Abdel Abqar, el canterano que regresa como titular del Alavés

Abdel Abqar (Settat, 1999) llegó a Málaga en su último año de juvenil desde la hoy muy de moda Academia Mohammed VI. De allí salieron un puñado de los jugadores que han hecho historia con Marruecos llegando a las semifinales del Mundial de Catar. El buen resultado con En-Nesyri derivó en la llegada desde el país vecino de otros jugadores como Hicham Boussefiane y el central que ahora destaca en el Alavés, donde se ha convertido en pieza clave en los planes de Luis García Plaza. Antes había estado Sofian Chakla, que estuvo cerca de volver en su etapa en el Villarreal, o ahora Haitam Abaida, lesionado a expensas de pasar por el quirófano. O Bilal, ahora capitán del filial.

Abqar llegó a debutar con el primer equipo del Málaga CF. Lo hizo de la mano de Juan Ramón Muñiz en un partido de Copa del Rey ante el Almería, en 2018, aún con 19 años. Fue la temporada en la que el Atlético Malagueño jugó en el Grupo 4 de Segunda B, allí fue titular habitual. También en la temporada siguente estuvo en el filial, entrenando regularmente con el primer equipo, pero acabó saliendo en el verano de 2020 se marchó al Alavés. Dos años en el equipo nodriza fueron la antesala de su consolidación en el primer equipo, en el que ha jugado 18 partidos como titular.

Criado al sur de Casablanca, Abqar destacó por su personalidad en el campo y por su agresividad, a veces ganándose alguna tarjeta amarilla de más, en su etapa en La Rosaleda. Tras el año en el juvenil y los años en el filial, estaba en esa frontera en la que o se da el paso hacia arriba o se salía y eligió entonces marcharse rumbo al País Vasco. Tras dos años en el filial, en esta pretemporada convenció a Luis García Plaza y ha sido fijo en casi todos los partidos, con sólo una suplencia y también algún cambio en el minuto 45 por su fogosidad. Cumplió partido de sanción por acumulación de amonestaciones. Este domingo regresa a La Rosaleda convertido en central titular, jugando por los dos perfiles, de un candidato al ascenso. Las vueltas del fútbol son inescrutables.