"La violencia de género es la expresión más cruel de la desigualdad"

Sagrario Nieto Vera. Abogada, feminista y experta en violencia género

Tres décadas de lucha feminista le hacen valorar los logros alcanzados por las mujeres, pero advierte que la pelea es contínua para no dar marcha atrás en derechos conquistados

La abogada en el edificio del centro de Málaga en el que tiene su despacho.
La abogada en el edificio del centro de Málaga en el que tiene su despacho.
Leonor García

08 de octubre 2017 - 09:03

Puede que haya en Málaga quien no conozca a Sagrario Nieto Vera. Pero diciendo Yayo casi todo el mundo sabe de quién se habla: una abogada de izquierdas , comprometida con el movimiento feminista y la lucha contra la violencia de género.

-Es de Málaga, creció en Sevilla y volvió a Málaga. ¿Cómo vive el pique entre estas dos ciudades?

-No tengo ningún pique. Conservo grandes amigas sevillanas del colegio. Sevilla es una ciudad preciosa. No estoy de acuerdo con que Sevilla sea lo mejor del mundo, pero creo que tenemos algo que aprender de los sevillanos porque cuidan mucho su patrimonio. Los malagueños siempre hemos sido demasiado cosmopolitas y no hemos puesto en valor el patrimonio; aunque ahora sí se está empezando a poner en valor. Creo que cada ciudad es muy peculiar. El carácter de las personas que viven en el interior y el de las de zonas costeras es distinto. El malagueño es mucho más abierto, pero como todo tiene su parte buena y su parte mala. En este país, y más en los momentos en que estamos viviendo ahora, la diversidad enriquece. Ser todos iguales es bastante aburrido. La riqueza cultural está en la diversidad.

-Ha trabajado mucho en el ámbito de la mujer ¿Ve la copa medio llena o medio vacía?

-Yo soy optimista por naturaleza. La quiero ver medio llena, pero la verdad es que nos queda muchísimo por hacer. El problema es que en esta lucha, en la que llevo más de 30 años, no consolidamos los logros. Cuando creemos que hemos alcanzado algo que nos ha costado mucho, llega algo y en cinco minutos empezamos a dar marcha atrás. Nos pasó con la ley del aborto. Llegó un señor [el ex ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón] y quiso dar marcha atrás en un derecho que teníamos consolidado. Y por alguien dentro del PP que se creía que era progresista... Al final no se aprobó porque volvimos a salir a la calle. Tuvimos que volver a manifestarnos para que no se tocase un derecho que nosotros considerábamos que estaba ya consolidado. Con la ley de plazos, aprobada por Zapatero, una mujer dentro de un plazo determinado no tiene por qué explicarle a nadie por qué quiere abortar, sino simplemente ejercitar el derecho a decidir sobre su cuerpo.

-¿Qué le llamó más la atención cuando empezó en el feminismo?

-La reacción del patriarcado... Ni tus amigas entendían cuáles eran las reivindicaciones. Entonces había muchas cosas por conseguir porque acabábamos de salir de una dictadura. Era un país conservador y patriarcal donde las mujeres teníamos asumido un rol reproductor. Las mujeres empezábamos a llegar a las universidades, pero todavía el patriarcado estaba muy arraigado. Yo tampoco era consciente de la educación que habíamos recibido y de las diferencias. Siempre me llamó la atención el rechazo de la palabra feminista

, cuando si lo buscas en la RAE es la defensa de la igualdad entre hombres y mujeres. Pero la gente sigue entendiendo el feminismo como algo reprochable.

-¿Sigue haciendo falta el feminismo?

-Sí. Cada vez que damos un paso para adelante, el patriarcado se rearma y volvemos hacia atrás. La constatación real y objetiva de que sigue haciendo falta son las 32 mujeres asesinadas en lo que va de año por violencia machista. La mayor causa de asesinatos de mujeres es la violencia de género. La violencia de género no es más que la expresión más cruel de la desigualdad entre hombres y mujeres. Hace falta el feminismo por esas mujeres, por los menores asesinados, por los hijos huérfanos y por el entorno familiar que sufre ese asesinato. Y por todas las mujeres que siguen sufriendo la violencia de género no sólo en su relación de pareja. La ONU reconoce como violencia de género todo tipo de desigualdad. Las mujeres seguimos sin estar en puestos de responsabilidad, cobrando menos dinero por el mismo trabajo; no hay un reparto de tareas equitativo... Se sigue insistiendo además en las denuncias falsas [sobre violencia de género]. El foco se pone sobre la que miente, no sobre todas las afectadas y asesinadas por violencia de género y sus hijos cuando las denuncias falsas según datos del Consejo General del Poder Judicial, que no puede ser tachado de feminista, son apenas el 0,01%.

-¿Qué otras medidas se pueden tomar para atajar la violencia de género?

-Lo más eficaz sería tomar medidas educativas de prevención, que haya un cambio educacional en nuestros niños y niñas. No va a haber igualdad entre hombres y mujeres si seguimos educando a niños y niñas de forma diferente. Seguimos educando en rosa y en azul, seguimos estableciendo estereotipos en los cuentos, continúan las canciones misóginas, prosigue el mito del amor romántico. No podemos decir a la gente cuando llega al mercado laboral o las universidades que somos iguales cuando desde la cuna te ponen un color o te regalan juguetes sexistas. A las niñas se les siguen regalando muñecos para cuidar, lo que refuerza su rol de cuidadoras. Sin embargo, a los chicos no. ¿Por qué no regalarle a ellos muñecos si queremos que luego sean padres comprometidos? No, le seguimos regalando armas a los chicos. Seguimos estableciendo los mismos roles y estereotipos de género desde nuestra más tierna infancia. Después esta sociedad no puede decir que somos iguales. La educación es lo principal.

-¿Y otras medidas?

-Mientras esto no cambie y parece que va para largo, hay que atender a esas mujeres víctimas de violencia de género y a sus hijos. Y lo primero es que no sean doblemente víctimas, del maltratador y de las instituciones. Si a una mujer que le tiene miedo a su maltratador le decimos que denuncie y le toca un abogado o un policía que no le creen... Si no hay formación en violencia de género, la gente que va a atenderla no va a entender el proceso de esa violencia y la vamos a victimizar. Por eso muchas mujeres dicen que encima que están contando la verdad, nadie les cree.

-Hubo un pacto de estado sobre violencia de género...

-Hubo un pacto de Estado, pero es papel mojado porque no hay dotación presupuestaria. [El ministro de Hacienda] Montoro ya ha dicho que va a seguir con el mismo presupuesto. Desde el movimiento feminista se pedían unos 200 millones anuales a nivel estatal por parte del Gobierno central. Esos 200 millones que parece que se han conseguido para el año que viene, que puede que haya, finalmente estarán repartidos entre el Gobierno central, comunidades autónomas y ayuntamientos. Eso es papel mojado. Se han hecho la foto, pero sin dotación presupuestaria ocurrirá lo mismo que con la Ley de Dependencia, que sin presupuesto sirve para muy poquito.

-¿A favor o en contra de los vientres de alquiler?

-En contra. Es una forma más de explotación del cuerpo de la mujer y una potenciación del tráfico de una parte del cuerpo de las mujeres y de los niños y niñas. Atenta contra los derechos humanos de los colectivos más vulnerables y contra la dignidad de las mujeres y de los niños. No se puede confundir un derecho, como el derecho a la dignidad, con un deseo, que es el de ser padre. Ningún tratado internacional, ninguna constitución reconoce el derecho a ser padre. Se reconoce el derecho a formar una familia. Pueden formar una familia de otra forma, pero quieren que sus hijos lleven sus genes. Además, los vientres de alquiler son un negocio que mueven millones a través de las agencias intermediarias y las clínicas privadas.

-Como abogada es autónoma. Este sector siempre se queja de los pocos derechos que tiene. ¿Usted cómo ve la situación?

-Fatal. Somos trabajadores por cuenta propia, pero estamos dejados de la mano... Nos consideran como empresarios y no tenemos los derechos que tienen los trabajadores por cuenta ajena. Estamos en terreno de nadie. Hace falta desarrollar una ley de autónomos porque yo no me puedo permitir el lujo de ponerme enferma, ni entrar en un ERE. La situación es la más vulnerable dentro de todos los trabajadores.

-¿Como abogada qué solución encuentra para Cataluña?

-Cataluña no puede tener una solución legal, tiene que tener una solución política. Es un conflicto político; ni policial, ni jurídico. Intentar dar una solución jurídica a este tema nos está poniendo en la situación que tenemos ahora mismo, en la que estamos creando un monstruo entre todos y entre todas. La única solución es una mediación política.

-Si tuviera que hacer una carta a los Reyes Magos, ¿qué proyecto o proyectos de Málaga incluiría?

-Proyectos, proyectos. Los Baños del Carmen, la solución al río Guadalmedina y por supuesto los parques periurbanos. Málaga es una ciudad muy bonita, pero carente de zonas verdes y de esparcimiento. La recuperación que se ha hecho del Campamento Benítez me parece una tomadura de pelo para la ciudadanía. Yo alabo el primer paso de que por lo menos se abran las puertas, pero hay que adecentarlo. Porque ya está bien de que los malagueños se tengan que ir a los pueblos cercanos para pasear a los niños porque no hay un gran parque en Málaga.

-¿Qué le parece un hotel de 35 plantas en el puerto?

-Horroroso, fatal. Málaga no necesita para decir que es moderna tener rascacielos. No creo que un rascacielos deba ser la imagen que se dé de la bahía. Pero vamos, hay otro proyecto en la zona oeste de la ciudad, en terrenos cercanos a San Patricio, donde se contemplan tres grandes torres y la explicación que se dio por parte del arquitecto que hizo el PGOU era que cuando entrabas en barco, la bahía era poco sinuosa. Mire usted, la mayoría de la ciudadanía malagueña no tiene barco ni amigos que tengan barco.

-Como mediadora ¿qué papel le da a la mediación en el engranaje judicial?

-Es fundamental. Es una herramienta muy poco conocida por la ciudadanía. Realmente consigue evitar muchos conflictos. Da lugar al refrán que usamos los abogados, de que es mejor un mal acuerdo que un buen pleito. Siempre es mejor un acuerdo que alcancen las partes que una solución que imponga un juez. Pero aún cuando en la mediación no se consiga llegar a un acuerdo, lo que sí es importante es que abre o mejora la comunicación entre las partes con el objetivo de que lleguen a solucionar un conflicto. Por eso en Cataluña ahora había alguna propuesta de nombrar a un mediador internacional, que es lo que tendrían que haber hecho hace mucho tiempo.

Más de 30 años luchando por la igualdad

Sagrario Nieto Vera es malagueña. Pasó su infancia y adolescencia en Sevilla y luego volvió a Málaga, la ciudad donde dice que quiere morir. Aquí estudió Derecho. Desde jovencita tuvo claro que las mujeres debían luchar por la igualdad. Eran los años del posfranquismo y había demasiados derechos por conquistar. Como asesora jurídica de la asociación La mitad del cielo ayudó a muchas inmigrantes y como abogada del Centro de Información de la Mujer de la Mancomunidad Sierra de las Nieves informó y acompañó a muchas víctimas de violencia de género. Comprometida con la lucha contra esta lacra social y con los valores del feminismo, en 1999 llegó a la dirección del Servicio Provincial de la Mujer de la Diputación. Luego fue elegida concejal del PSOE por la ciudad de Málaga (2003-2007). Como letrada se especializa en Derecho de Familia, Derechos Humanos y violencia de género. Es mediadora en procesos de familia, mercantiles y penales. Tras su paso por puestos institucionales y cargos públicos, ahora ha vuelto a su despacho jurídico. Optimista y vital, valora lo conseguido por la mujer, pero alerta que al menor descuido se da marcha atrás en los derechos conquistados.

stats