Un verano "cálido y duro" protagonizará la época estival de este año en Málaga

El director de la Cátedra de Cambio Climático de la UMA, Enrique Salvo Tierra, considera que se deben "reanalizar" las restricciones para que sean lo más sostenibles posibles

Las lluvias garantizan el abastecimiento de agua este verano en la Axarquía pero mantendrá las restricciones

Los embalses de Málaga tienen un 30% menos de agua que hace un año pese a las últimas lluvias

Turistas este miércoles bañándose en la playa en Málaga.
Turistas bañándose en la playa en Málaga. / Javier Albiñana

Las últimas lluvias han llegado como agua de mayo aunque se hayan tenido lugar en marzo, pero no han sido suficientes. El verano del 2024 en Málaga va a ser "más cálido de lo habitual", en el que se va a disponer de menos agua en los pantanos que hace un año y según el director de la Cátedra de Cambio Climático de la UMA, Enrique Salvo Tierra, para afrontarlo lo mejor posible se deben "reanalizar" las restricciones. Cierto es que en el último mes los embalses de la provincia han pasado de tener 97,91 hectómetros en los embalses, se ha subido hasta los 158 hectómetros de reservas.

“Esto es la muestra de lo que va a ocurrir desde ahora hasta 2050: pocas lluvias, concentradas en una semana, pero que no van a llegar a los niveles de años anteriores”, asegura Salvo Tierra. Asimismo, añade que es cierto que “ha llovido unos niveles interesantes que nos han aligerado la sequía tan grande que estábamos teniendo, pero en absoluto es para tirar cohetes”.

Un verano "más cálido de lo habitual", así define este experto cómo va a ser la temporada estival en Málaga. Además, explica que va a ser así por “el Niño que es la corriente del Pacífico que, hasta cierto punto, va a determinar el clima del verano y parece que no va a aflojar su fuerza de calor hasta el otoño”. Debido a que este verano se prevé “muy caluroso y muy duro”, la evaporación del agua del suelo va a aumentar, por lo que se debe recordar que esta es “tan vital para el campo como para la ciudad y es necesario que el suelo tenga un grado de humedad alto porque sino las consecuencias son graves”.

En cuanto a las restricciones, a su juicio se deben “reanalizar” y trabajar para “garantizar una agricultura y un turismo sostenibles desde el punto de vista hídrico”. Asimismo, considera que “no se deben ni relajar medidas ni endurecerlas, sino adaptarlas a las verdaderas necesidades y observaciones que se están haciendo a futuro”. Por ello, apunta que se “debe evaluar la cantidad de cultivos, su capacidad de carga y las condiciones de producción”, al mismo tiempo que se analizan las numerosas piscinas que hay en la provincia que, según Salvo, de manera lineal “hay más metros de piscinas de qué playas en Málaga”. En definitiva, “algo está fallando y habrá que limitar la construcción futura y la existente para conducirla a sistemas sostenibles”.

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