Primer test positivo (1-0)
Crónica y resultado del Málaga CF - Valladolid
Buena imagen del Málaga en su primer amistoso de pretemporada ante un Valladolid de Primera
Los canteranos respondieron en la primera parte
Adrián transformó una buena internada de Tete Morente, punzante siempre
Grato debut de Larrubia, Quintana, Hoyos e Issa Fomba
El Málaga 2020/21 echó a andar en Marbella y dejó más buenas sensaciones de las que se esperaba ante un rival de entidad como el Valladolid. La gran cantidad de canteranos que se vistieron dejaron buenas maneras en su puesta de largo, incluso como los más jóvenes como Hoyos, Larruba e Issa Fomba. Tete Morente regresó como lo dejó, con clase y asistencias. Maneras de Orlando Sá. Buena imagen y compostura de los blanquiazules pese a ser el primer día.
Sorprendía Sergio Pellicer con su once. Era de esperar, dada la magnitud de la convocatoria con mucha presencia de canteranos, que la alineación inicial tuviera muchos jóvenes. Lo que no se esperaba era que la totalidad de los jugadores fueran canteranos. Juande Rivas, al que el club renovó y dio ficha del primer equipo, era el único con condición profesional que lucía el primer once 20/21.
El técnico blanquiazul es continuista. Lo que funcionó y tenía mimetizado ya el equipo no lo tocó. Es el esquema. El 5-4-1 con los carrileros amplios y profundos funcionaron durante el segundo tramo de la temporada y Pellicer se agarra a él como base de lo que está construyendo.
Gonzalo bajo palos. Casas, Quintana y Juande era el trío de zagueros mientras que Benítez y Cristo los carrileros. Mini y Ramón hacen de mediocentros, Julio y Larrubia como extremos y el ecuatoriano Mike como referencia. Juventud, mucha juventud, que trajo como primera curiosidad el brazalete de capitán para el jienense Ismael, algo que es cierto que ha sido habitual en cada plantilla que integró el defensor en La Academia.
Con el balón ya en ruedo, los jóvenes conectaron bien en los primeros compases del juego, de tú a tú ante un Valladolid que, a excepción de Orellana, plasmó un once en Marbella que bien podría ser uno de los que se vio en Primera durante esta pasada campaña. El 5-4-1 y su continuidad permite ver mucho ganado en este tramo de la pretemporada. Los nombres eran propios del filial pero los jóvenes jugaron con los automatismos ya consabidos del primer equipo.
La profundidad de Cristo y Benítez, algunos destellos de Julio y Larrubia y el orden de Casas, Quintana y Juande en la zaga fueron lo más destacados de los blanquiazules en los primeros 45 minutos. De la intensidad se pudo rascar algún robo en tres cuartos que complicó a la defensa blanquivioleta pero las ocasiones del lado del Málaga brillaron por su ausencia. Un cabezazo manso de Larrubia fue lo único que rascaron en el área de Masip.
Quizá Cristo, por su facilidad para correr el carril zurdo, Quintana por su sobriedad atrás y buena salida de balón, alguna que otra conducción virtuosa de Larrubia y el físico de Mike son los primeros apuntes notables y novedosos de lo que fue el Málaga durante la primera mitad. El Valladolid exigió en los últimos metros, sobre todo con Orellana como director de orquesta. Un derechazo de Óscar Plano en el descuento que se estrelló en el larguero fue lo más peligroso de los de Sergio González.
Carrusel de cambios tras el descanso
Nueve cambios introdujo Sergio Pellicer tras el descanso en el Málaga. Los dos únicos jugadores que se mantuvieron en el campo fueron Larrubia y Quintana, dos de las notas positivas del primer once. Saltaron al campo prácticamente todos los profesionales. Munir al arco; Luis Hernández y Lombán acompañaron al canterano en la zaga; Juankar y Cifu en los carriles; Larrubia se mantuvo en la derecha, en la izquierda saltó Tete; Rolón y Adrián en la medular; y como referencia saltó el juvenil Hoyos.
La intensidad subió en la Dama de Noche con la salida de los profesionales. La presencia de los blanquiazules era otra, la experiencia es un grado y, aunque el descaro de los canteranos agradó, el ritmo emparejó la propuesta del Valladolid. Hay cosas que no cambian en estos primeros compases de la 20/21. Tete Morente demostró muy rápido tener la misma voracidad que cuando se cerró con honores LaLiga; Rolón sigue dejando dudas por su intermitente aportación, y Cifu y Juankar ganan en esa posición de carrilero.
A la hora de partido se darían poco después dos cambios más. Pellicer daba entrada a Issa Fomba y Orlando Sá relevando tanto a Quintana como Larrubia –buena puesta en escena de ambos–, los dos que quedaban en el campo del primer tiempo. La entrada de los dos debutantes cambiaba el esquema al 4-4-2, siendo el juvenil de Malí el que pasaba al extremo y Sá hacía dupla ofensiva con Hoyos. Los balones laterales –también el balón parado– hacía daño a la zaga blanquiazul. Munir se lucía con una buena manopla para evitar el 0-1 del Valladolid tras un cabezazo de Waldo.
La actitud y físico del joven africano sorprendió. Tiene descaro e intentó desbordar siempre que pudo. El otro canterano, Hoyos, tuvo posibilidad de hacer el primero tras una buena internada de Juankar por la izquierda. Pase raso al punto de penalti, no conecta Orlando y Hoyos la empala en la madera rozando su primer tanto con el primer equipo. En el 80' llegó el gol blanquiazul tras una jugada preciosa de Tete Morente por la izquierda. Quebró y busco el centro al segundo palo donde entraba Fomba pero el balón quedaría muerto tras un rechace para que Adrián la empujara: 1-0.
Munir salvaría otra buena ocasión del Valladolid en la recta final del duelo. Marco André cabeceaba y el marroquí la escupía negando el gol una vez más a los blanquivioletas. Tendría un par de acciones en el área Tete Morente –que sería sustituido por Benkhemassa–, Hoyos y Orlando Sá, que pese a notarse que aún no está a tono físicamente, ya demuestra qué tipo de delantero es. Issa Fomba dejó otra buena galopada en el descuento para cerrar con buen sabor de boca su estreno. Gratas sensaciones en este primer test para los de Pellicer.
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