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Victoria Abón: La cultura y el arte como formas de vida

Primera mujer en presidir el Ateneo de Málaga

Acude con nosotros al restaurante El Cobertizo

Juan Castillo, Victoria Abon y Juan Luis Pinto. / Paco Menjivar
Juan Luis Pinto Doblas

09 de mayo 2019 - 06:32

Málaga/Cuando uno está ante una persona, en este caso una mujer, que de cada diez palabras una es “cultura” y otra “arte”, que te habla con el entusiasmo de alguien que vive como propio cualquier proyecto que te detalla, te das cuenta que todo lo que vendrá en adelante será como un torbellino que te arrastrará sin remedio, en este caso un tsunami de ilusión, ideas y proyectos puestos en marcha unos, y por realizar otros. Esa mujer es Victoria Abón, la primera presidenta en la historia del Ateneo de nuestra ciudad, para honra y suerte de todos los malagueños. En seguida se las presento.

El restaurante: El Cobertizo de Echevarría del Palo

No podía ser más emblemático el lugar que acogía este encuentro: el restaurante El Cobertizo de Echevarría del Palo. Treinta y ocho años cumple este año desde su implantación en lo que hoy es la famosa barriada paleña. Juan Castillo, su propietario fundador, todo un veterano maestro de la profesión, nos recibió con el cariño que destila un hombre criado entre mesas y fogones.

En el restaurante El Cobertizo de Echevarría del Palo. / Paco Menjivar

Hoy en día el negocio puramente familiar, cuenta como chef con su hijo Miguel Ángel, todo un profesional al que le enviamos un saludo con todo nuestro cariño y su otro hijo, Oliver, que actúa como metre apoyándose en un puntal básico de este restaurante: Andrés Sánchez, un hombre de la casa de toda la vida.

Con estos mimbres es imposible que algo salga mal. Ocho personas conforman la plantilla, cuatro en cocina y otros tantos en salón y terraza que se cuidan que todo vaya como es debido. Un restaurante con una estudiada carta de cocina tradicional que defiende con productos de máxima calidad y el saber hacer de su equipo de cocina. Luego les cuento.

La invitada: Victoria Abón

Precisa, a pesar de desplazarse en hora punta desde el Ejido donde trabaja como profesora en la Escuela de Arte de San Telmo, llegaba Victoria Abon dispuesta a dejarnos una crónica intensa y llena de detalles de una institución de prestigio en nuestra ciudad: el Ateneo. Y pronto entramos en materia, que fue mi primera pregunta para saber qué momento vive la institución. “Inmersos en muchísimos proyectos. Pero déjame que te diga antes de nada que el Ateneo es una asociación altruista, quiero dejar esto claro ya que hay muchas personas que piensan que somos una especie de club privado o cerrado o algo parecido. Es una asociación abierta a todo el que desee conocerla y visitarnos“.

O sea que cuenta con sus socios. “Por supuesto, y gracias a ello se mantiene. Somos una especie de ONG cultural. Todas las personas que conformamos la junta directiva, las vocalías, todos, dedicamos el tiempo al arte y la cultura”. Tengo entendido que el número de vocalías es muy numeroso. “Es parte importante de nuestra razón de ser. Las vocalías funcionan de manera independiente, por áreas”. Han creado una vocalía feminista. Me lo podría explicar.

Victoria Abón

Malagueña, de madre de Churriana y padre vallisoletano, su amor por el cine y la fotografía la empujaron a hacer periodismo gráfico. Viajera incansable, por su trabajo tuvo la oportunidad de conocer numerosos e interesantes lugares y en muchos casos sus pobladores. “En el año 2002 inicié un proyecto en Tanzania y me quedé impactada por una tribu bosquimana. Me prometí que regresaría para documentar sus costumbres y su vida. Un pueblo que sigue viviendo en contacto y consonancia con la naturaleza”·. En Bostwana tiene su próximo destino. Su hijo Adrián, que cuenta con 25 años, promete ser un gran creador de videojuegos, algo en lo que ya está inmerso, al margen de ser un buen compositor musical. Después de ejercer varios años en el mundo de los reportajes tuvo la oportunidad de dedicarse a lo que realmente le apasiona: la enseñanza. Desde entonces es profesora de Fotografía en la Escuela de Arte de San Telmo. Feminista de condición, aboga y defiende la igualdad real, sin trampas, entre mujeres y hombres. Abierta a la vida y los conocimientos no tiene metas en su destino. “Me gustaría viajar a ciertos lugares del mundo, conocer otras culturas”. Y le pedí que me contase algún sueño que tuviese por cumplir. “Muchos, pero por quedarme en lo más inmediato, aparte de mi asignatura pendiente con los bosquimanos en Sudáfrica, sueño con que la generación de chicas jóvenes actuales de mi familia, cuarta generación desde que mi bisabuela abandonase Valladolid en los años 20 del siglo pasado para irse a Madrid para estudiar, –algo impensable en aquella época– continúen luchando por conseguir la igualdad plena”. Y de esta manera acabamos la crónica de Victoria Abon, una mujer que tiene su lugar destacado dentro de la sociedad malagueña, y cuyo sueño es que algún día cuando una mujer presida una institución no sea algo excepcional. Así sea.

“Bueno, es algo que no sé por qué, a algunas personas les suena extraño, o fuerte. No sé. A las cosas hay que llamarlas por su nombre. El feminismo lucha por la igualdad entre todas las personas, quien piense que es la lucha por la supremacía de la mujer tiene una idea totalmente equivocada. Por poner un ejemplo, si hoy en día el hombre tiene derecho al permiso de paternidad ha sido gracias a la lucha del feminismo. Los padres quieren ser padres con todos los derechos y obligaciones”.

Usted es la primera mujer presidenta de una institución tan importante ¿Qué opina de la paridad? “[Silencio] La paridad es necesaria. Cuando exista una igualdad efectiva y real entre hombres y mujeres dejará de ser importante, pero hoy por hoy la mujer sigue siendo la que se ocupa de determinadas funciones, sobre todo en lo doméstico. Esa es la realidad”.

Málaga es denominada por muchos, propios y foráneos, como la ciudad del paraíso, ¿lo es también en lo cultural? “[Risas] Estamos en ello. Hace mucho tiempo que añorábamos estar en la situación que nos encontramos ahora. Somos la segunda o tercera, según el momento, ciudad cultural de España, solo por detrás de Madrid y Barcelona. Se da la paradoja que la gente de fuera valora más lo que tenemos. Nosotros estamos inmersos en el día a día y no lo apreciamos suficientemente, pero sí, Málaga está a punto, si es que no lo es ya, en ser también paraíso cultural”. Y el Ateneo ayuda a buscar esa excelencia en lo cultural.

“El Ateneo es un lugar de encuentro, de debate, un espacio libre de expresión. Si no hay debate y confrontación positiva no vamos a ningún sitio. [Silencio]. Se ha perdido el auténtico sentido del debate, que nada tiene que ver con pelea o agresividad, es una confrontación de opiniones, de puntos de vista”. Pero a veces da la sensación que hay un sobre exceso de oferta y esto a lo mejor no es bueno. “Es cierto que debería existir una planificación a medio plazo, una mayor y estrecha colaboración entre las distintas entidades culturales. Hacemos contraprogramación sin saberlo. Cuando hay mucha oferta es imposible que el público pueda acceder a ella. Está bien que tenga donde elegir, pero cuando coinciden en fecha, por poner un ejemplo, exposiciones y conferencias del más alto nivel, ahí debería existir mayor coordinación”.

Victoria Abón. / Paco Menjivar

¿Málaga es una ciudad que consume cultura? “Sí, hay mucha gente deseosa de cultura, de disfrutarla y participar de ella. Por eso nosotros damos la posibilidad de vivirla de cerca. Organizamos talleres creativos en coordinación con la UMA, donde se inscriben personas de todas las edades. Emplear el tiempo en ocio y cultura es fabuloso. La sociedad está cambiando y tiene una visión más amplia, más abierta”.

Hablando de edades, la imagen que existe hacia el exterior es que la media de edad de los ateneístas es bastante elevada. “Para nada. Cada vez tenemos un público más joven. Hay muchas actividades que encajan perfectamente con ese público, aunque ninguna actividad está diseñada para ninguna edad en concreto, todas son abiertas. Nuestro cineclub, por ejemplo, es muy interesante, y acude gente de todas las edades”.

¿Cómo se ve la cultura desde el mundo de la política? “Desde la política se ha apostado claramente por la cultura, especialmente, permíteme decirlo, por parte de nuestro alcalde, por cierto, uno de los ateneístas más antiguos. Por supuesto que hay cosas que mejorar, pero el cambio con respecto a hace una década, por marcar un periodo de tiempo, ha sido sustancial. De todas maneras hace falta que se sepa con mayor profundidad lo que es el Ateneo, sus funciones sociales, etc.”. Pues habrá que ayudar a la tarea.

Para empezar, ¿cómo se puede hacer una persona socia? “Es muy sencillo. Actualmente deberá pasarse por nuestra sede en la plaza de la Constitución, aportar sus datos y ya está. Estamos terminando de adaptar la web y en breve se podrá hacer por internet”. Y, algo que le importará mucho a todo el mundo, ¿Cuánto es la cuota que se debe abonar? “Muy poco, alrededor de 8 euros mensuales”.

Uno de los platos.

¿La cuota de socios es el soporte económico? “Básicamente sí, aunque tenemos algunas entidades asociadas como Fundación Unicaja, Diputación, Universidad, Carta Malacitana, Festival de Cine, pero muchas de ellos son colaboraciones en exposiciones, conferencias, etc. Nuestra relación con el Festival de Cine, por citarte un caso, es cada vez mayor. Nos encanta ser sede cultural de la Semana de Cine, con conferencias, mesas redondas y exposiciones. Creo que estas actividades benefician a ambas instituciones. Y nuestra colaboración con la Universidad es muy estrecha, algo lógico si tenemos en cuenta que varios vocales son profesores de la UMA. Este año tenemos programadas seis conferencias”. Y continuamos durante la comida. No se lo pierdan.

La comida

Chopitos de la Caleta de Vélez.

Deseoso estaba Juan Castillo por desplegarnos el recorrido gastronómico que nos tenía preparado y les puedo asegurar que hizo gala a la ganada fama de su establecimiento. Él personalmente con el apoyo de Andrés Sánchez se encargaría de atendernos. Todo un lujo que agradecimos. Para comenzar a abrir boca, y tras descorchar una botella de Excellens de Marques de Cáceres, un vino blanco extraordinario, nos presentó un plato tradicional de la casa como es jamón de auténtica pata negra y queso, plato que precedía a unas anchoas del cantábrico, personalizadas para el establecimiento, con láminas de pan tostado y tomate natural y aceite.

El postre.

Mientras, nosotros continuábamos inmersos en nuestra conversación. ¿Qué objetivos más inmediatos tiene en la actualidad? “Nuestro gran objetivo es reformar el aula Picasso para poder utilizarla para actividades artísticas, aunque somos conscientes de que lo tenemos un poco complicado –imposible reproducir en este espacio lo que vino a continuación, ya que Victoria, todo entusiasmo, llegó a explicarme la historia del edificio, algo digno de conocer por todos los malagueños–. El apartado económico es bastante elevado. Hay que tener en cuenta que no tiene suelo. El que hay está en muy mal estado, solo con las vigas de madera y poco más. Otro objetivo, no menos importante, es afianzar las colaboraciones y poner en marcha multitud de proyectos”. continuamos con la comida con dos platos de la casa: pastel de puerro con albahaca y alcachofas naturales salteadas con almejas, considerado el plato estrella de la casa con toda la razón.

Entrando en el terreno de lo personal, le pregunte por qué cambiaría si estuviese en su mano. “[Silencio] Cambiaría lo que ocurre en África. Me duele el alma por África. Son personas maltratadas y abandonadas por el resto de la sociedad, cuando nuestras raíces proceden de ahí. Nadie quiere abandonar su tierra a no ser que estén muy desesperados”.

Uno de los vinos.

¿Cuál es su reto más actual? “Aparte de sacar a mi familia para adelante, que el Ateneo continúe siendo un referente cultural y de modernidad que represente con orgullo a Málaga”. Unos chopitos a la plancha de la Caleta de Vélez dieron paso a dos platos de categoría: corvina y chuletitas de cordero lechal con patatas a lo pobre al estilo del Cobertizo. Espectacular. Platos que degustamos acompañados por una botella de Beronia edición limitada, selección de bodegas Lara.

Y para finalizar, una selección de postres de la casa realmente buenos: tocino de cielo, tarta de naranja, flan de chirimoya y tarde de chocolate, sencillamente riquísimos. Vaya desde aquí nuestra felicitación a todo el equipo del Cobertizo con Juan Castillo a la cabeza, a los que deseamos otros treinta y ocho años, como mínimo, de éxitos. Y quiso terminar este encuentro Victoria con un mensaje para su antiguo presidente y compañero del Ateneo.

“A Diego Rodríguez Vargas, de cuyo equipo formé parte durante su presidencia quiero decirle que siempre será mi maestro. Él no solo es mi presidente, es mi amigo. Siempre está ahí. Para mí siempre será el presidente y un referente a seguir. Lo quiero muchísimo”. Y con estas palabras de gratitud finalizamos esta entrevista con una mujer que transmite energía positiva a raudales. Arte, cultura, sentimientos, humanidad…Victoria Abon.

Los vinos

Tinto: Beronia edición limitada

Bodegas Lara

D.O. Rioja, destaca por sus aromas profundos a frutos rojos. Vino equilibrado y muy bien estructurado. Muy recomendable.

Blanco: Excellens de Marques de Caceres

Magnifico vino de la D.O. Rueda, aporta aromas profundos, destacando las notas de fruta tropical. Un vino fresco, goloso y complejo. Maridó a la perfección con los platos degustados.

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