Diego Murillo, defensa de guardia
El zaguero manchego, canterano de 22 años, cumplió bastante bien en el centro de la zaga en una dura prueba en Ibiza
Un puñal entre alfileres (1-1)
El obús de Haitam
Diego Murillo fue el jugador elegido por Sergio Pellicer para la titularidad en la zaga, para acompañar a Nelson Monte por el partido de sanción de Einar Galilea. Estuvo bastante sobrio el manchego (Malagón, 2001), zaguero polivalente que en el primer equipo había aparecido más como lateral pero cuyo puesto natural es en el centro de la defensa.
Así veía Sergio Pellicer a su jugador en el diagnóstico del encuentro. "Murillo ha sido siempre central, pero por las circunstancias y la configuración de plantilla estaba en el lateral izquierdo. Puede jugar en todas las posiciones. Era un partido señalado, contra un delantero de primer nivel, con Soko, Gallar, Arroyo... De los mejores jugadores de la categoría. Ha cumplido, verlo entrenar es un placer, te da seguridad siempre Lo pones de lateral o central y sabes que te da siempre un aprobado, un 5-6-7. Es muy regular y muy necesario en la plantilla", le elogiaba Pellicer.
El propio jugador analizaba tras el encuentro cómo había transcurrido. "Nos vimos bien, hicimos un partido muy completo y sacamos un punto bueno de Ibiza, que era un campo muy complicado. No agachamos la cabeza, seguimos adelante y supimos reaccionar con ese gol", reseñaba el zaguero, que explicaba que "realmente soy central, llevo jugando toda la vida ahí, estoy cómodo y bien. La verdad es que ha sido complicado, con dos pesos pesados y considero que lo hice muy bien. Lo intento hacer lo mejor posible. siempre intento hacer buen partido dándolo todo. Acabé con los gemelos arriba, es normal. Los minutos son buenos y exigentes y la intensidad es muy alta".
"Mejoramos mucho en línea defensiva. Encajamos en un tiro fuera del área, tampoco nos crearon mucho peligro", destacaba el canterano malaguista, que se incorporó e quedo con la actitud del equipo, tanto de los que estuvimos de inicio como de los que entramos. Es la euforia y las ganas de celebrar un gol con un compañero que lo ha pasado bastante mal. Sabemos de su potencial, a su mejor nivel es de los mejores extremos de esta categoría".
"Pellicer nos dijo que hiciéramos lo que sabíamos, que era un campo difícil. Y que estuviésemos finos arriba e igual atrás. El punto hay que hacerlo bueno en casa ante nuestra gente, que seguro que nos va a apoyar el próximo fin de semana como siempre", cerraba el manchego.
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