Jóvenes capitanes
Málaga CF | Bravo y Ricca, los capitanes más jóvenes de la historia
Francis Bravo y Fede Ricca, pasado y presente blanquiazul, se reúnen con Málaga Hoy
Ambos son historia del Málaga por su precoz capitanía
Málaga/Para ser capitán hay que estar hecho de otra pasta. En el deporte y fuera de él. Se suele confundir la capacidad de liderazgo con la edad. Pero se puede envejecer sin madurar y se puede ser maduro detrás de un rostro imberbe. Es una cuestión de personalidad y carácter. Pero en el balompié llama siempre la atención cuando el portador del brazalete es alguien muy joven. En el Málaga no es, sin embargo, algo extraño. El camino que hoy recorre Federico Ricca ya lo tuvo que completar Francis Bravo. Málaga Hoy quiso juntar a estos dos precoces capitanes, historia viva.
La cita fue en el Ciudad de Málaga después de un entrenamiento del primer equipo. Apareció en primer lugar Francis Bravo, actualmente entrenador del Málaga de División de Honor Juvenil. “El partido exacto no, pero sí que fue la temporada del ascenso a Segunda A, empecé con Tolo Plaza. Esa fue mi primera temporada como capitán del equipo. Tenía 22 años. A partir de ahí, hasta que me fui del Málaga en la 2002-03”, rememoraba Bravo, que desgranaba la receta de un buen jefe de vestuario: “Un capitán tiene que tener liderazgo y ser un ejemplo para tus compañeros. Al final un capitán no es más ni menos que nadie, pero sí debe ser un ejemplo en cuanto a implicación y fortaleza mental a la hora de hacer las cosas. Ya no solamente es ponerte el brazalete y saltar al campo, es también ser un enlace con la directiva. Ejemplaridad dentro y fuera del campo. Alguien en quien los compañeros tengan confianza. Si no, es como no ser capitán”.
Con 22 años ya era capitán del Málaga CF el paleño. A Ricca le tocó este verano, con 23 (ya 24). Bravo, antes de llegar el uruguayo –que todavía no había terminado de tratarse–, le definía a la perfección: “Ricca me parece un jugador que reúne todas esas cualidades. Es un jugador que tiene ese carácter, lo transmite al equipo a pesar de la juventud. Se le ve muy maduro, muy competitivo y hablando de ese ejemplo que transmite. En sus entrenamientos es el mismo jugador”.
Aprovechó para recordar que siempre hubo grandes representantes en el club:“El brazalete siempre ha estado en gente que ha demostrado esas dotes para la capitanía. Duda ha sido un emblema, Weligton exactamente igual. Gente con una personalidad fuerte que se transmitía en el campo. El brazalete estaba en el mejor de los brazos. Lo primero que tiene que hacer es ser respetuoso. Si no lo eres, por mucho que lo lleves, no vale para nada. Llevarlo no te permite ser un cafre y decir lo que te dé la gana. Si quieres que te respeten, tienes que empezar respetando”.
Se sumó el uruguayo, conversan ambos mientras posan para el reportaje fotográfico. Es una imagen histórica porque son los hombres más jóvenes en cubrir su brazo con el brazalete. El veterano lanza el primer guiño: “Que siga como va. Demuestra todas las semanas su compromiso, su ejemplaridad como capitán y es lo que necesita el Málaga, alguien que lo represente, que transmita esa ilusión, esa fortaleza, ese convencimiento... En ese aspecto, salta a la vista todas las semanas”.
“Hablamos en un grupo de whatsapp con Gonzalo de los Santos cuando llegó. Es un guerrero nato. Eso se transmite y es bueno para el resto de los compañeros, que vean que hay que ir en esa línea”, complementó el mítico defensa paleño.
¿Pesa el brazalete del Málaga? “Yo creo que no pesa”, respondió rápido Bravo, a lo que Ricca añadió: “Por mi parte yo creo que es una gran responsabilidad llevar el brazalete de un club como el Málaga, es un orgullo y una felicidad muy grande. Es lindo tenerlo, aunque hay que saber conllevar esa responsabilidad. Se disfruta también”.
Hablan precisamente del motivo que les une, la precocidad como capitanes. La edad, decíamos al principio, es algo relativo que no siempre casa con la madurez. “Siempre se entiende como veterano al más mayor y él, independientemente de la edad, tiene esa madurez como futbolista y es de lo que se trata. Que esa madurez se vea representada en el terreno de juego”, dijo Bravo ante la mirada agradecida de Ricca, que respondió: “Le agradezco las palabras. A él también le tocó ser capitán a una edad joven como es mi caso ahora. Uno tiene que escuchar con atención lo que te tenga que decir porque tiene esa experiencia, ha recorrido este camino, sabe de lo que se trata. Espero poder seguir de la mejor manera. ¿Si conocía a Bravo? Lo conocía porque cuando salió el tema del capitán más joven me hablaron de él y traté de informarme”.
Para el uruguayo esta temporada es muy importante. Pudo salir unilateralmente del Málaga, pero dio un paso al frente y demostró compromiso, desoyendo cantos de sirena. “Intento ser ejemplo en el día a día, en cada entrenamiento y en los partidos. Todo consejo que venga se escucha. Soy de escuchar mucho”, aseveró Ricca.
“¡Los compañeros no hacen caso nunca!”, dijo con mucha guasa Bravo al ser preguntado por el respeto de los compañeros cuando uno es capitán. Ricca sonreía y exponía su visión: “En ese sentido uno se lo gana con acciones. Hay un plantel de buenos profesionales y buenas personas. Todo el mundo entiende su rol, saben que hay un camino y eso hace las cosas mucho más fáciles. Los compañeros son espectaculares”.
Están a gusto ambos, escuchando atento al otro. No hay distancia generacional cuando el lenguaje es el fútbol. Muchas miradas cómplices y gestos con la cabeza asintiendo. Algo que no cambia en el Málaga es la presencia de los utilleros, Los Pichitas Miguel Zambrana y Juan Carlos Salcedo. “En ellos sí que hay que fundamentarlo todo. Ellos sí que conocen el club de cabo a rabo, son los que están siempre”, dijo simpático Bravo pero con la tranquilidad y la seguridad del que ha dicho una certeza absoluta. Ricca se lo compra sonriendo:“¡Sí, sí!”. Personas queridas y que son el verdadero motor del vestuario...
Poder y responsabilidad son términos indisolubles. Ser el líder electo de un vestuario de primer nivel también exige cierto desgaste y tener que poner en su sitio a algún compañero. Ricca lo asume con naturalidad. “Obviamente cuando hay alguna cosa que corregir o alguna cosa que no está del todo bien, pues siempre lo charlamos y tratamos de solucionarlo. Por suerte tenemos un plantel muy comprometido, de muy buenos profesionales y gente que cada vez que viene entrena a muerte y eso es espectacular”, reveló el lateral.
Continuando con el tema, y aunque suene a tópico, hay gente con la que uno no se puede enfadar nunca por más gamberro o trasto que sea. Algún que otro personaje de ese tipo se encontró Bravo en su día cuando defendía los colores de su Málaga. Seguro que más de uno se imagina de quién se puede acordar el malagueño en este sentido: “Con Sandro eran imposible las broncas. Estaba metido en todos los follones, pero luego se hacía querer. Al final no se trata de echar broncas ni nada. Es como dice Fede, si hay algo que no funciona, hablarlo y poner lo mejor de cada uno para solucionarlo, corregir cualquier cosa, ya sea en un entrenamiento o en un partido. Al final son los jugadores los que solucionan las cosas entre ellos. Si hay que putearse pues no puteamos entre nosotros, pero al final terminamos y seguimos siendo compañeros”.
Ricca asiente una vez más escuchando a Bravo, que además de ser el capitán más joven de la historia del Málaga CF, fue el primero en lucirlo en máxima categoría. El fútbol profesional ha cambiado mucho desde entonces. Son dos décadas. Pero la esencia es la misma. Aunque Sandro (Carlos Alejandro Sierra Fumero, leyenda blanquiazul) sólo hubo y hay uno, siempre hay quien encaja en ciertos perfiles y alegran un vestuario. “Hay mucha gente divertida y que te transmiten alegría. Por ponerte uno, Ontiveros es un un chico muy particular y que transmite mucha alegría. Obviamente hay que saberlo llevar, pero es un espectáculo. Es un chaval muy bueno y que en el día a día se ve que está madurando. Lo veo muy bien y me alegro mucho”, remató Ricca, observado por un sonriente Bravo. Termina la entrevista y ambos caminan saliendo del césped del Ciudad de Málaga. Hablan como si se conocieran de siempre, pero sin ser conscientes de que son Historia.
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