Arquitectos provisionales
Sergio Pellicer, entrenador, y Manolo Gaspar, director deportivo, cumplen su contrato en junio de 2021
Las particularidades de la situación del club dilatan una ampliación
Los arquitectos de este Málaga que ha conseguido un número inesperado de puntos pasado el primer tramo de temporada, Manolo Gaspar y Sergio Pellicer, tienen una fecha de caducidad, su contrato expira el próximo 30 de junio. Si fueran jugadores, el 1 de enero ya podrían firmar por otro club. En el fútbol no se puede elevar nada a la categoría de definitivo y más en la situación en la que está el Málaga. Las particularidades, con un club que pronto hará un año intervenido por la justicia, propician situaciones poco normales. Gaspar y Pellicer, que confiesan una buena relación mutua y una química que se ha trasladado a la gestión del grupo, guían la nave deportivamente, con la tutela de José María Muñoz. Una de las primeras decisiones que firmó fue quitarle la provisionalidad a Pellicer, que se hizo con el mando tras el affaire de Víctor, y firmarle hasta 2021. Un gesto de confianza en un momento en el que había dudas por todos lados. Y que se reveló como un acierto vista la trayectoria posterior, para salvar la categoría y para comenzar con paso firme en esta campaña.
Pendientes de decisiones judiciales, de una posible ampliación de capital que puede reconfigurar el mapa de la propiedad del club y que puede propiciar el desembarco de nuevos gestores a medio plazo, Gaspar y Pellicer se han hecho acreedores a su continuidad con su trabajo. En el caso del director deportivo, es hombre de confianza de Muñoz, que le ha marcado los parámetros económicos pero le ha dado la autonomía total para tomar decisiones deportivas.
“Me siento muy valorado dentro del club y es algo que, de verdad, ni me planteo. Intento seguir planificando como si fuera a estar aquí toda mi vida. Tendría que ser una decisión de José María Muñoz. Pero ni nos hemos sentado ni hemos tocado el tema. También porque él, imagino, necesita saber cómo va a ir el club, pero me transmite total confianza en el trabajo. Tenemos una relación muy estrecha y en ese sentido sabe que puede contar conmigo para lo que quiera”, explicaba Manolo Gaspar en este periódico sobre cuál era su situación particular, al tiempo que dejaba caer una próxima reunión con Pellicer: “Vamos a ver más adelante cómo se van sentando las cosas y seguro que me tengo que sentar a hablar con él muy pronto”.
El Málaga ha encontrado estabilidad deportiva sin dejar aún una situación institucional crítica. Y sus arquitectos, Pellicer y Gaspar, deben esperar aún el reconocimiento.
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