José Antonio Trujillo, vicepresidente del Colegio de Médicos de Málaga: "El Tramadol tiene un efecto multiplicador junto a las drogas"

Este medicamento se usa para combatir el dolor, es de la familia de los opiáceos y uso descontrolado puede provocar adicción

El Tramadol, un potente opiáceo, es uno de los medicamentos que se investigan en la operación contra una farmacia de Torremolinos

José Antonio Trujillo, vicepresidente del Colegio de Médicos de Málaga.
José Antonio Trujillo, vicepresidente del Colegio de Médicos de Málaga. / M.G.

El Tramadol es un medicamento que se usa para combatir el dolor y proviene de la familia de los opioides. "Es un fármaco seguro y efectivo" ha asegurado el vicepresidente del Colegio de Médicos de Málaga, y Médico de Familia, José Antonio Trujillo. El especialista ha explicado que este fármaco analgésico lo recetan los propios médicos, y que haciendo un buen uso de él es seguro. El problema llega con la mezcla de este medicamento con drogas ilegales, práctica que se ha extendido porque la Tramadol multiplica los efectos de las segundas, ha apuntado Trujillo.

Este medicamento opiáceo, que suele recetarse para paliar ciertos dolores, no es de primera elección. Trujillo ha explicado que cuando un paciente llega con una dolencia, en primer lugar se le recetan medicamentos como el paracetamol o el naproxeno, que no son de la familia del opioide. Cuando estos no funcionan, los expertos usan otros fármacos que lo contengan, como es el caso del Tramadol. Los medicamentos con opioides se recetan para un tipo de dolor, fuerte, que no se controlan con los de primera elección.

Una de las mayores desventajas del Tramadol, y en general con los medicamentos opiáceos, es que si no se controlan, pueden crear dependencia. El vicepresidente del Colegio de Médicos malagueño ha expuesto que los pacientes pueden ir generando tolerancia con el uso, por lo que podrían ir necesitando mayor cantidad para controlar el dolor, y por ello "es muy importante controlarlo mucho". Según el prospecto médico, en adultos y adolescentes mayores de 12, la dosis recomendada es de 50 mg o 100 mg (1 o 2 cápsulas) cada 6-8 horas, así como que no se debe tomar más de 400 gramos al día.

El médico de familia también ha explicado que el Tramadol, en general, es bien tolerado por quienes lo consumen, con receta médica. Los efectos secundarios que se ha dado en una pequeña porción de pacientes que lo han consumido ha sido pequeñas náuseas o mareos.

Al igual que el Tramadol se encuentra en un segundo escalón, existen medicamentos en una posición superior, también opioides, "más fuertes" para combatir el dolor. Trujillo explica que estos son más efectivos, pero también aumenta la posible adicción entre quienes la consumen. Un ejemplo de este tipo sería la morfina.

Control de la medicación con opioides

Trujillo ha explicado que cuando entra la adicción al Tramadol, deja de usarse como analgésico y pasa a ser un sustitutivo de algo más fuerte que ha creado dependencia en el paciente. Pone de ejemplo el caso de la morfina, que es más fuerte que el Tramadol, pero que además está mucho más controlado. El médico malagueño ha explicado que para comprar morfina en una farmacia, no se puede hacer mediante una receta normal, necesita una especial de estupefacientes. Mientras que el Tramadol puede conseguirse con una receta normal, "el acceso es más fácil", precisa el médico. Trujillo explica que aquellas personas "enganchadas" a medicamentos más fuertes, se valen del Tramadol para mitigar la dependencia, al ser más fácil de conseguir.

En general, el Tramadol es seguro con prescripción médica, pero al ser de la familia de los opioides es necesario hacerle un seguimiento más exhaustivo que a otros fármacos que no crean dependencia.

El efecto multiplicador del Tramadol con las drogas

En los últimos tiempos se ha extendido el uso de Tramadol junto a drogas (como el hachís o la cocaína). Trujillo ha explicado que la mezcla del opioide con las drogas ilegales, multiplica los efectos de estas últimas. Otra práctica que se ha extendido es la de mezclar el Tramadol con ansiolíticos, de forma que el efecto de relajación también aumente. Este tipo de técnicas aumentan la dependencia de quienes lo consumen.

Normalmente, las personas que hacen uso fraudulento de estos medicamentos no van a su médico de cabecera. "Los médicos estamos muy sensibilizados ante este tema y controlamos mucho que los pacientes no se hagan dependientes de estos fármacos", ha destacado Trujillo.

Al ser un medicamento que solo puede conseguirse con receta, la pregunta es cómo se ha podido obtener para usar junto a drogas ilegales. El vicepresidente del Colegio de Médicos ha explicado que se han dado casos en los que se han robado recetas, a un médico, por ejemplo, en el norte de la península, y se ha usado su talonario en otro punto del país.

Desde el Colegio de Médicos instan siempre a los compañeros de profesión a que denuncien a las autoridades si les roban sus recetas. Además, esta institución sigue y pone en conocimiento de la fiscalía aquellos casos de médicos que pudieran hacer un mal uso de recetas de analgésicos.

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