"Sé lo de los meses con erre, pero en abril me he hinchado de espetos"
Entrevista con Alberto Escassi, jugador del Málaga CF
El futbolista paleño hace un repaso en Málaga Hoy del presente blanquiazul y repasa algunas vivencias ligadas a su Málaga natal: "He soñado con La Rosaleda coreando mi nombre"
Alberto Escassi (1989) trae la voz del emigrante que volvió. Málaga es su Ítaca particular, la que le da la felicidad paseando por la playa de Pedregalejo, la que le arropa en el Morlaco cuando quiere pensar. La renuncia a más oro para cumplir un objetivo vital y satisfacer el deseo del niño, del canterano, del aficionado, al que le faltaba vestir la blanquiazul en La Rosaleda. Pendiente queda el culmen del sueño, escuchar al estadio corear su nombre. Mientras tanto mata la espera con espetos de sardinas. No podía aguantar a mayo.
–Antes que nada, ¿cómo está?
–Es la lesión más rara que he tenido. No fue ni un apoyo raro ni un gesto, que fue de menos a más. Un pequeño edema en el hueso, toca ir soportando el dolor con ayuda de los fisios, voltarén.. y que vaya a menos. ¿En el campo? Siempre me lo noto desde el Albacete, todos los días. Es la planta del pie y todo el peso recae ahí. Es familiarizarse un poco con el dolor. Sufrí el otro día en los diez últimos minutos, el dolor se acentuó. No es una lesión grave, pero a veces las que más fastidian son las más insignificantes. Más allá de todo es el sitio. Yo peso 80 kilos y va todo a la planta.
–Va a seguir adelante con dolor hasta que reviente.
–A ver si desaparece. Es rara por como fue. Igual sigue el dolor hasta final de temporada que desaparece, que ojalá sea así. A ver cómo va evolucionando.
–Hablando de evolución, para evolución la del Málaga.
–Sí, lo que vivimos en pretemporada fue todo atípico, no se pudo trabajar de forma adeucada. El primer partido en Tenerife fue complicado, perdimos 2 a 0, jugadores no inscritos, los del ERE nos echaron una mano como Luis Hernández y Rolón, no sé si me dejo a alguno. Chapó por ellos. Estamos haciendo un grandísimo. Con este vestuario y este cuerpo técnico me voy al fin del mundo. Trabajo con ellos día a día y es una maravilla. Todo el mundo es comprometido y ambicioso. Pensábamos que íbamos a sufrir muchísimo y a estas alturas tenemos 49 puntos, creo que lo hubiéramos firmado más de uno.
–Siendo sincero, ¿el vestuario creía realmente que el play off era posible?
–Si le soy sincero, a nivel personal, la semana pasada, que no pude ir a Las Palmas por lo del talón, cuando metimos el gol y pinchaban Sporting y Rayo, fue la primera vez en la temporada que miré la parte de arriba. Sí que te ilusiona porque te ponía a 51 puntos, a cuatro o cinco de los play off a falta de siete partidos… Luego nos metieron el 1 a 1 y te das cuenta que hasta que llegues a los 50 puntos no hay que mirar nada. Tenemos que estar muy orgullosos de la temporada que estamos haciendo y tenemos que ir a dejarnos la vida en cada partido.
–¿Qué espíritu hay ahora en el equipo?
–El mismo de todas las semanas. Somos unos animales, no paramos. En ningún momento nos relajamos.
–Hablan maravillas de usted como profesional y como compañero, especialmente los jóvenes.
–Estuve siete años en las categorías inferiores del Málaga y luego en el Getafe B antes de ser profesional. He estado en su situación y sé lo que esperan de jugadores veteranos. Tenemos ese rol, dar ejemplo y llevarlos por el mejor camino. Eso intento hacer con los jóvenes. Se ha demostrado que hay una magnífica cantera, que los chicos vienen con mucha hambre. Nos han ayudado y nos están ayudando muchísimo. Yo creo que son el futuro del Málaga, ojalá, por eso hay que ayudarlos y apoyarlos a todos.
–¿Se siente un poco padre de los jóvenes?
–Más que padre me siento con la responsabilidad. Haz lo que te gustaría que te hicieran o como te gustaría que te tratasen. Intento transmitir los valores del esfuerzo y el compromiso, que es lo que te va a hacer estar muchos años en el fútbol profesional. Que se sientan privilegiados como me siento yo cada vez que vengo a entrenar, haciendo lo que me gusta. No sólo yo, también David Lombán, Dani Barrio, Stefan… Una de las señas de identidad de este equipo es también que desde el más veterano hasta un juvenil, todos somos iguales. Eso lo he visto en pocos vestuarios. No hay distinciones. Por eso tenemos tan gran ambiente. En el Málaga tienen una oportunidad de oro y no lo están dejando pasar.
–¿Quiénes eran sus padrinos en Getafe?
–Me vienen dos que me arroparon enseguida, David Cortés y Manu del Moral, con el que también tuve la suerte de coincidir en el Numancia dos temporadas. Siempre estaré agradecido.
–Dicen que su fichaje empezó a trabajarse muchos meses antes, casi un año.
–Es verdad que hubo contactos, se habló de cierto interés pero nada concreto. En Soria siempre dije que mi sueño era venir aquí, sin faltar el respeto al Numancia, pero no podía ser hipócrita, mi sueño era jugar en el Málaga y por fin este año se ha cumplido. Ha sido todo muy sencillo, uf, más que un sueño.
–¿Es convincente Manolo Gaspar?
–Sí, muy convincente, pero es que fue tremendamente sencillo. Cuando Manolo me llamó, nos reunimos, me transmitió el interés y yo sabía la situación económica que había, pero le dije a mi representante: “Álvaro, no quiero escuchar nada de otro equipo”. No quería otra cosa. Había equipos recién descendidos de Primera y más dinero, pero yo quería ser fiel a mis sentimientos.
–Si le pregunto por la renovación de Pellicer, me dirá que está encantado con él.
–No me imagino un Málaga sin Pellicer. Me parece que lo que hace y lo que está haciendo y los valores que transmite… chapó. Es el primero que viene cada día, el último que se va. Echa muchísimas horas, cómo gestiona el grupo. Lo que está haciendo es de diez. Ojalá se quede porque se lo ha merecido y yo me alegraría muchísimo por él.
–Ha dado con una versión imperial como pivote de Escassi, pero da la sensación de que necesita campo para usted, que si le ponen escudero se solapan.
–En la posición que más cómodo me siento es cuando juego yo solo por delante de la defensa. Estoy muy a gusto porque me gusta abarcar campo. No quiero que se malinterprete porque en el doble pivote también estoy cómodo y he jugado muchos partidos, pero si me dieran a la elegir sería solo por delante de la defensa.
–Se enfrentan a Espanyol y luego Mallorca, hacía tiempo que no se veía a equipos tan superiores a la media.
–Raúl de Tomás cobra más que todo nuestro presupuesto. La superioridad que demuestran… Vi la arenga de Pepe Mel antes de jugar contra Las Palmas y les metieron cuatro. Es un equipazo jugador por jugador. Se Keidi y entra Fran Mérida… Pero nosotros no nos escondemos y no nos achicamos. Miramos al Espanyol de tú a tú como si fuera cualquier equipo. Que nadie se piense que vamos a empatar, vamos con toda el alma y a por los tres puntos.
–La diferencia es, además de ir sobrado de calidad, cómo corre el Espanyol.
–Al Espanyol me gustaría verlo en Primera, no desciende seguro. Los más difícil es tener talento y que esos jugadores se pongan a correr. Y ese equipo lo hace. Ahí están los resultados. Pero bueno, no nos queda otra que morder. Todos los jugadores tienen piernas y brazos.
–Se habla de la vuelta de público a los estadios en la recta final.
–Me parece bien mientras haya seguridad, esté controlado y se haga bien. En otras actividades y otras categorías se está viendo público. Sería importante para el aficionado y para nosotros, estamos locos porque vengan a animarnos.
–¿Cuántas veces ha soñado con La Rosaleda coreando su nombre?
–Lo he soñado, no le miento. Me quedaría sin palabras, creo. Soy del Málaga, soy malaguista, tengo amigos y familiares abonados, estuve aquí en el último ascenso contra el Tenerife en el estadio… y ahora vivir eso y que la afición coree tu nombre en el estadio, sería algo impresionante. Ojalá suceda, pero eso me lo tengo que ganar en el campo con esfuerzo y rendimiento.
–¿A qué rincón de Málaga va cuando no quiere que nadie le encuentre?
–Con mis perros, me voy a la playa. Al parque del Morlaco. Me gusta irme dos horitas, me siento en una roca, y aparte un paisaje que se ve la playa, Málaga… Me gusta irme de vez en cuando para despejarme un poco.
–¿Qué es lo que más echaba de menos de Málaga?
–La familia. Estos 14 años fuera de Málaga… Bueno, llevo ocho años con mi mujer y a ella le encanta viajar, y me dice que si Nueva York, Italia… Y yo le digo que le pago el billete si quiere pero que en verano vengo de vacaciones a Málaga. Cuando uno se va, lo valora. Me voy tres días por ahí, cerquita, a Tarifa. Pero de aquí no me mueve nadie.
–¿Cuál es su playa?
–Pedregalejo. Me suelo ir a los espigones. El mar me da mucha paz y tranquilidad. Como siempre he estado de chiquitillo en la playa. Ahora lo aprovecho y lo valoro muchísimo. Un simple paseo con mi mujer y mis perros por la playa y ya soy feliz.
–Ahora que llega mayo, a devorar espetos, ¿no?
–Sí, ahora llega el primer mes bueno. Yo sé lo de los meses con erre, pero yo en abril me estoy hinchando. Me dicen que no es época, pero me da igual, que mejor que los de cualquier sitio están.
–¿Qué tiene El Palo que da tanto futbolista?
–Antes pasábamos las tardes jugando en la calle y en la playa. Eso ya no se ve. De aquí han salido jugadores importantes: Recio, Portillo, Aranda, Manolo Gaspar...
–¿Qué recuerdos imborrables tiene de su infancia?
–Nunca lo he pensado, pero sí recuerdo estar siempre pegado a un balón. Me he llevado cada bronca por eso... Eso siempre lo recuerdo.
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