La vecina de Carretería que fue el símbolo de la manifestación por la vivienda en Málaga: "Mi corazón estaba con ellos"

Málaga/El pasado sábado 9 de noviembre, la manifestación convocada por la plataforma Málaga para Vivir en defensa del derecho a la vivienda en la ciudad dejó un momento especialmente emotivo en su recorrido por la calle Carretería. Desde el portal de su casa, María del Carmen Hueso de Bordejé, una vecina de 70 años que lleva viviendo ahí más de cuatro décadas, decidió sumarse a su manera al reclamo colectivo.

Aunque una lesión en la pierna le impidió marchar juntos a los demás, no se quedó en silencio: tomó un cartel y lo levantó desde su portal, mostrando su apoyo a los manifestantes y expresando su indignación por la situación que afecta a tantos malagueños. “Mi corazón estaba con ellos”, recuerda emocionada. “Cuando los manifestantes pasaron y me aplaudieron, sentí un poco de vergüenza, pero es que no podía quedarme callada”.

El gesto de María del Carmen fue mucho más que una simple participación. Mientras los manifestantes pasaban frente a su casa, su presencia fue recibida con aplausos, vítores y muestras de apoyo. Para ella, fue un acto de resistencia y de conexión con quienes alzaban la voz por un problema que conoce de primera mano: la dificultad de acceder a un alquiler digno, la precariedad para muchas familias y el temor a ser desplazados del centro de la ciudad.

Durante el recorrido, los gritos de “¡Resiste, resiste!” dirigidos a María del Carmen se mezclaban con las consignas generales de la protesta. “Fue muy conmovedor, porque sentí el apoyo de la gente que también lucha. Somos muchos los que vivimos esta situación y estamos cansados de que no se nos escuche”, relató.

La manifestación, que reunió a miles de personas, puso de manifiesto una crisis de vivienda que cada vez afecta a más sectores de la sociedad. María del Carmen expresó que participar, aunque fuera desde su portal, fue una forma de dar visibilidad al problema y un acto de solidaridad con los manifestantes. “Al menos quería mostrar que aquí existe gente que no se rinde”, señaló.

María del Carmen tiene claro que su lucha es la de muchas personas. “Yo quería formar parte de las personas que lo están pasando muy mal. Porque mi hija, a pesar de tener una carrera y un trabajo, no puede permitirse un alquiler decente en Málaga”, contó con voz firme.

El peso de vivir en el centro

Para María del Carmen, el centro de Málaga ha dejado de ser un lugar habitable debido a la proliferación de pisos turísticos y la constante actividad nocturna. “Es que, a esas horas de la noche, el primer borracho que llega hace ‘pum’ en la puerta o me pinta la fachada.

"Fui al Ayuntamiento, y me dicen que son actos vandálicos, pero a mí me afecta en mi día a día”, relató, haciendo referencia a las noches sin dormir, el ruido constante y el deterioro progresivo de su entorno. “Los turistas entran y salen, pero nosotros somos los que sufrimos el ruido”.