"José Alberto nos da cada tute que duermo siestas de dos horas"
Entrevista a Alberto Escassi, jugador del Málaga CF
El centrocampista malagueño cuenta con sinceridad y guasa cómo están siendo las primeras semanas con el nuevo técnico
"En esta plantilla el que no corra no va a jugar, aunque sea el que más cobre", contó
No hay más galón en el pecho de Alberto Escassi (Málaga, 1989) que el que se ha ganado en el día a día. La condición de capitán se tiene o no se tiene, no la dicta un brazalete. Es el jugador de club por antonomasia, dentro y fuera. Parece incomprensible ahora que un futbolista así tardase tanto en regresar a su lugar natural. De cualquier modo, eso queda atrás, ahora recoge frutos, se desenvuelve como embajador blanquiazul y hasta ejerce de modelo para anunciar una camiseta que es un regreso al pasado. Conversador nato, cuenta los progresos de este verano y cómo está encantado de ponerse a las órdenes de un técnico tan exigente como José Alberto, que tiene exprimidos a sus jugadores.
–¿Cómo va la ingesta de espetos?
–Bien, ahora mismo con la pretemporada poco. No salgo prácticamente a comer porque nos dan cada tute que me pego siestas de dos horas en casa, estoy reventado.
–Por cierto, vaya descubrimiento como cámara.
–Sí, cuando estábamos en la sesión de fotos estaba tan a gusto que en un momento le cogí la cámara a Víctor (de comunicación del club). ‘Déjamela, déjamela’, y ya estuve con la guasa y el cachondeo, con el buen rollo que teníamos, grabando por todo el mundo por el pueblo. Nos hinchamos de reír, echamos una mañana muy chula en Frigiliana, que es precioso.
–¿Qué ha supuesto para Escassi ser modelo de la nueva camiseta?
¡Que yo no sé quién me eligió de modelo! [Risas] Esa es la cosa, que no sé qué habrá visto en mí. Habiendo otros compañeros como Luis Muñoz, más guapetes. O Dani Barrio, otro tío alto, guapete. Yo seré simpático… Pero bien, bien, echamos una gran mañana, muy cómodos. Y la equipación… que yo creo que cuando se vio en El Balneario, creo que a todo el mundo le ha gustado muchísimo y muy contento. Me quedo con la primera de las tres. Tengo una lista de no sé cuántas personas ya pidiéndomela. Les ha encantado porque tiene un azul como de años atrás, es preciosa, preciosa.
–¿Cómo va la pretemporada?
–Va bien. Está siendo llevadera en cuanto a sesiones, porque no todos los días son dobles. Pero es verdad que cada sesión son muy intensas, muy físicas. El míster prefiere menos tiempo pero de mucha calidad e intensidad a más tiempo pero menos concentración. Igual entrenamos hora y media pero acabamos reventados. Le da mucha intensidad y se nota. Al final es lo que quiere, que seamos un equipo tenso, muy agresivo y que no paremos de correr. Poco a poco se irá viendo mejor.
–Se juega como se entrena.
–Eso es. Aparte que como un compañero esté cansado, pare o no apriete, buah… Para el entrenamiento, pega un chillido, vamos, que nos pone las pilas. Ya puede ser el que sea de la plantilla que si no corre, no va a jugar. Ya puede ser el mejor, el que más cobra o quien sea. Si no corre y no se deja el alma, ya le digo yo dónde va a estar.
–En estos partidos a veces sólo se le escucha a él.
–Es que es así. A mí me encanta. Tiene muchas cosas positivas, pero una de las que más me gusta es que nos mete muchísima caña, no quiere que nos relajemos. Da voces para espabilarnos, motivarnos, que tengamos concentración. Te pone las pilas, como se entrena se juega, si estás concentrado en el entrenamiento, lo trasladas al partido.
–¿Es muy distinto a Pellicer?
–No. Está claro que cada uno tiene su forma de trabajar, pero les veo más similitudes que diferencias. Son gente que tiene muchísima hambre, ganas de crecer, comerse el mundo. Luego no negocian con el esfuerzo, tiene que correr todo el mundo. Eso es algo que cuando vine Pelli ya lo tenía y en esta misma línea va a seguir José Alberto. Luego ya cada uno tiene su forma de juego, pero en el tema físico y de jugar sin balón son muy parecidos.
–¿Cuál va a ser la clave de su Málaga? Aunque ya ha dado pistas.
–Un equipo, salvando las distancias, parecido al del año pasado en muchos sentidos. En el de correr, el sacrificio, el trabajo, la solidaridad, la humildad, el compañerismo. Por ahora la gente que ha venido hace que sigamos teniendo un vestuario muy bueno como el año pasado. Un vestuario te da o quita puntos y creo este año va a ser un vestuario enorme, ojalá que sea así.
–Va quedando claro que usted se queda como pivote.
–Sí. Él me conoce ya desde hace muchos años y sabe perfectamente que puedo jugar de central, pero habló conmigo y me dijo que en principio donde él me quería era por delante de la defensa, tanto solo como en el doble pivote. Luego, si la situación del partido lo requiere puede atrasarme al central, pero de hecho todavía no he hecho ningún entrenamiento de central, todos en el centro del campo.
–¿Cómo se ve de ritmo?
–En Vélez me sentí bien, pero dos días antes nos vacunaron y algunos compañeros les dio fiebre. A mí, décimas. Pero en el partido notabas que te faltaba el aire, que te cansabas más de la cuenta. Lo asocio a eso, a que todavía no estábamos recuperados. Al terminar el partido hablé con algunos compañeros y también. Entrenamos el lunes por la mañana nos vacunaron tras entrenar y descansamos hasta el martes por la tarde para que pasasen más de 24 horas. El martes por la mañana llamamos nueve o diez compañeros al doctor para decir que no podíamos. Un cansancio brutal, algunos fiebres altísimas. Otros no lo notaron, sin reacción alguna.
–Los jóvenes están francamente bien…
–Sí, los jóvenes van muy bien. Me impresionó la pretemporada pasada la gente del filial y ahora en esta ellos y también los del juvenil. Este año ha tenido un equipazo. Tienen un nivel altísimo. Haitam, Loren, Rober. Y Andrés, aunque él ya había debutado con nosotros y que juega con una tranquilidad que parece que lleva cinco años. Otros a lo mejor se ponen más nerviosos, pero él tiene una pausa, una técnica... Nos van a ayudar muchísimo durante el año, van a jugar muchos partidos. Y ojalá sea así porque son el futuro del Málaga.
–¿Qué le parece Moussa?
–Sí, el míster con todos los chicos tanto del juvenil como del filial está encantado. Pero al míster le gustan también los jugadores fuertes, físicos, para ganar los duelos. Moussa cuadra en el juego que él quiere perfectamente y además está haciendo una pretemporada buena con nosotros.
–Ha llegado Ismael para el centro del campo, ¿lo conocía?
–No, no conocía a Ismael. Es un jugador muy bueno, con muchísimo toque de balón, que pide siempre la pelota. Es muy joven y ojalá que esté muchos años aquí porque además tienen mucho margen de mejora.
–Los nuevos no hacen más que decir que les han recibido de manera impecable.
–David (Lombán), Dani Barrio, yo, los más veteranos, uno de nuestros roles es ayudar a la gente que viene de fuera, hacerles fácil la adaptación. Una de nuestras claves del año pasado fue esa. Desde el buen ambiente se trabaja mejor. Los compañeros que vienen, por suerte, llegan con predisposición al buen rollo, se adaptan muy bien. El día a día es un lujo.
–¿Hay que poner mucho orden?
–Qué va, no tenemos que ponernos en modo policía. La gente sabe lo que tiene que hacer. Nos hemos encontrado un grupo muy profesional, gente que se cuida mucho, predispuesta al trabajo.
–Después de tantos veranos, ¿qué le dice la intuición de lo que llevamos del actual?
–Una buena pretemporada es la base. Empezar el primer partido con unas señas de identidad, sabiendo lo que tienes que hacer en el campo, es importantísimo. El año pasado es algo que no pudimos hacer. Empezamos el día 7 con una base, trabajando desde el principio, sin distracciones. Nos faltan todavía varios jugadores, pero el míster nos marca el camino y no hay distracción alguna. Es muy positivo de cara al partido contra el Mirandés. Tenemos una columna vertebral, una base. Contra el Sevilla ya plasmamos lo que queremos, presión alta, salir rápido. Unas señas de identidad.
–Esta temporada puede ser esa en la que La Rosaleda coree su nombre.
–Ojalá, pero me gusta ganarme las cosas por mi trabajo, es algo que me encantaría como malaguista que soy, pero tengo claro que me lo tengo que ganar día a día dejándome el alma por el Málaga.
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