Una vecina de Santa Águeda, en Málaga: "Hace un mes compré la casa y ahora estoy evacuada"

Ha pasado la noche con su marido y sus perros en el polideportivo de Tiro de Pichón

Desalojados por la DANA en el pabellón Tiro de Pichón de Málaga: "Me tocaron la puerta de madrugada para evacuarnos"

Sandra Monte, una de las evacuadas que ha pasado la noche en el polideportivo de Tiro de Pichón.
Sandra Monte, una de las evacuadas que ha pasado la noche en el polideportivo de Tiro de Pichón. / M. H.

A las 2:00 de la madrugada se sobresaltaron con las sirenas que avisaban de la evacuación. Esta noche, los vecinos de Santa Águeda, en la zona de Campanillas, en Málaga capital, casi no han dormido. "Oímos las sirenas, venían a desalojarnos. Nos asustamos muchísimo. Salimos con lo puesto", relata Sandra Monte, que ha pernoctado en el polideportivo de Tiro de Pichón, habilitado por el Ayuntamiento para las familias que lo necesiten debido a la alerta roja.

"Yo compré la casa hace un mes y ahora estoy evacuada", lamentaba esta mujer, que pasó la noche en esas instalaciones junto a otras 27 personas de Santa Águeda y Santa Amalia. Sus tres hijos se fueron a casa de su madre. "A los gatos los dejamos en la segunda planta, por si se inunda aquello", explicaba.

Ella, su marido y sus tres perritos han pernoctado en el polideportivo de Tiro de Pichón. Cuenta que la DANA del 29 de octubre no afectó a su vivienda. Pero no se queja de la evacuación de esta madrugada. "Nos han desalojado por precaución y nos están atendiendo perfectamente", apuntaba a los medios mientras sujetaba a uno de sus perritos, Nei, con la cuerda. El animal tiritaba de frío.

Sandra sabía que había alerta porque le llegó el aviso al teléfono. Pero se quedó en casa. "Me sorprendió el sonido en el móvil. Es la primera vez que vivimos esto. Cuando sobre las 2:00 de la madrugada nos avisaron que nos evacuaban cogí los documentos básicos", dice y señala una riñonera en la que apenas caben unos pocos papeles. De ropa no cogió nada, solo lo puesto.

"Salimos en mitad de la oscuridad, vimos un montón de coches de la Policía. Impresiona", reconoce. "Iban casa por casa y haciendo sonar las sirenas", relata. Sandra explica que su casa está entre los ríos Guadalhorce y Campanillas, dos cauces que suelen desbordarse. Dice que el pasado 29 de octubre, su vivienda no se vio afectada y que los antiguos del lugar aseguran que allí nunca ha llegado el desbordamiento del Guadalhorce. "Espero que nunca pase porque tengo la casa recién comprada", acotaba.

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