Aligar otra Champions
Málaga cf | osasuna
El Málaga recibe a Osasuna en plena depresión tras su eliminación europea y con la obligación de ganar para seguir peleando por la cuarta plaza . La Rosaleda ovacionará a sus héroes
Aún escuece lo de Dortmund. Probablemente lo hará para siempre. Sin tiempo siquiera para que la herida haya cicatrizado un poco, jugadores y afición harán de tripas corazón para intentar disfrutar de una nueva aventura europea la próxima temporada. El palo ha sido gordo, pero todos desean repetir. Para eso tendrán que hacer un final de curso espectacular. 5 puntos (4 más el average) separan al conjunto blanquiazul de la cuarta posición. Quedan 24 por jugarse y el premio de consolación de la Europa League no es nada despreciable. Si bien es cierto que el caviar de la Champions es un caramelo difícil de olvidar, mantenerse en competición europea es vital para el futuro del proyecto y de la entidad.
Para más inri, la resaca de los cuartos de final ha dejado a Pellegrini sin Toulalan. El francés se fracturó un dedo del pie y se perderá el próximo mes de competición como mínimo. El chileno pierde a su brújula más preciada en el momento clave del curso, tal y como ocurriera la temporada pasada.
Será de nuevo el momento de Camacho e Iturra. Ambos sostuvieron al equipo cuando el galo se lesionó a principios de curso. Otra vez recaerá el peso sobre ellos, aunque ya han demostrado de sobra su capacidad para salir adelante. Como el resto. Pese al bajón que ha supuesto la cruel eliminación, ganar en Liga se ofrece como la mejor terapia a corto plazo. Derrotar a Osasuna es la receta que cualquier psiquiatra prescribiría a este melancólico Málaga. Toca dar un paso al frente, dejar atrás lo ocurrido y centrarse en una Liga que nunca dejó de mirar de reojo Manuel Pellegrini. El técnico chileno siempre ha dado prioridad al campeonato nacional. "La Liga es la que decide donde estarás el año próximo", una de las frases tipo del preparador malaguista que tiene ante sí la dura labor de levantar el ánimo a la tropa.
Además, Osasuna llega con la necesidad del que se está jugando la vida, la misma que siente que le han arrebatado a un Málaga descorazonado. La batalla psicológica será mayor que la futbolística. Superar la angustia para volver a disfrutar de un fútbol que les mostró su cara más cruel hace apenas cuatro días. La empresa es difícil, pero este equipo lleva todo el año superando trabas, una tras otra.
Sin duda, este choque marcará la tendencia venidera del Málaga. Ubicará su lucha por una u otra competición, aunque siempre en Europa. Para ello cuenta con una bala extra en la recámara, su afición. Hoy les regalarán un recibimiento digno de campeones, lo que son realmente en el corazón de cada malaguista. Ovaciones para Pellegrini y jugadores durante el encuentro. El plus suficiente para dejar atrás Dortmund y soñar con una nueva Champions. Todo con el TAS mediante, pero la incertidumbre nunca fue mala compañera de viaje para este vestuario. Hoy sólo se enfrentan a Osasuna y a sí mismos. Toca reclamarle una segunda oportunidad al fútbol.
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