Análisis
Santiago Carbó
Algunas reflexiones sobre las graves consecuencias de la DANA
Más frentes abiertos en los juzgados para el Málaga CF. El abogado Francisco Verdún Pérez presentó hace una semana una demanda contra el club para que se le reconozca como "legítimo propietario de una acción adquirida en la ampliación de capital de marzo de 2010 y que se me inscriba como titular de dicha acción en el Libro registro de acciones nominativas de la entidad. He preferido hacer una demanda muy trabajada para que los argumentos que incluyo puedan ser utilizados en una futura demanda de los aficionados accionistas de la ampliación de marzo de 2010", explica Verdún, que razona que "la principal finalidad no es que se me reconozca como accionista, sino que ello impulse el reconocimiento como accionistas de los cientos de aficionados que actuaron igual que yo. Una vez obtenida sentencia estimatoria, este reconocimiento debería producirse sin necesidad de nuevas demandas, pero sabiendo la actitud de los que controlan las decisiones del club, probablemente, sean necesarios nuevos procedimientos. En cualquier caso, mi procedimiento pretende generar un precedente que facilite la resolución favorable de los siguientes procedimientos".
El Málaga acordó el 6 de marzo de 2010 una ampliación de capital con suscripción pública de acciones. A tal efecto, se pusieron a la venta dichas acciones para que los aficionados malaguistas pudiesen ayudar al club económicamente comprando una o varias acciones. El precio de la acción tenía un valor nominal de 30,05 euros, emitiéndose la acción por un valor de 50 euros cada acción y, por tanto, con una prima de 19,95 euros. En junio de ese mismo año se produjo la venta del club desde la familia Sanz a los Al-Thani.
Después de varias reclamaciones al responsable jurídico del club, Joaquín Jofre, fue en 2015 cuando Verdún asegura que recibió el título correspondiente a la acción que compró cinco años antes. Hasta la llegada de la administración judicial de José María Muñoz no se tuvo constancia de que el club no reconocía la legitimidad de las acciones adquiridas en la ampliación de capital de 2010. Se aportan pruebas documentales en las que se promocionaba la "Venta de Acciones para la ampliación de capital del Málaga CF". En la Junta de Accionistas de 2022 se explicó que en agosto de 2010 hubo una revocación de la campaña de aumento de capital, con dos opciones, cumplimentar el formulario de adquisición o la devolución del dinero más los intereses, pero la administración judicial no reconoce la validez.
"Podemos recurrir a calificativos como torticera (injusta, o que no se arregla a las leyes o a la razón, según la RAE). Basta pensar que un club pide la ayuda de sus aficionados para inyectar capital en la sociedad y una vez que responden los aficionados en auxilio del club adquiriendo acciones, se da la circunstancia de que los dueños mayoritarios del club consiguen encontrar a una persona que les compra las acciones y que, aparentemente, tiene fortaleza económica, por lo que ya no resulta necesaria la ayuda económica de los aficionados. En esa situación, en lugar de respetar los actos efectuados (nadie puede ir contra sus propios actos), anulan la ampliación de capital", se razona la demanda, que califica la decisión del club como "contraria a las exigencias de la buena fe" y "constituva de un abuso derecho y un ejercicio antisocial del mismo". Hace extensiva la crítica de la demanda a Muñoz. "También actúa en contra de las exigencias de la buena fe el administrador judicial, a nuestro juicio, cuando a esa injustificable negativa por reconocer los derechos de los consumidores adquirentes de acciones añade la apostilla consistente en que' habrá que examinar si procede considerar que la eventual obligación de pago que pudiera corresponder a la Sociedad se encuentra prescrita atendiendo al tiempo transcurrido desde que nació el derecho a devolución'. Parece que lo que pretende el administrador judicial es dejar sin efecto los derechos de los consumidores con base en la prescripción. Frente a esa posibilidad planteada por el administrador judicial hay que señalar que la condición de accionista fue adquirida en el momento en que se hizo la compra. No hay prescripción que opere, una vez adquirida dicha condición". Relata Verdún que no ha habido respuesta de Muñoz a los distintos emails enviados a la entidad pidiendo ese reconocimiento.
Se le pide una demanda de juicio verbal contra el Málaga Club de Fútbol para que se reconozca a Francisco Verdún como dueño de una acción del Málaga CF e inscribir en el libro registro de acciones nominativas como titular con todos los trámites legales, entre ellas la comunicación al CSD de la titularidad, además de las costas judiciales.
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