Decisiones contundentes, no cosméticas

Comienza la travesía en la Primera RFEF, categoría distinta y con muchos menos ingresos

José María Muñoz y Kike Pérez comparecerán este martes en La Rosaleda

La visión mundial del descenso

El regreso a Málaga de los fracasados
Llegada del Málaga al aeropuerto. / Carlos Guerrero

Ya no hay cortapisas ni medias tintas. El descenso y el aterrizaje en Primera RFEF del Málaga CF ya está consumado. Es un fracaso clamoroso con muchos padres, arriba, abajo y en el medio. La única cabeza de ellos que rodó, entrenadores aparte, fue la de Manolo Gaspar, director deportivo en las últimas temporadas. Pero hay que seguir desinfectando. Un golpe tan tremendo, con la caída fuera del fútbol profesional tras un cuarto de siglo, debe tener más consecuencias. Hay ganas de oír qué dicen este martes en La Rosaleda (12:30 horas) José María Muñoz y Kike Pérez. El tibio término de “decepción” en el comunicado del club tras el descenso se queda muy corto. Hay que ser más contundentes con las medidas, no vale la cosmética y sí el bisturí. Y habrá que hacerlo, entre otras cosas, porque la estructura no es sostenible en la tercera categoría del balompié español. El administrador judicial y el director general tendrán el turno de palabra. Tienen muchas explicaciones que ofrecer.

La plantilla regresaba con caras largas y silencio sepulcral de Bilbao a la Costa del Sol tras la cristalización del desastre en Mendizorroza. El encargado de confeccionar la próxima será Loren Juarros, el club debe hacer oficial su nombramiento como director deportivo en las próximas horas, aunque Kike Pérez también está muy encima del aspecto deportivo. Es otro aspecto en el que no se puede vacilar. Se duda con algunos jugadores, como con algún capitán, sobre su continuidad. No ha sido este vestuario un prodigio de compromiso y los veteranos de liderazgo. Es cierto que no se bajaron los brazos en una situación desesperada, pero ha dejado mucho que desear esta plantilla sobre el césped. Un grupo de buenos nombres que han conformado un mal equipo con tres entrenadores distintos.

Queda por delante el cierre el próximo sábado ante el Ibiza, intrascendente deportivamente pero que servirá como velatorio para el peor golpe recibido por el Málaga prácticamente desde la desaparición de 1992 del Club Deportivo. No ha habido una decepción tan gigante desde entonces. Hay tiempo por delante para construir un nuevo proyecto que sirva de amalgama y que vuelva a reconquistar a un malaguismo que no ha dejado de lado al equipo incluso en circunstancias tremendamente complicadas y en las que era un ejercicio enorme de fe creer en las posibilidades del equipo. De fondo, la incertidumbre por la situación judicial de la entidad. Las instituciones vuelven a reclamar un cambio de propietarios pero hay un enorme obstáculo con la figura de Al-Thani y su contumacia. Malos tiempos para el malaguismo.

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