El pequeño azul: zonas de buceo en Málaga
Naturaleza
El proyecto de la senda marina de la Diputación promete convertir el fondo subacuático malagueño en una ruta dedicada a la protección medioambiental
Bajo las aguas de nuestro litoral nos espera todo un universo de vida y color por descubrir
Mirar al mar, a nuestro pequeño azul mediterráneo, y soñar con las zonas de buceo de Málaga que las aguas atesoran bajo el oleaje. Pensar en ellas para sacarles un provecho con el que protegerlas, ese es el oxímoron que se ha marcado como meta la Diputación Provincial de Málaga en un proyecto que ha llamado en un primer momento Senda Azul: un nuevo proyecto/desafío con el que se pretende proteger los recursos marinos a la vez que se suman como otro atractivo turístico más de los municipios del litoral. Llenar el fondo del mar de visitantes para recordar que debemos cuidar de él.
Una iniciativa propuesta por el actual presidente de la Diputación, Francisco Salado, y que promete acometer en caso de volver a liderar la institución. Una iniciativa que completaría el proyecto de la Senda Litoral que se expande a lo largo de los 180 kilómetros de nuestra costa. "El siguiente paso a la Senda Litoral", afirmó Salado el pasado 26 de abril de 2019, durante el acto del Día de Málaga, "es la Senda Azul, con el que podremos en valor la riqueza submarina de la provincia, protegiendo e investigando los yacimientos arqueológicos, creando arrecifes artificiales, hundiendo pecios… para proteger la flora y fauna marina y para crear nuevas actividades náuticas, deportivas y turísticas".
A Juan Jesús Martín Jaime, biólogo y socio fundador del Aula del Mar, por su parte, le parece "muy interesante fomentar un turismo responsable submarino en la costa de Málaga, ya que de este modo se puede dar visibilidad a la situación ambiental de los fondos marinos, ocultos para la mayoría de la población". Porque en ocasiones el desconocimiento de nuestro patrimonio medioambiental supone un escollo para su protección.
"Su conocimiento y su valor como recurso turístico puede ser una oportunidad para su conservación. Nadie valora lo que no conoce. Es el caso de los Baños del Carmen, desde nuestra Asociación para la conservación del medio marino, Aula del Mar de Málaga, hemos realizado una alegación a Costas para que no se realice vertido de arena para generar una playa artificial a poniente de los Baños, ya que eso pondría en peligro este oasis submarino idóneo para el buceo snorkel, con gafas y tubo", sentencia Martín.
Y con el fin de aumentar el conocimiento de nuestro litoral, y con la inestimable colaboración de Francisco Javier Ortiz Duarte, submarinista experimentado, educador medioambiental y colaborador del Aula del Mar, listamos una serie de zonas de la costa malagueña hermosas y perfectas para disfrutar con máscara y tubo:
Paraje de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo (Zona 1)
El litoral del Paraje de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo es sin lugar a duda la mejor zona para la práctica del buceo. Esta zona del litoral es un espacio casi virgen de la costa malagueña: con acantilados de hasta 250 metros de altura esta declarado Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM) desde el año 1989.
En sus 12 kilómetros de costa destacan la cascada de Maro y la habitual visión de cabras montesas por sus escarpados riscos. Un sitio idóneo para hacernos un selfie para Instagramselfie, pero con cuidado de no despeñarnos por ellos; no todo vale a la hora de ser influencer.
Mientras, ya en el interior de sus frías aguas, es posible ver algún pez luna, junto con el resto de la representación característica de la fauna marina mediterránea. También se puede ver en su fondo grandes praderas de Posidonia oceanica, que es una planta acuática, endémica de nuestro Mediterráneo y que ejerce una gran labor en la protección frente a la erosión de la línea de costa.
Tiene características similares a las plantas terrestres, como raíces, tallo rizomatoso y hojas cintiformes de hasta un metro de largo dispuestas en matas. La Posidonia oceanica florece en otoño y produce en primavera frutos flotantes que son conocidos como olivas de mar.
Roqueo de Mezquitilla (Zona 2)
El Roqueo de Mezquitilla es una zona del litoral comprendido entre Vélez-Málaga y Torrox. Supone una línea costera muy bonita con un entorno de rocas dispersas.
En esta zona se puede encontrar fauna tanto de roca como de arena y cerca de allí descansan los restos del pecio Delfín, hundido a seis metros de profundidad en el año 1939, testigo mudo e involuntario del devenir del fondo de nuestra costa a lo largo del último tercio de siglo.
Litoral de Rincón de la Victoria (Zona 3)
En el frente litoral de Rincón de la Victoria destacamos los roques, el peñón de La Araña, el peñón del Cuervo y la Torre del Cantal.
La diversidad de fauna y flora de esta zona marina es el resultado de un acantilado bajo con fondos poco profundos junto a la costa de Rincón de la Victoria.
En tierra podemos encontrar la vulnerable planta endémica el Limonium malacitanum. Conocida como siempreviva esta es una planta perenne que se presenta cerca del mar, en los acantilados o sobre roquedos con influencia marina. Por desgracia, actualmente se encuentra en peligro de extinción, por lo que debemos extremar su cuidado.
En cuanto a los fondos marinos de esta zona, en ellos encontraremos encontraremos distintos tipos de moluscos de roca, estrellas de mar y fauna mediterránea característica.
Playa de los Baños del Carmen (Zona 4)
La playa de los Baños del Carmen cuentan con 550 metros de longitud y tiene un roqueo artificial, en el que se alcanzan poco más de cinco metros, que ha generado un ecosistema digno de proteger.
Juan Jesús Martín Jaime, biólogo y socio fundador del Aula del Mar
"El conocimiento y el valor como recurso turístico de los fondos marinos malagueños pueden suponer una oportunidad para su conservación porque nadie valora lo que no conoce"
Esta zona del litoral de Málaga tiene una población de gorgonias y cardúmenes o bancos de peces pequeños como castañuelas y bogas, bastantes espirógrafos y también la presencia de nudibranquios que no se suelen ver por otras zonas de la costa urbana más perjudicadas por las acciones del ser humano.
Roqueos Benalmádena y la Cala de Mijas (Zonas 5 y 6)
Los roqueos Benalmádena y la Cala de Mijas comprenden roqueos separados por núcleos urbanos, entre los que destacan Las Yucas y Torremuelle de Benalmádena, y el Faro de Calaburras que se alza en Mijas Costa.
Este entorno del litoral malagueño muestra unas preciosas formaciones rocosas y, por desgracia, es la zona que quizás esté siendo más castigada por la presión de la pesca deportiva.
A lo largo de este litoral es donde ya comienza a encontrarse y mezclase el mar Mediterráneo con el océano Atlántico, creando movimiento marinos y fuertes diferenciales de temperatura que generan un gran contraste.
En el entorno del Faro de Calaburras vamos a localizar la últimas poblaciones de la planta submarina Posidonia oceanica por lo que se encuentra al límite de su distribución.
Cabopino (Zona 7)
En Marbella, la zona del litoral conocido como Cabopino se presenta como un espacio de rocas y arena en el que encontramos, en tierra, un complejo dunar de gran valor ecológico que, casi como si de un milagro moderno se tratara, aún resiste a la presión urbanística.
En los fondos marinos de Cabopino ya se va alternando algo la fauna atlántica con la mediterránea. También, no lejos de esta zona, alrededor de la antigua torre a donde llegaban las cargas de mineral proveniente de las canteras cercanas -en la conocida como playa del Cable-, se ha generado un área con una intensa vida marina que supone un punto fundamental para la práctica del buceo.
Roqueos entre San Pedro y Sabinillas (Zona 8)
Para finalizar, en los roqueos entre San Pedro y Sabinillas ya se ve claramente la influencia atlántica en nuestros fondos marinos, con algún pecio a poca profundidad que sirve de refugio para numerosas especies tanto de fauna como de flora.
Entre ellos, debemos destacar la presencia del invertebrado más amenazado del Mediterráneo occidental la Patella ferruginea, que es un gasterópodo endémico de esta zonal. Se distingue de otras lapas mediterráneas por su concha grande y recia y por las gruesas y elevadas costillas que presenta, que determinan que el borde sea muy sinuoso.
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