El veterano melillero ‘Fortuny’ regresa a Málaga

El ferry de Armas Trasmediterránea Fortuny llegaba el pasado sábado a las aguas malacitanas para incorporarse a la línea regular de Melilla. Con la extraña circunstancia de ser el tercer buque que navega en esta ruta en los últimos seis meses cuando una de las características habituales de esta compañía ha sido la mantener de una forma fija y continuada a uno de sus barcos como titular de estas singladuras, el Fortuny regresa a esta línea sin que quede muy claro, según ha podido saber Málaga Hoy, hasta cuándo permanecerá en ella.

Frente a esta circunstancia y sin que la llegada de este ferry modifique los actuales horarios de viaje, su posicionamiento en aguas malagueñas posibilita una mejora en la capacidad de pasaje y carga rodada en comparación con la de los dos anteriores barcos que desde finales de abril han cubierto esta ruta. Así pues, ofertando 1.250 plazas repartidas entre camarotes y butacas, 1.500 metros lineales para carga y espacio para 140 vehículos, el Fortuny se reencuentra con Málaga; un puerto con el que comparte una estrecha relación aderezada con muy especial polémica.

Construido entre los años 1999 y 2001 en los astilleros gaditanos del Grupo Izar y después de navegar en diferentes líneas, en abril de 2015 el Fortuny llegaba a Málaga para cubrir como titular la ruta melillense. Manteniendo estas navegaciones, el 17 de febrero de 2019 el muelle número dos malagueño era testigo de su cambio de nombre, siendo rebautizado como Ciudad Autónoma Melilla. Sin dejar la titularidad de la línea, este ferry de 172 metros navegó en esta ruta en los momentos más duros de la crisis sanitaria del coronavirus, viviendo el 17 de marzo de 2020 la histórica circunstancia de salir con destino al puerto melillense sin ningún pasajero a su bordo.

Después de efectuar estas singladuras durante nueve años con dos nombres diferentes, a finales de abril del presente 2024, el Ciudad Autónoma Melilla se despedía del puerto malagueño para ir a Cádiz donde se le volvía a renombrar como Fortuny para cubrir la línea entre Almería y el puerto marroquí de Nador, un hecho que desató una polémica en los medios marítimos nacionales e internacionales además de una protesta por parte del Gobierno de la Ciudad Autónoma.

Difuminada aquella cuestión, el Fortuny regresa a Málaga para, por un tiempo indeterminado, hacerse cargo de la ruta melillense.