Día clave y contrarreloj

Abdullah Al-Thani podría estar viviendo las últimas horas como dueño del Málaga. Durante la jornada de ayer se retomaron las conversaciones entre sus representantes y los del grupo Taçi Oil para cerrar el traspaso de la propiedad. Aunque al cierre de esta edición continuaban los contactos entre abogados, estaban en su punto álgido. Fuentes cercanas al club hablaban de que el acuerdo todavía no estaba cerrado por diferencias económicas a falta de que los interesados en la compra tuvieran una visión más global de la deuda de la entidad. Eso sí, el tiempo apremia y por eso las partes siguen predispuestas a mantener contactos casi maratonianos para intentar llegar a buen puerto. El día de hoy aparece señalado como día definitivo.

Ya avisó a sus cercanos Moayad Shatat, ejecutivo del Grupo NAS que está operando en nombre del jeque, que todo se paralizara hasta el lunes, fecha que podía derivar en el punto de inflexión de la operación. Tal y como se están precipitando los acontecimientos, se espera que esta jornada traiga buenas noticias.

El caballo de batalla seguiría estribando en la auditoría de cuentas del club que están haciendo los representantes de Taçi. No está resultando fácil conocer la exacta dimensión de lo que se adeuda a otros actores más desconocidos de la escena, como los proveedores menores del Málaga.

Este periódico sí que tuvo acceso a las cantidades pendientes con los principales acreedores del club, que ascenderían a 34,5 millones de euros. Lo más urgente y preocupante, los 20 millones pendientes con los jugadores, que tienen que ser satisfechos al menos en un 30% antes del día de mañana. Así se cumpliría con el acuerdo de aplazamiento alcanzado en su día en Campoamor con el director de Desarrollo, Vicente Casado. 4,5 obedecen a los impagos con el Villarreal, por el IVA del traspaso de Cazorla, y Osasuna, a quien se debe un millón por el penúltimo plazo del fichaje de Monreal, cuyo pagaré venció días atrás. Estos afectan directamente al plano deportivo. Mientras que estén sin resolver, el club tendrá inhibidos sus derechos federativos en la competición, por lo que podría fichar a jugadores pero no darlos de alta.

Los 14 millones restantes son los que hay que resolver con Hacienda. Aparte ese montante, quedarían pendientes las cantidades con la Seguridad Social, el último pagaré al anterior propietario, Fernando Sanz (más de tres millones de euros) y los empleados, a quienes se adeuda una nómina más la corriente.

Todo ello, además del farragoso proceso que significa un traspaso de poderes, es lo que ha impedido que no haya todavía entendimiento. No obstante, al cierre de esta edición cundía el optimismo en el nuevo escenario elegido ayer por los presentes en la reunión, después de que el sábado trascendiera el sitio de encuentro de estos.