El uso del vehículo privado gana peso en Málaga mientras el transporte público se estanca

Málaga/¿Cómo se mueven los malagueños? El último estudio de movilidad elaborado por la consultora Doymo por encargo del Ayuntamiento de Málaga concluye que mayoritariamente lo siguen haciendo en vehículo privado y a pie. Los parámetros obtenidos tras la realización en la parte final de 2018 de 30.000 encuestas a los diferentes actores implicados en la movilidad ponen en cuestión las medidas adoptadas por el Ejecutivo local y por el resto de administraciones en la última década, al punto de que han sido insuficientes para que el transporte público le gane terreno al tráfico privado.

Esta conclusión se pone en evidencia al atender al reparto modal de la movilidad en la ciudad. El quesito sigue teniendo al coche privado como protagonista principal, con un 45% de los movimientos totales (un 4% más que en 2008), seguido de los desplazamientos peatonales, con un 42% (cuatro puntos menos que en 2008 y seis menos que en 2014). Frente a este crecimiento, el estancamiento del transporte público como alternativa.

A día de hoy, apenas representa el 13%, dato que, según el director de Proyectos de Doymo, Manuel Pineda, es semejante a los registros de 2008. El análisis de la realidad actual es si cabe más pesimista si se toma en consideración la irrupción del Metro (desde mediados de 2014) como nuevo actor, con algo más de 6,3 millones de pasajeros a finales del año pasado, y que la Empresa Malagueña de Transportes (EMT) ha superado sus mejores datos históricos, con unos 47,5 millones el pasado ejercicio.

Es igualmente llamativo la testimonial presencia que tiene el uso de la bicicleta. La misma, a pesar de la apuesta municipal por el servicio de bicis de alquiler impulsada en 2007, solo representa el 1,2% de los viajes totales. Este punto de partida hace que el uso de las dos ruedas "tenga un largo recorrido", aunque para ello parece indispensable el desarrollo de nuevas infraestructuras ciclistas.

Estos parámetros se asignan a unas intensidades medias claramente en crecimiento tras el paso de la crisis económica. De acuerdo con la información aportada por el concejal de Movilidad, José del Río, entre 2014 y 2018, se observa un crecimiento medio en el número de desplazamientos del 10%, "propiciado por el aumento del empleo en la ciudad del 19%".

Conforme al estudio, la mayor parte de desplazamientos en coche tiene el área metropolitana como destino, con 1,6 millones de desplazamientos diarios (supone el 54% del total), destacando igualmente los movimientos en dirección al Parque Tecnológico de Andalucía (PTA). En este último caso, las personas que acuden a la tecnópolis lo hacen en un 70% de los casos en coche privado.

Por zonas, el distrito Este es, con diferencia, el que más movimientos en coche registra, con un 58%. La cifra total es de 93.200 diarios. Llama la atención, por ejemplo, que el 76% de los desplazamientos que desde la zona oriental de la capital se realizan a Teatinos-Universidad se hagan en coche y apenas un 21% en bus. Hay que recordar que una de las medidas adoptadas por la EMT años atrás fue la de crear una macrolínea entre ambos espacios geográficos.

A juicio de Pineda, el escenario presente abre la puerta a una mejora en los parámetros de uso de los medios sostenibles a futuro. Aunque para ello se señala la necesidad de adoptar ciertas medidas que exceden el ámbito municipal. En este sentido, se habla, por ejemplo, de una mejora en las frecuencias de las líneas de Cercanías o la creación de aparcamientos disuasorios en un intento por mejorar la utilización de los medios públicos; a esto se suma la propuesta de crear un corredor específico hacia la zona este.

Más allá de los valores cuantitativos, el estudio introduce elementos cualitativos relevantes. Uno de ellos es que la mayor parte de los consultados "no percibe como competitivo" el transporte público, a lo que contribuye, de manera evidente, el que de media su uso puede suponer un tiempo de 28 minutos frente a los 20 de utilizar el coche privado.

De hecho, el 68% de los encuestados opina de este modo porque "tarda más tiempo", mientras otro 27% alude a la "mala frecuencia". En cuanto a tiempos de desplazamiento, el trabajo de Doymo apunta que el desplazamiento medio dura unos 18 minutos, un tiempo inferior a otras grandes capitales. "Podéis ir a casa a comer, cosa que no pasa en otras ciudades”, ha destacado el director de Proyectos de Doymo.