plan Estratégico de Empleo que, entre otras cosas, se marca como objetivo potenciar un ecosistema de emprendimiento, apoyando el trabajo autónomo en los municipios de menos de 20.000 habitantes mediante la convocatoria de subvenciones de apoyo; acuerdos con las entidades que representan a los autónomos y emprendedores; acciones formativas; apoyo a la figura del aprendiz de autónomo; apoyo a las nuevas iniciativas facilitando espacios físicos de trabajo compartido, puesta en valor del emprendimiento femenino y simplificación de los procesos administrativos.
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