Sospechan de un virus gastrointestinal que pudo contagiar un trabajador del IES Salvador Rueda de Málaga: no hubo intoxicación
La investigación apunta a que un empleado de la cafetería transmitió el germen al manipular los alimentos
Hubo 83 alumnos y personal del centro afectados con fiebre, vómitos y diarrea
Ascienden a 83 los afectados por una intoxicación alimentaria en el IES Salvador Rueda en Málaga
Médicos aseguran que aumentan los casos de gastroenteritis con cuadros de diarrea y vómitos
No hubo intoxicación alimentaria. La investigación que la Delegación de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía abrió la semana pasada para determinar lo ocurrido después de que 83 alumnos y profesores presentaran síntomas como fiebre, diarrea y vómitos ha dado un giro. Todo apunta a que los afectados sufrieron un virus gastrointestinal que nada tuvo que ver con un alimento en mal estado consumido en el centro escolar. Sospechan de un trabajador de la cafetería que estaba infectado y que pudo provocar los contagios al manipular la comida que, posteriormente, se sirvió, según ha podido saber este periódico.
Así, fuentes del entorno escolar indican que se descarta la intoxicación que, en un principio, se contemplaba y que habría supuesto un cuadro más grave. Al tratarse de un virus estomacal los síntomas son similares aunque más leves, mientras que la recuperación oscila entre los 2 y los 3 días.
Una vez una persona se ha contagiado, el virus produce un cuadro característico (el clásico de una gastroenteritis). En este caso no se ha registrado ningún ingreso hospitalario. La evolución de todos los contagiados era favorable.
La rápida actuación del Ayuntamiento de la capital y de la Delegación de Salud evitó que el germen se siguiera propagando. Hasta el instituto, ubicado en la barriada malagueña de Los Corazones, acudieron dos inspectores para analizar lo ocurrido. Se tomaron muestras y decretaron el cierre cautelar de la cafetería hasta que se conocieran los resultados de los análisis. Por el momento, sigue clausurada.
La alerta saltó el pasado viernes. Tras detectarse los casos, la dirección del centro dio aviso a la empresa encargada de la cafetería y se activó el protocolo epidemiológico establecido para estas situaciones.
Cabe recordar que la forma más frecuente de desarrollar gastroenteritis viral es a través del contacto con una persona infectada o mediante el consumo de alimentos o agua contaminados. La principal complicación asociada a estas infecciones es la deshidratación, como ocurre a menudo en patologías que cursan con diarrea y vómitos frecuentes.
Suben los casos de gastroenteritis con diarrea y vómitos
A mediados de marzo, este periódico se hizo eco de un repunte de casos de gastroenteritis que médicos de centros de salud de Málaga habían detectado desde la pasada Semana Blanca. Cursan con mal cuerpo, cansancio, vómitos, náuseas y diarrea. "Son típicos de esta época en la que cambian las temperaturas. Con la proximidad de la primavera afloran los virus intestinales", explicaba entonces el vicepresidente del Colegio de Médicos de Málaga y facultativo de Atención Primaria, José Antonio Trujillo.
Asimismo, añadía que cuando entra el frío en otoño suben los virus respiratorios y al llegar el calor, el ascenso es de los intestinales.
Sin embargo, la Delegación de Salud replicaba no tener constancia de ninguna alerta ni incremento extraordinario de casos y que son los "habituales" de esta época.
Por su parte, Trujillo apuntaba que suelen ser cuadros que duran de dos a cuatro días y remiten. Generalmente, son casos leves. "Pero son virus muy contagiosos", indica. Por eso, tanto en el ámbito familiar como laboral, suelen propagarse con facilidad. Fundamentalmente son los norovirus y los rotavirus. "Se transmiten por las gotitas de la saliva, que quedan en las superficies y los utensilios y cuando alguien los toca, se contagia", agrega Trujillo.
En sí mismos suelen ser cuadros sin mayor impacto en la salud de las personas -salvo por los síntomas- que remiten en pocos días. Pero Trujillo advierte que hay que extremar la vigilancia en niños, ancianos y pacientes vulnerables por patologías crónicas ya que pueden deshidratarse. Señalaba además que si la persona infectada no tiene enfermedades importantes y está bien hidratada, "la dejan hecha polvo, pero tras tres o cuatro días, ya está".
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