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Consumir alcohol u otras drogas son algunas de las actividades ilícitas que llevan a cabo algunos jóvenes, sobre todo ya entrada la madrugada, en locales comerciales y bajos de viviendas vacíos del distrito de Palma-Palmilla. Vecinos y representantes de colectivos de la zona piden erradicar las conductas ilícitas que se producen en su interior y mejorar así la convivencia entre todos los habitantes de la barriada.
Vecinos de la zona aseguran que esta problemática "lleva pasando mucho tiempo". "Nosotros necesitamos que la noche se respete para que la gente pueda descansar", manifiestan. Y es que la apertura a altas horas de la madrugada de estos bajos, de propiedad privada y en su mayoría vacíos que se concentran en el bulevar María Ángeles Arroyo, arrastra el aumento de reyertas y violencia en general, pues en su interior los jóvenes consumen alcohol y otras sustancias, aseguran. Para ello, reclaman más presencia policial, que traiga consigo una mayor seguridad en la barriada.
Por su parte, el concejal del distrito, Francisco Pomares, asegura que en el Ayuntamiento están al tanto de estas actividades ilícitas y ya se reunieron con la Policía Local y Nacional para informarle de la situación. "Me consta que desde la Nacional ya lo están investigando para que el bulevar pueda volver a la normalidad ", indica.
"No es un tema solamente local, sino de seguridad ciudadana. Son locales que no cuentan con ningún tipo de licencia y, además, no sabemos lo que se mueve ahí dentro", manifiesta Pomares al tiempo que insiste que son los propios vecinos los que quieren que esto acabe porque, además de ocasionar molestias por el ruido y las peleas que acarrea, no "da una buena imagen del barrio".
Sobre las 2:00 o 3:00 horas, momento en el que suelen cerrar la mayoría de pubs ubicados en el Centro de Málaga, es cuando se observa que los jóvenes de La Palmilla acuden a este tipo de locales para continuar con la fiesta, según fuentes policiales. Un hecho que, apuntan, se produce "cada vez con más frecuencia".
Además, estas mismas fuentes señalan que algunos de estos locales están dándose de alta como asociaciones y haciendo "socios" a las personas que asisten para eludir problemas y que los puedan acusar de puntos ilegales.
En un principio, los habitantes del barrio se reunían en estos espacios para festejar algunos celebraciones, como cumpleaños. Sin embargo, la noticia de estas fiestas privadas se ha extendido y, al parecer, acuden malagueños de distintos barrios para continuar con la juerga.
El director de algunos de los proyectos de la Asociación al Servicio de la Investigación y la Tecnología, Tomás Pérez Benz -que lleva tres décadas trabajando en barrios como Palma-Palmilla en cuestiones como ayudar a la empleabilidad de sus gentes- coincide en que este tipo de actividades ilícitas en locales privados se ven día a día y que "hay que tratar de erradicar".
Una cuestión que Pérez relaciona con "la escasa oferta de ocio para la gente joven". Además de defender que los agentes hagan cumplir la normativa, aboga por reforzar el papel de los chavales en el Barrio y que vean otras alternativas distintas a esa. "Desde la asociación hemos trabajado muchos años con jóvenes, los apuntábamos a actividades deportivas que ofertaba el propio Ayuntamiento y la verdad que el resultado fue muy bueno".
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