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Algo pasaba. El golazo que lograba Javi Ontiveros era uno de los suyos, de tremenda maestría y gran golpeo. Era el primero además con la camiseta del Huesca pero su celebración era mucho más que eso. Ontiveros se volvía loco, se dirigía hacia la cámara y protagonizaba una de las celebraciones más emotivas de la temporada, agarrando y enseñando su espinillera.
Tras el partido fue el elegido para hablar, autor del gol que daba los tres puntos al Huesca ante el Alavés (1-0), y tuvo opción a explicarse a qué se debía tal emoción. Entre lágrimas, el malagueño explicaba que era una dedicatoria para su abuela, ingresada en el hospital a consecuencia del COVID.
Sensiblemente emocionado, casi sin poder articular palabra, el malagueño le deseaba una pronta recuperación a su abuela. "La dedicatoria es para mi abuela, que está en el hospital con coronavirus”, decía con la voz entrecortada el marbellí al que aplaudían sus compañeros: "Espero que salga bien cuanto antes, porque la necesito y la amo mucho".
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