La venta de carne y pescado se desploma por la subida de precios

Málaga/El aumento del precio de la cesta de la compra ha hecho que muchas familias se vean en la obligación de comprar menos cantidad de comida para poder llegar a fin de mes. Como consecuencia, las ventas de carne y pescado se han desplomado y en algunos productos han subido hasta un 40% los precios, según comerciantes del Mercado Atarazanas. Además, consideran que a día de hoy están invirtiendo más en los productos “para obtener menos beneficios”.

Los datos del IPC de septiembre en Málaga publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que en el último año se ha aumentado un 16,2% el precio de los alimentos. En este sentido, según el el informe de La Alimentación Mes a Mes, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en el mes de julio se ha reducido la compra de carne congelada un 31,1% y de carne fresca un 17,1%. Así pues, la de ovino y caprino son las más afectadas, puesto que su venta ha descendido un 26,3%. En cuanto al pescado, también ha disminuido la adquisición de este producto un 14,8%, por parte de pescados, ya sea frescos o congelados (14,0%), como por parte de mariscos, moluscos y crustáceos (20,1%). Esto se debe a que en julio, en los hogares españoles se compró un 7,8% menos de alimentación, con respecto al mismo mes de 2021.

Esta subida continuada de los precios está afectando tanto a los comerciantes como a los consumidores. El hecho de que productos como la carne o el pescado sean más caros hace que los clientes que acuden a los mercados se quejen de los precios y adquieran menos cantidad, ya que deben ahorrar para hacer frente a todos los gastos. Por lo que, como consecuencia, las ventas se desploman y los beneficios de los vendedores disminuyen.

“Muchas personas no entienden que nosotros subimos el precio porque nos lo suben a nosotros y cuanto más caro sea un producto, menor es el margen de beneficio que tenemos”, asegura Manolo Villamuela, propietario de un puesto de carnicería en el Mercado Atarazanas. Considera que actualmente los comerciantes “están invirtiendo más para ganar menos” porque los clientes “tienen los mismos sueldos y con los precios más caros, no puedes comprar igual, sino menos”. En cuanto a los productos más caros, Villamuela sostiene que la ternera es el más costoso. “En los últimos meses el precio de la ternera ha podido subir en torno a un 40%”, apunta. En este punto, coincide con él Modesto, trabajador del puesto de carnes Hermanos Navarro, que sostiene que la ternera es la carne con el precio más alto, pero que “el pollo es el que más ha subido en los últimos meses”.

A pesar de vivir con las quejas constantes de los clientes, Modesto remarca que protestan, pero que al ser una subida generalizada, los ciudadanos compran porque tienen que alimentarse. Asimismo, en la Carnicería Jesús, su dueño, que vende mucho menos porque cada vez acuden menos personas al mercado, intenta “aguantar los precios”, pero debe subirlos, aunque no los aumenta tanto como debería.

Por otro lado, los comerciantes de pescado han observado que el precio de sus productos ha aumentado, pero no tanto como lo ha hecho la carne. Cierto es que sus ventas sí que se están viendo afectadas. “Ha subido el precio de todo y las ventas han caído más de la mitad”, señala José Antonio Castro, del puesto de pescado de Hermanos Castro. En este sentido, remarca que “vienen menos personas y los que llegan tienen menos dinero, por lo que si antes compraban un kilo ahora se llevan medio”.De este modo, Curri, el propietario del puesto Curri Frescos, insiste que entre la subida de los precios y que en octubre tienen menos ventas, estas están “flojas”. Además, insiste en que las familias adquieren menos productos porque “tienen que recortar de algún lado” para pagar las facturas.

Por su parte, Antonio González, dueño de González Hijo, y Pepe, trabajador del puesto La Ruina, han observado esta caída de las ventas y la leve subida de los precios. Por lo que González considera que los malagueños acuden al mercado “con miedo de comprar y con la intención de comprar menos”. Aunque insiste en que la variación de los precios ha sido mínima porque el precio del pescado depende de la oferta y la demanda de los productos.

Al pensar en los próximos meses, todos los comerciantes coinciden en que en noviembre las familias comenzarán a comprar productos para las navidades y en diciembre los precios van a subir aún más, ya que el coste de los alimentos siempre aumenta en estas fechas. Por lo que, frente a un futuro incierto y “negro” esperan que si incrementan los precios, no sea en gran medida.