Brahim Díaz, octavo malagueño con la selección española absoluta
El positivo de Covid-19 de Busquets obliga a jugar el partido amistoso ante Lituania este martes con la sub 21 y el madridista cedido en el Milan está entre los elegidos
Chuzo, Migueli, Juanito, Esteban, Hierro, Isco y Juanmi, antecedentes
Una situación rocambolesca posibilitará que Brahim Díaz pueda convertirse en el octavo malagueño de la historia en debutar con la selección española. El positivo de Sergio Busquets en la concentración de la absoluta que preparaba la Eurocopa propició que el partido que este martes deben jugar España y Lituania en Leganés (20:45 horas) sea completado por el esqueleto de la selección española sub 21 que el jueves quedó eliminada en las semifinales del Europeo de la categoría ante Portugal.
Entre los 20 citados por Luis de la Fuente, que ejercerá como seleccionador provisional, está el malagueño. A efectos oficiales, el partido computará como de la selección absoluta aunque sus componentes sean de 23 años o menores. En una situación parecida debutó el canterano malaguista Pablo Fornals, en la preparación para la Eurocopa de Francia, cuando faltaba media selección por las finales de Champions Atlético-Madrid y Europa League con el Sevilla en liza. Fue el último jugador formado en las categorías inferiores malaguistas que debutara en la selección. Brahim tomará el relevo.
El jugador criado en la barriada del 4 de Diciembre tendrá la opción, pues, de unirse a un selecto club en el que están los mejores jugadores malagueños de la historia. El primero fue el antequerano Chuzo, que jugó un partido en Austria en 1960 (3-0) cuando tenía 20 años y jugaba en el Atlético de Madrid. Le siguió Miguel Ramos Vargas, Migueli, mito del malaguismo, que debutó con 30 años, en 1972, en un partido en Irlanda del Norte y sumaría otra intercionalidad más después. Siguió Juan Gómez, Juanito, que debutó en 1976 en un partido ante Yugoslavia cuando era futbolista del Burgos. Jugaría el de Fuengirola 34 partidos con España y metió ocho goles.
En 1981 se estrenó Esteban Vigo, con 26 años y ya siendo parte del Barcelona, en un partido en Austria, el primero de tres. Otro veleño, Fernando Ruiz Hierro, sería uno de los mitos de la selección española. Sumaría 89 internacionalidades, con 29 goles. Se vistió de largo en 1989, con 21 años y siendo jugador del Valladolid, en un choque ante Polonia. Jugaría cuatro Mundiales y dos Eurocopas.
Tendrían que transcurrir más de 20 años hasta el debut de otro malagueño en la selección. Fue Isco Alarcón, aún como jugador del Málaga, en 2013 y con 20 años, en un amistoso ante Uruguay, relevando a Iniesta. El del Arroyo de la Miel ha jugado 38 partidos con España y ha metido 12 goles. El último en debutar fue Juanmi Jiménez, en 2015 en un partido amistoso ante Holanda en el Amsterdam Arena. Del Bosque lo llamó en su gran año con Javi Gracia (gol de la victoria en el Camp Nou incluido).
Y ahora le llega el turno a Brahim Díaz. Ni en el Manchester City, adonde se fue cuando aún era jugador infanil del Málaga, ni en el Real Madrid había consieguido en la élite la continuidad que sí ha tenido esta temporada en el Milan, cedido por el club blanco. Siete goles y cuatro asistencias, con actuaciones claves en el tramo final para asegurar el regreso a la Champions del club rossonero. Habitual en la selección desde que fuera subcampeón de Europa sub 17, ha acabado su periplo en categorías inferiores en este Eurocopa sub 21, aunque aún tiene opciones de engacharse a los Juegos Olímpicos de Tokio. Con esa situación de imprevisibilidad con el Covid-19, el malagueño podrá debutar con la absoluta antes de un verano clave en su futuro. Con contrato con el Madrid, el Milan le quiere a toda costa de vuelta.
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