La uva Melonera ya puede volver a plantarse tras 12 años de investigación

El Consejo Regulador y la bodega rondela La Melonera han realizado un intenso trabajo para su recuperación

La tendencia en el mundo del vino es apostar por este tipo de variedades para crear referencias únicas y singulares

Melonera, la uva andaluza que revive

Racio de uva Melonera cultivada en la Serranía de Ronda
Racio de uva Melonera cultivada en la Serranía de Ronda / Javier Flores

Ronda/La recuperación de la uva La Melonera marca un hito en la provincia de Málaga, ya que, casi 12 años de intenso trabajo por parte del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Málaga y Sierras de Málaga junto a la bodega rondeña La Melonera, vuelve a ser una variedad reconocida por la Junta de Andalucía y que pasa a formar del catálogo comercial que permite su plantación y cultivo.

Es la primera uva autóctona de la provincia que recobra la vida tras encontrarse en una situación de prácticamente extinción. Y es que tan solo quedaban algunas plantas en los centros de conservación de especiales oficiales de Andalucía y Madrid y que estaba ya descatalogada, por lo que no estaba permitida su plantación.

A partir de este momento será posible que pueda volver a los campos andaluces si las bodegas así lo desean, aunque donde sí que es ya una realidad es en la Serranía de Ronda. Allí, gracias a su trabajo de investigación para su recuperación la bodega La Melonera, que recibió su nombre en honor a esta variedad, existe algo más de una hectárea de viñedos que se encuentran en cultivo y que han sido utilizados para todo el proceso de investigación técnica para comprobar que las plantas estaban completamente sanas, eran capaces de adaptarse al terreno y producir vino de calidad.

Ahora, completado todo el proceso tanto sobre el terreno, laboratorios y administrativo, el siguiente paso será producir el primer vino de Melonera que será único en el mundo y que se espera que pueda aportar un importante valor añadido al patrimonio vitivinícola malagueño por su excepcionalidad.

Precisamente, tras el éxito de este proceso, desde el Consejo Regulador junto al Ifapa ya trabajan en la puesta en marcha de un proyecto de investigación para tratar de localizar otras variedades autóctonas de la provincia para su caracterización y posible recuperación. En este sentido, Javier Aranda, explicaba que el objetivo es poder seguir aumentando el patrimonio vitícola malagueño con nuevas variedades prefiloxera. Y es que la tendencia en el mundo del vino apunta a producir referencias con uvas únicas de las regiones que hagan que aquellos que quieran conocerlas tengan que hacerlo en las regiones que las producen. Además, aportan un conocimiento exterior de los productores al tratarse de productos únicos y muy singulares.

La investigación espera poder encontrar esas nuevas especies en aquellas zonas en las que el cultivo de la viña se mantuvo, como es el caso de la Axarquía y la zona norte de la provincia, aunque los técnicos trabajarán sobre todas aquellas posibles especies casi extinguidas que sean localizadas.

Una tendencia que se extiende por los territorios productores y que Málaga también quiere tomar, y es que a pesar de tenerse constancia de la existencia de unas 3.000 variedades de uvas de vinificación en el mundo, alrededor del 70% de los vinos se elaboran con las mismas 15 variedades.

Por eso ahora se busca apostar por uvas diferentes como puede ser también la Romé en el caso de Málaga, una variedad endémica de la Axarquía y que ahora también está presente en Ronda.

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