"Como me pongáis nervioso, os mato a los tres", así fue el violento atraco a punta de pistola a una familia en Málaga

Antonio, Angustias y su hija Isabel estaban viendo los toros cuando sonó el timbre de su casa, en un octavo piso de Carretera de Cádiz, en la capital malagueña. 20:30, no era noche cerrada aún y flujo de transeúntes no había decaído. Él se levantó para ver quién era. No los reconoció y preguntó. Al otro lado, uno de los dos individuos que aguardan en el rellano se identificó como policía. El padre de familia lo creyó. Abrió la puerta sin pensar que en realidad eran ladrones y que portaban una pistola con la que lo iban a encañonar. Ya en la vivienda, los presuntos delincuentes también amenazaron a las mujeres: "Como me pongáis nervioso, os mato a los tres". Se llevaron, sobre todo, joyas.

"El que se identificó como policía -oculto bajo unas gafas de sol- me dijo que le había dado un porrazo con la moto al otro hombre que lo acompañaba y que me había quitado de en medio", cuenta Antonio. Le comentó que era "imposible" porque ese día no había movido el automóvil de dos ruedas. En ese momento, supo que las intenciones de los hombres no eran buenas. Pero, no le dio tiempo a reaccionar. En cuestión de segundos, el falso agente, supuestamente, sacó a relucir una pistola que colocó sobre su cara y con la que lo empujó para colarse en el domicilio.

Ya en el salón de su casa, explica que le "amarraron con una especie de bridas". Con su hija quisieron hacer lo mismo. Sin embargo, esta se resistió; del mismo modo que se opuso a que la encerraran en el baño. "Espósala y que se esté quieta, si no, pégale un tiro en la pierna". Esta fueron las palabras que uno de los presuntos delincuentes lanzó a su colega tras percatarse de que la mujer, que padece discapacidad auditiva, intentaba hacerles frente. Finalmente, el malhechor reaccionó empujándola contra el suelo. "La podría haber matado", lamenta Antonio.

Mientras el individuo que portaba el arma amedrentaba a la familia, siempre de acuerdo con su testimonio -compartido con Málaga Hoy- en la estancia principal de la vivienda, el otro, presuntamente, accedía al dormitorio del matrimonio. Angustias había sacado poco tiempo antes la caja donde guardaba joyas -algunas, de oro- porque quería llevar a arreglar unos pendientes. El estuche con las alhajas se quedó encima de la cómoda. El supuesto ladrón ni siquiera rebuscó entre las pertenencias de la pareja, tenía el botín delante de sus ojos. El valor de lo sustraído supera, según la estimación inicial de las víctimas, 20.000 euros.

Ya las manos llenas, los supuestos autores del atraco "se fueron corriendo escaleras abajo". El servicio de Emergencias 112 Andalucía recibió un aviso que alertaba del violento robo unos minutos después de que sucediera. Hasta el lugar fueron movilizados efectivos de la Policía Nacional y los servicios sanitarios.

Y es que la madre y su hija, de 78 y 55 años -respectivamente-, tuvieron que ser atendidas por los facultativos en el lugar de los hechos. Angustias presentaba un alto estado de nerviosismo e Isabel presentaba "un hematoma grande en la cabeza, además de que le dolían las costillas y el brazo", por lo que tuvo que desplazarse más tarde, por sus propios medios, hasta el Hospital Regional Universitario de Málaga.

A Antonio, a un paso de cumplir los 80 tras una vida dedicada a la conducción de coches de caballos, se le acelera el corazón cuando vuelve a oír el timbre de su casa. No se explica por qué los ladrones fueron en su búsqueda o si simplemente fue el azar. En cualquier caso, confía en la labor de los agentes de la Policía Nacional, que ya han abierto una investigación para esclarecer los hechos e identificar a los presuntos responsables.