Opinión
Carlos Navarro Antolín
El Rey brilla al defender lo obvio
Afortunadamente para el Málaga, la jugada no tuvo consecuencias para la victoria por el posterior tanto de Scepovic, pero el error de Benkhemassa ante la meta rival, cuando no había portero, pudo ser recordada por un tiempo. Queda en la categoría de anécdota el fallo del argelino.
Corría el minuto 55 cuando una mala cesión y el consiguiente mal despeje de Cantero dejaron a Caye Quintana con el balón en el área. El onubense se la pasó al argelino, que había sustituido a Luis Muñoz en la primera mitad por lesión del malagueño. Y, desde un poco más adelante del punto de penalti, Benkhemassa golpeaba el balón con sólo Venancio, central lucense, bajo palos. Benkhemassa golpeó raso y a asegurar al centro de la portería, donde estaba el zaguero local para despejar el balón. De hecho, del 0-1 se pudo pasar al 1-0 en 20 segundos, el tiempo que transcurrió en que el cuadro gallego montara un contraataque que Juan Soriano salvó in extremis tras el remate de Chris Ramos.
De alguna manera, recordó a esa jugada del Mundial de Argentina'78, cuando Julio Cardeñosa falló, sin portero bajo la meta, un gol cantado y que sacó Amaral bajo los palos. Impidió que España ganara a Brasil en una Copa del Mundo por primera vez. La trascendencia era distinta, claro, pero a quienes peinan canas se vino aquella jugada a la mente.
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