Dos veterinarios y el dueño de una tienda de animales de Fuengirola, acusados de tráfico ilegal de especies protegidas

Los animales en ocasiones eran alojados temporalmente en el establecimiento y confeccionaban facturas y otros documentos para dar aparente cobertura legal al delito

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Ciudad de la Justicia de Málaga.
Ciudad de la Justicia de Málaga.
Efe

01 de noviembre 2023 - 17:10

Seis personas, presuntas integrantes de una organización criminal dedicada al tráfico ilegal de especies protegidas, se enfrentarán a una pena total de 34 años de prisión por supuestamente dedicarse a adquirir ejemplares de fauna de especies tanto protegidas como no protegidas para venderlos bien en España o en Marruecos.

Entre los acusados hay dos veterinarios y el dueño de una tienda de animales, así como las personas que recibían los ejemplares en España y los que facilitaban el tráfico ilegal, según el escrito acusatorio del fiscal al que ha tenido acceso EFE.

Los acusados se dedicaban al tráfico ilegal de especies protegidas desde el año 2017 bajo la dirección de la persona que tenía una tienda de animales en Fuengirola.

Este procesado no estaba dado de alta como criador pero supuestamente adquiría ejemplares de fauna de especies tanto protegidas como no protegidas y los vendía directamente a personas residentes en España o bien organizaba su traslado hasta Marruecos, sin el imprescindible permiso de exportación e importación, a través de la frontera de Melilla.

Según las pesquisas, los animales en ocasiones eran alojados temporalmente en la tienda y confeccionaban facturas y otros documentos para dar aparente cobertura legal al tráfico ilegal e incluso en algunas ocasiones realizaban labores de transporte a Melilla para su exportación ilícita.

El fiscal mantiene que los veterinarios colaboraban en el tráfico ilegal de especies protegidas "de manera voluntaria y consciente" y para ello confeccionaban de manera sistemática cartillas sanitarias para los animales en las que no se identificaba al titular, "con el único objeto de servir de soporte documental y dar apariencia de legalidad a la operación".

Uno de los veterinarios supuestamente llegó a adquirir hasta 210 cartillas, ninguna de las cuales está registrada en la base de datos de la Junta de Andalucía, de las que en su clínica tan solo fueron halladas 31, por lo que se desconoce el paradero de las restantes.

Consta también que uno de los veterinarios adquirió un total de 542 pasaportes para animales de compañía, de los que se han registrado 319 y el resto se desconoce el destino.

En la labor de apoyo documental al tráfico ilegal, este veterinario supuestamente llegó a emitir certificados para los que no era competente, como el de cría en cautividad que amparó la venta ilegal de un ejemplar de feneco.

El otro veterinario supuestamente colaboraba activamente con otro de los acusados y en la tienda en el tráfico ilegal de especies protegidas, mediante la venta de animales sin documentación.

Algunos ejemplares eran adquiridos en países de la Unión Europea y en una de las operaciones ilegales, que fue frustrada por el Seprona cuando iban a embarcar en el ferry destino a Melilla, se les incautó dos loros de cola roja, un guacamayo militar y otro rojo, un loro eclectus, un gato egipcio, un suricata y cinco ejemplares de geckos de Madagascar.

También fueron incautados numerosos animales en los registros efectuados, tales como aves, mamíferos, tortugas, además de trampas de red, pasaportes europeos para animales, cartillas y tarjetas sanitarias y microchip, entre otros.

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