La virgen que dio la victoria a los Reyes Católicos

Allá por finales del siglo XIX, la conocida calle Compás de la Victoria recibía el nombre oficial de Alfonso XII, denominación que se debía a que su configuración urbanística definitiva se produjo coincidiendo con la Restauración borbónica de 1875 que llevó al trono al joven monarca. Más tarde, durante la II República, recibió el nombre de Mariana Pineda, pero después de la Guerra Civil se le dio de nuevo el nombre popular con el que se ha mantenido hasta la actualidad. El origen de esta calle está en el acceso al convento de monjes mínimos de la Victoria, que dio nombre a un barrio que acoge al templo en el que se encuentra la patrona de la ciudad desde la conquista de ésta por los Reyes Católicos en agosto de 1487 y después de un largo asedio que se prolongó durante tres meses.

Según el historiador Víctor Heredia, en esta posición elevada, protegida por el cerro de San Cristóbal y otros montes próximos, "el rey Fernando instaló su campamento y desde aquí dirigió el sitio de la ciudad". Fue después cuando se fundó una ermita que, algunos años después, los monarcas cedieron a los frailes de San Francisco de Paula, de la orden de los Mínimos, para que fundaran un convento. Cuenta la tradición, dijo Heredia, que "durante el asedio el mismo santo visitó al rey y le anunció la inminente caída de la ciudad, gracias a la intervención de la imagen de la Virgen que el rey tenía en su campamento y parece que fue un regalo del emperador Maximiliano de Habsburgo". De ahí la advocación de la Victoria con que fue denominada desde entonces. Cuando se produjo el proceso desamortizador impulsado por el primer ministro Juan Álvarez Mendizábal en 1836, que supuso la expropiación de las propiedades eclesiásticas para su posterior venta por parte del Estado, el edificio conventual fue entregado en 1843 al Ramo de Guerra para ser destinado a Hospital Militar y la iglesia quedó como parroquia. Las huertas de los frailes fueron vendidas a particulares y sus terrenos sirvieron en las décadas siguientes para consolidar el crecimiento urbanístico del barrio de la Victoria. La urbanización del Compás de la Victoria se produjo cuando Francisco Mitjana adquirió los terrenos y a partir de 1871 creó un barrio de viviendas pequeñoburguesas dotado de una plaza ajardinada, que cedió a la ciudad. Desde mediados del siglo XX algunos de aquellos primigeníos inmuebles han sido sustituidos por bloques de viviendas y desde 1986 el centro neurálgico de esta zona es la actual plaza del Santuario.