El Burgos recuerda cómo es Segunda (1-0)
El Málaga CF cede por la mínima en su estreno liguero en El Plantío tras un gol de Artola en una mala acción defensiva
Entre Febas y Castro generaron varias acciones con las que se pudo empatar pero Caro lo evitó
El Málaga CF comienza la temporada con derrota en Burgos. El gol de Artola, más pillo que nadie, sirve para que el equipo burgalés dé el primer revés al conjunto de Pablo Guede. Pese a que faltó finura y mayor presencia en el área rival, gozaron los blanquiazules de ocasiones suficientes para que el marcador fuera otro. Dejó algunas pinceladas el equipo interesantes, como el buen entendimiento entre Aleix Febas y Rubén Castro que generaron las dos ocasiones de mayor peligro pero que encontraron en el meta Caro el freno.
El primer once de Guede era todo una declaración de intenciones. La línea de tres había sido puesta en práctica por algo y era la principal apuesta del argentino. No estaba Juande, que veía como el trío de centrales recién llegados ocupaban la titularidad. El cordobés aún no está al cien por cien, en cualquier caso. Similar es el caso de Luis Muñoz, la otra gran ausencia, por delante están Escassi, Jozabed y Febas. Con Manolo Reina por delante de Yáñez, el resto era lo esperado.
Tomar el tempo al partido le costó mucho al Málaga. Las piezas aún deben engranarse y lo que se espera ver de la idea de Guede aún falta por definirse. La línea de tres sufría a la espalda y con los centros laterales, así llegaron algunas acciones de peligro del Burgos, que con poco generaba peligro y metía miedo, desconcertando a la defensa. Hubo una pelota al palo tras un centro que tocó Bustinza y un par de remates en el área donde Artola intimidaba.
Sí existían ya conexiones claras entre algunos futbolistas. El binomio Febas-Rubén Castro daba sus primeros frutos. El 10 con espacios es puro peligro y filtró una buena pelota en el área para el delantero, que controló, recortó a un rival y pegó con potencia pero Caro respondía con una buena manopla. Era fuera de juego. No fue la única, la más peligrosa de los blanquiazules –ayer estrenando la vinotinto– llegó también con esta asociación. Pared con la que el canario se planta en el mano a mano con Caro pero donde el meta vuelve a hacerse gigante para taponar.
Al Málaga le costó durante todo el primer tiempo generar con facilidad. El Burgos defendía bien replegado y le costaba al equipo sacar la pelota con claridad, recurriendo con asiduidad a la pelota en largo ante la presión local. Estaba faltando soltura, también velocidad y claridad con la pelota, algo que no apareció con facilidad. El Burgos parecía tener mucho más interiorizado qué tenía que hacer en cada momento.
En el arranque del segundo tiempo, tras la entrada de Álex Gallar por la lesión de Fran Sol, tras un pisotón en el tobillo, lejos de cambiar a mejor las cosas, el equipo se achicó. El Burgos se encontraba mucho más cómodo sobre el césped, avispado en las acciones divididas en las que solía ganar la tostada. El cambio en el dibujo, con Escassi y Jozabed a la misma altura en el medio con Gallar más libre por delante, dejó mayores dudas en esa zona que supo aprovechar el equipo burgalés.
Javi Jiménez se dormía tras recibir un pase y Artola, más despierto que ninguno, le birlaba la pelota y forzaba una saque de banda. De ahí nació el gol del Burgos, que gestiona la pelota con mimo en la derecha para que Navarro pusiera una pelota altísima hasta el segundo palo, Manolo Reina se equivocaba en la salida y dejaba a Fran García cabecear en el área, dejándola atrás para un pillo Artola que saltaba antes que nadie para cabecear y batir al meta malagueño con el 1-0 en el 62'.
El gol sentó peor al Málaga. Guede tiraba de cambios y daba entrada a Ramón y Luis Muñoz que daban otra cosa a la medular, más precisa y vertical, capaz de correr y romper las líneas con más facilidad, con más nervio que el que pusieron sus antecesores, Escassi y Jozabed. El medio malagueño pegó un derechazo en la segunda pelota que tocaba pero Caro detenía sin excesivos problemas.
Al equipo le seguía costando llegar al área rival. Con el Burgos con el marcador a favor, las facilidades para replegarse eran mayores y el bloque bajo seguía funcionando a un Málaga incapaz de conectar en los últimos metros. Ya en los compases finales del encuentro, con el tiempo reglamentario cumplido, Febas y su insistencia lograron romper en el área y lograr generar una de las pocas acciones de peligro del segundo tiempo. Su pase atrás encontraba de nuevo a Castro, que remataba a puerta pero se encontraba de nuevo con la oposición de Caro, con una mano estelar que evitaba el empate.
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