Blanco y en botella (1-0)

MÁLAGA-ALCORCÓN

Muñiz volvía a ser determinante con los cambios, como aconteció en Lugo

El Málaga fue de más a menos y se reactivó con las sustituciones

Ontiveros, ángel y villano

Gustavo Blanco Leschuk intenta driblar a un rival.
Gustavo Blanco Leschuk intenta driblar a un rival. / Fotos: Marilú Báez
Miguel Á. Gutiérrez

25 de agosto 2018 - 01:35

La Segunda División es esto. Son nervios, son resultados cortos, son detalles. Y de eso el Málaga tiene mucho. Tiene oficio -mucho- y tiene banquillo. Ayer, los tres cambios que realizó Juan Ramón López Muñiz fueron decisivos desde su entrada. Dos de ellos, Ontiveros y Blanco, resolvieron la jugada que originó el solitario tanto que dio los segundos tres puntos que suma el conjunto de Martiricos a su casillero. Y esto es realmente lo que cuenta, los puntos. Y nada más.

Muñiz hacía un único cambio en el once que arrancó los tres puntos del Anxo Carro. Ontiveros era relevado al banquillo y daba entrada a Juankar. La pérdida del marbellí que ocasionó el gol del Lugo y la mejoría que supuso la entrada del madrileño pesó para el gijonés.

Los primeros síntomas tras el pitido inicial fueron positivos. El Málaga arrancó con cierto protogonismo, seguro de sí mismo y con ganas de llevar el peso del partido. Recio quiso hacerlo así y llevó batuta en los primeros compases -tardó varios minutos N'Diaye en dar su primer toque al balón-. La dupla que forman Adrián y Harper en la punta de ataque tenía al escocés como desatascador. Todo lo que tocó el británico en la primera mitad fue de calidad. Se anticipaba, peleaba, controlaba y la tocaba. Sencillo. Cuando tuvo que circular con el esférico metió en problemas a los madrileños. De sus botas nació la primera ocasión de peligro blanquiazul. Mostró fe en línea de fondo, robó a un alfarero y se metió en el área para poner un balón que terminó rematando Recio por encima del arco de Jiménez.

Se le ve con hambre a Harper, que está aprovechando con nota la oportunidad que le brinda Muñiz. Tuvo, acto y seguido, otra acción de peligro en la que volvió a robar -por insistencia- y condujo de nuevo hasta al área hasta perfilarse para disparar. Buscó el palo largo, pero se encontró con la zaga madrileña, que bloqueó la intentona.

El Alcorcón se despojó del dominio blanquiazul poco después. Le perdió el respeto a La Rosaleda y comenzó a encontrar con soltura a Álvaro Peña, Nono y Pereira, quizá, los tres jugadores más notables de su plantilla. Encontraron espacios a la espalda de Recio y N'Diaye. De ahí llegó la primera del9 alfarero: controló, se giró y buscó el palo largo de Munir, que atrapó con seguridad. Tuvo el balón el conjunto visitante, mostró dominió pero tampoco llegó a intimidar al meta marroquí, que fue un espectador más en La Rosaleda, que mostró una gran imagen.

El encuentro se iba al descanso como empezó, con ese 0-0. Saltaban ambos equipos al verde para el segundo periodo y la sensación era de continuidad. El Alcorcón seguía girando en torno a Álvaro Peña pero el Málaga ya asomaba con otra cara. Aunque un mal pase de Munir hizo aparecer viejos fantasmas, la zaga resolvió y se despejó una de las pocas ocasiones que tuvo el conjunto alfarero en la segunda parte.

Muñiz ya tenía pensado qué podía cambiar. Iba a repetir las sustituciones que lanzó en Lugo, que tan buen rédito dieron. El armario que tiene el Málaga -sin cinco inscritos aún- está dando resultados. El gijonés sacaba del campo a Renato -que instantes antes pedía penalti en una acción en el área en la que se cantó gol- y a Adrián. Al campo saltaron Blanco e Hicham, determinantes en el devenir del partido. El marroquí es otro de los jugadores que se está comiendo y digiriendo las oportunidades que les da el entrenador. El canterano está a un nivel físico espectacular y lo demuestra mostrando su superioridad en cada lance del juego. Tiene descaro, picardía y lo intenta cada que vez que le cae el esférico. Llevaba apenas cinco minutos en el campo cuando repitió una de las jugadas de Lugo para dejarle un balón claro a Blanco, pero el meta atrapó.

Muñiz tenía otro as llamado Ontiveros. El marbellí sería determinante en el área. Recogía un esférico, caracoleaba y ponía un balón en la zona de Gustavo Blanco. Éste, con un gran escorzo, cabeceó al interior del arco de Jiménez. Estaba donde tenía que estar. Onti era capaz de lo mejor y de lo peor. Pasado de revoluciones, dio una patada a destiempo que dejaba con diez al equipo pero paraba por completo el choque. Salió bien.

El partido moría a los 93 minutos. 93 minutos de trabajo, físico y desgaste -acabaron acalambrados muchos jugadores-. Este equipo ha asumido la idea de su técnico. Interiozado hasta tal punto que todos van en la misma dirección, sin despistes. La alegría de Muñiz tras el partido denotaba que el trabajo estaba bien hecho.

Ficha técnica

Málaga CF 1: Munir; Cifu, Luis Hernández, Pau Torres, Ricca; Renato (Blanco Leschuk, 60'), Recio, N'Diaye, Juakar (Ontiveros, 75'); Adrián (Hicham, 59') y Harper.

Alcorcón 0: Dani Jiménez; Laure, Burgos, Fernández, Bellvís; Toribio, Dorca, Sangalli, Álvaro Peña, Nono (59' Borja Galán) y Jonathan Pereira (Juan Muñoz, 67').

Árbitro: Pulido Santana (Las Palmas). Roja a Ontiveros (91') y Bellvís. Amarilla a Dorca e Hicham.

Goles: (1-0, 82'): Cabezazo de Gustavo Blanco para rematar un centro de Ontiveros.

Incidencias: 2ª jornada de la Liga 1|2|3. Encuentro disputado en La Rosaleda ante 18.626 espectadores.

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