Daniel Pastor, una pieza más en el puzle
Málaga CF | Crisis institucional
El que fuera administrador concursal del club se reúne con las instituciones en el Ayuntamiento
Daniel Pastor remite a una época oscura del Málaga. Fue uno de los administradores del club cuando entró en concurso a mediados de la década pasada, en la era de Fernando Sanz. Salvó entonces la entidad de Martiricos una situación bastante crítica económicamente. No dejó de estar presente Pastor en el entorno malaguista. El abogado malagueño también tuvo relación con los Al-Thani, en 2015 apareció en otro momento de vaivén institucional, reuniéndose en la casa de la familia catarí en Parque Clavero con luces y taquígrafos. Aún seguía siendo responsable del control de la deuda del Málaga. Aunque aquello no acabó demasiado bien. Sólo hay que ver lo que decía el jeque de él en 2018.
"Este bobo Daniel Pastor es accionista de la empresa auditora que estaba trabajando en el Málaga. El contrato con esta empresa fue cancelado. Esto es una violación legal clara y explícita", espetaba Al-Thani a través de su vía de comunicación predilecta, Twitter (cegada en las últimas semanas para temas relevante), después de unas declaraciones de Pastor en una ronda radiofónica. "Todos coincidiremos en que el jeque no sirve para gestionar el club. Él debe darse cuenta y los directivos deben hacerle entrar en razón", aseguraba el letrado. Un razonamiento muy compartido entre el malaguismo, ciertamente.
Daniel Pastor estuvo este domingo en el Ayuntamiento. ElDesmarqueMálaga y Sur avanzaron el encuentro con representantes de las tres instituciones (Ayuntamiento, Junta de Andalucía y Diputación de Málaga) para valorar la situación de la entidad. Después de un momento profusión de noticias en octubre, con constantes revelaciones, declaración de intenciones e intentos públicos de dirigir opiniones, se produjo un apagón informativo de varias semanas. Coincidiendo con las elecciones, el perfil institucional cambió y se abogó por la prudencia mientras había movimientos entre bambalinas.
Esta semana ha habido pronunciamientos públicos de nuevo. Tanto Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, como Javier Imbroda, consejero de Cultura y Deportes de la Junta, dieron algunas pistas sobre la situación. El más explícito fue Imbroda. "Los plazos se van cortando y no ha habido acuerdo de BlueBay con la propiedad ni con los posibles compradores; hay un impás y estamos expectantes", decía el ahora político melillense.
Semanas atrás, Javier Tebas, presidente de LaLiga, hablaba en este periódico de la situación del Málaga y recordaba que no veía la venta como una solución inmediata para los problemas de tesorería que en enero o febrero aparecerán si no se obtienen ingresos (la vía del préstamo se barajaba) y/o se recortan drásticamente los gastos. "Un club con un problema judicial en medio no creo que sea el camino más rápido para vender, no sé un comprador por dónde va a venir. Tiene que arreglarse con dos problemas, no sólo con uno. Y el propietario es el propietario, en este país existe la propiedad privada. Yo no recomendaría a nadie que obligase a vender como a veces oigo. Pasa la raya de lo civil. Lo que pasa es que podrás decir que estás preocupado y aportar soluciones, pero poco más”, decía Tebas en un retrato de la cruda realidad actual del Málaga.
Pastor también decía en abril de 2018, consumado el descenso matemático a Segunda,que "medios jurídicos hay para quitarle la gestión a Al-Thani porque es fácilmente demostrable que lleva casi un año sin estar al pie del cañón, pero lo mejor es que lo haga voluntariamente, que deje el club con gente que genere confianza en la afición, en las instituciones", afirmaba, al tiempo que mostraba su cercanía con la Asociación de Pequeños Accionistas (APA): "Son los que están liderando los derechos de todos. Jurídicamente son los que tienen la llave, y están muy activos".
La crisis institucional va por un lado y la deportiva por otro, pero hay una evidente unión entre ambas. Víctor ya manda cada vez mensajes más explícitos de que la solución a los problemas está en el mercado, sobre todo en reforzar la delantera. Pero aspirar a algo contrastado y con garantías en la situación actual es una utopía. Porque si no se destensiona la tesorería hay que cambiar de tablero. En esta línea silenciosa se ha manejado también BlueBay.
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