La Málaga de los rascacielos toma forma

Málaga/La Málaga de las grandes torres empieza a tomar forma. De la teoría dibujada en forma de aprovechamientos sobre el planeamiento de la ciudad, hace ahora más de una década, a la imagen teórica que tendrán edificios de 21 y 30 plantas sobre los suelos de Torre de Río (255 pisos), en la parte más occidental del litoral de la capital, y la parcela antiguamente ocupada por el rastro de Martiricos. Dos promociones que simbolizan el empuje de la capital de la Costa del Sol como nuevo centro del interés inversor en una industria, la del ladrillo, en crecimiento.

La primera, con Metrovacesa y la firma de Carlos Lamela como referentes; la segunda, con AQ Acentor, que fue actualidad pocas semanas atrás tras hacerse con la propiedad de unos inmuebles que, una vez ejecutados, marcarán el nuevo skyline de la ciudad, con 126 metros de altura, en las proximidades de La Rosaleda, al borde mismo del Guadalmedina.

Ambos proyectos son protagonistas de la XV edición del Salón Inmobiliario del Mediterráneo (Simed), que ofrece al visitante un catálogo alimentado por unas 22.000 viviendas en venta, con 160 empresas representadas. Pero si bien cualquier potencial comprador tiene la posibilidad de ofertar por los pisos de Torre del Río, cuyos precios alcanzan los 3,5 millones de euros, tendrá que limitarse a conocer los detalles de la operación de Martiricos a la espera de que abra la oficina de venta.

"La previsión es que la comercialización se inicie en unos tres meses", explica uno de los comerciales de AQ Acentor en el expositor que la firma tiene en el Simed. "Ahora lo que estamos haciendo es dar a conocer el proyecto, pero aún no se hacen reservas", señala.

La apuesta del grupo inversor de origen alemán pasa por destinar íntegramente una de las dos torres a viviendas (con unas 300), incluyendo estudios y pisos de cuatro dormitorios; la otra será repartida al 50% entre uso hotelero y pisos en alquiler. Y ambas con piscina, espacios coworking, gimnasio...

Y un añadido propio de los nuevos productos residenciales. "Los propietarios dispondrán de una aplicación para poder gestionar servicios varios, como lavandería o pedir el cambio de una bombilla", explica. "El objetivo es que cuando llegue a casa se despreocupe de poner la lavadora", apostilla.

Una sistema parecido es el que tendrán los habitantes de Torre del Río, que, según sus promotores, tendrá la categoría de "nueva milla de oro" de la capital de la Costa del Sol. En este caso, mediante una aplicación móvil estos residentes podrán reservar el gimnasio, las pistas deportivas o las salas de cine que completarán la oferta.

Miguel Fajardo es el gerente del Picasso Towers, nombre con el que ha sido bautizado. De acuerdo con los números actuales, el 38% de las viviendas del primero de los edificios diseñado por Lamela cuenta ya con reservas firmadas. "La previsión es que de aquí a final de año vendamos el 50%", expone. Destaca que hay muchos clientes interesados pero que están esperando a conocer todos los detalles del inmueble. Una precisión que va a poder tener al alcance de su mano en el expositor del Simed.

"Hay muchos que confían en Metrovacesa pero otros esperan a que todo esté definido antes de decidirse", comenta. El calendario que maneja la promotora para este edificio es que, una vez superado el informe de seguridad aérea, puedan iniciarse los trabajos de construcción en diciembre o enero. A partir de ahí, unos 24 meses. "Para finales de 2021 o principios de 2022 debe empezar a entregarse la primera torre", explica Fajardo.

La operación de Torre del Río incluye otro edificio, bautizado como Halia, y que está en comercialización. Del conjunto, hay un 70% de contratos. Para el gerente de la iniciativa, esta parte del litoral se convertirá en la mejor zona de la ciudad. "El cliente capta que esta es la zona de expansión y que va a ser la mejor; no solo por nuestro proyecto; también está La Térmica, el Pato II y Nereo empieza a moverse; todos con proyectos muy sólidos", destaca.