Dani Sánchez: "No hay cosa más motivante que La Rosaleda llena, te tienes que dejar la vida"
El ex de la cantera del Real Madrid atendió a este medio en los días previo a enfrentarse a su antiguo club
Más de 7.000 entradas vendidas para el partido contra el Real Madrid Castilla
Alarma en el Málaga CF
Dani Sánchez (Málaga, 2000) llegó este pasado verano como un regreso a casa de un malagueño que conoce la categoría y que tiene capacidades y nivel para ser bastante competitivo dentro de la misma. No comenzó con excesivo protagonismo, pero, tras la lesión de Víctor García, dio un paso adelante y lo está sustituyendo de la mejor manera posible. Durante su etapa de formación, estuvo en la cantera del Real Madrid y, en estos días previos al partido, habló en exclusiva para Málaga Hoy.
¿Siguió usted al equipo en sus distintas etapas en otros clubes?
Sí, totalmente. Al final es el club de mi ciudad. Y casi todos los años, todos los años lo he seguido prácticamente. Sabía cómo había quedado cada fin de semana. Sabía las cosas que había extradeportivamente y deportivamente. Y como te digo. También he sido muy feliz fuera. También hay que decirlo. Creo que en mi caso estos años me han ayudado a mejorar maduramente. Creo que he crecido muchísimo. Y pues ahora he tenido la suerte, ¿no? También por trabajo. Porque al final esto no es regalo de nadie y ahora, pues, estoy en casa disfrutando de mi gente, de mi familia e intentando llevar a Málaga a donde se merece.
¿Cómo vivieron usted y su entorno la llamada y el fichaje del Málaga?
Al final, fue un verano también complicado, porque era una incógnita. No sabía todavía para dónde iba a ir. Y cuando te llega la llamada del Málaga, pues imagínate mis padres. Piensa que mis padres sufrían por la circunstancia de vivir mucho tiempo fuera tan lejos, que yo estaba en ciudades como Barcelona o Soria, que por el trabajo, o también por la edad, pues a veces se les hacía imposible ir. Y entonces, pues, tener mi familia aquí todos los fines de semana para verme, pues, imagínate. Y yo me acuerdo de que venía en coche para La Rosaleda para la presentación y era el único día que yo estaba nervioso. Estaba muy nervioso, muy, muy, muy nervioso, porque tenía las ruedas de prensa y demás y me impactó. Y yo, conduciendo, decía por dentro, "esto a mí nunca me ha pasado". Entonces al final yo creo que significa también la magnitud que tiene este club y la exigencia que hay en él.
¿Cómo fueron sus comienzos en el fútbol?
Mi madre no me quería apuntar al fútbol, porque al final todos sabemos lo que se sufre. Nosotros también somos personas y esto se sufre muchísimo. Tenemos etapas, hay días que se sufren, semanas que se sufren. Entonces mi madre no entendía mucho, pero al final todo el mundo sabe que esto es una profesión muy difícil para mí en mi vida y yo me quiero dedicar a esto. Empecé en el Tiro Pichón y creo que estuve hasta alevín de último año y ahí ya me vine para el Málaga. Estuve los dos años de infantiles y el primer año de cadete y ahí es cuando firmé con el Real Madrid.
¿Qué tal fue su experiencia en la cantera blanca?
Es otro mundo. Eso al final es un sueño de cada niño, no nos vamos a engañar. Es uno de los mejores clubes del mundo, por no decir el mejor. Y eso es lo máximo. Al final tú estás ahí y tienes la suerte de conocer a muchas personas. Tuve también la suerte, por el trabajo también, de entrenar con el primer equipo. Creo que esos días fue uno de los días más felices de mi vida. Yo estaba completamente en una nube. La noche anterior ni dormí. Imagínate entrenar con jugadores como Sergio Ramos, Isco, que para mí en ese entonces era uno de mis ídolos, porque aunque juegue de lateral izquierdo, siempre he tenido el alma de extremo, siempre he comenzado de extremo o de mediapunta. E Isco para mí lo tenía yo siempre en un pedestal y siempre lo iba a tener. Jugar con ese tipo de jugadores para mí fue increíble. Y en la etapa de maduración, pues imagínate. Ahí hay tantos niños como yo viviendo fuera de su familia. Allí te creas un vínculo y una familia con los compañeros que es increíble.
¿Y su posterior etapa en el Málaga?
Entonces, estuve cuatro años en Madrid y me vine para Málaga, para el filial. La cosa no salió muy bien. Estuve seis meses, que de enero a junio no jugué tantos minutos. Fueron 15 minutos en seis meses. Se baja de Segunda B a Tercera División. Estoy con Pelli. Él viene y surge el problema de las 18 fichas. Y me tengo que ir cedido al Poli Ejido.
¿Cómo se siente al salir de estas dos canteras a un fútbol más humilde?
Al final, te das cuenta de todo lo que tiene el Madrid y todo lo que tiene el Málaga. Y al final te ves en un club con menos recursos. Yo le tengo un cariño enorme al Poli Ejido, pero es normal, porque al final no tienen las mismas cosas. No tienen la misma masa social, pero es lo que te digo. Yo creo que con trabajo y con esfuerzo, al final, cada uno intenta llegar donde quiere y donde puede.
¿Qué tal fue su etapa en el Poli Ejido?
Me salió bien ese año. Creo que jugué 38 partidos. Fue el año de la pandemia. Ascendí a Segunda B. Me salió todo muy bien. Entonces, estoy agradecido porque te puede salir mal o te puede salir bien. Esto es fútbol. Y desde ahí, yo terminé el contrato con el Málaga. Yo estaba cedido y me quedé libre para firmar con otro club.
¿Y su paso por el Extremadura?
Era un club que bajaba de Segunda División con intención de subir otra vez. Un equipo increíble, la verdad. Creo que tenía bastantes jugadores. Creo que ha sido uno de los equipos, junto con este año, en los que, con los jugadores, creo que teníamos una plantilla increíble, pero ocurre esta desgracia de estar sin cobrar y otra vez no me hacen ficha. Vida dura, pero, hostia, llegué con 23 años que tengo ahora actualmente. Esas cosas me ocurrieron con 20 añitos, con 21. Que ya has aprendido. Te hace madurar de la cabeza increíble. Entonces, yo, cuando tengo la suerte de decirle a los chavales: "curra, no te mosquees si no juegas. Es normal que te mosquees, porque yo mismo me mosqueo si no juego". Está claro, porque quiero jugar y quiero ser importante. Pero, al final, la cabeza es lo más importante en el fútbol. Y para mí, una cabeza madura que sea fuerte, ese es el que llega.
¿Y qué tal estos últimos años?
Me voy en invierno a Linares. Gracias a Dios también me sale bien. Lo juego prácticamente todo, casi todo. Y hago el playoff de ascenso a Segunda División. Soy campeón de Segunda B. Tenía un gran equipo. Bueno, perdemos contra el Amorebieta. Nos empatan, porque a nosotros nos valía el empate. Y nos ganan 2-1. Y fuera. Y ese año es que ascienden. Y de ahí, vuelvo a Extremadura, porque me quedan dos años de contrato. Y no me dejan salir. Por el tema del dinero y tal. Yo les decía que yo no estaba sin cobrar. Yo también tenía vida. Entonces, pues bueno, me dijeron que perdonara todo para poder salir. Y me voy a Sabadell. Y este también fue uno de los mejores años de mi vida. Creo que también teníamos un equipazo. Prestaciones también para el play off de Segunda. Ese año también bajaba el equipo de segunda. Y en el último partido nos quedamos en la puerta. Llegábamos cuartos. Y yo creo que ese año no ha habido una clasificación más dura y más a la par. Yo creo que teníamos 56 o 57. Todo el mundo empataba a puntos. Y quien ganaba o perdía se metía. Y nosotros perdimos y tuvimos la mala suerte de que salimos. Y de Numancia. Fue este año. Un año duro. Creo que a nivel individual ha sido uno de los mejores de mi carrera, porque hice bastantes números buenos. Sí que es verdad que jugué bastante de extremo. Para mí, yo soy lateral. Obviamente, pues bueno, jugando un recurso, sí, pues puedo jugar de extremo, pero para mí soy lateral. Y como te digo, un año que descendimos. Y ahora estoy aquí que tengo la suerte de estar en el mejor club del mundo.
¿Cómo es de importante para usted el duelo de este fin de semana contra el Real Madrid Castilla?
Con estas cosas, uno llega el lunes y tiene ganas de que llegue el sábado ya. Entonces, para mí, se me está haciendo la semana eterna. Jugar aquí contra uno de mis equipos. Porque para mí lo son, tanto el Málaga como el Madrid. Creo que son dos equipos que me han dado todo y que me han formado. Sí, a lo mejor un poquito más el Real Madrid, porque al estar fuera de casa, creo que te da esa maduración. Y para mí, al Madrid, yo también le debo muchas cosas en mi vida. Y creo que la persona que soy ahora también es parte gracias a ellos. Entonces, pues, tengo a muchos compañeros. El año pasado también tenía más porque al final la quinta se va perdiendo. Y con muchas ganas, tío, ya te digo. Saludaré a todo el mundo con muchísimo cariño. Pero a la hora de la verdad, aquí no hay sentimiento.
¿Y el partido contra el Linares Deportivo con cerca de 3.000 malaguistas en las gradas?
Fue muy especial porque, gracias a Dios, yo de allí salí también muy querido. Y la gente me lo decía, porque vi a mucha gente conocida y me dijeron, 'hostia, tío Dani, qué suerte tienes'. Esto no se ha visto nunca en la vida. Y yo digo, estos locos están locos de la cabeza que te van a venir a Linares, que te van a venir a Barcelona. Entonces, pues disfrutando del momento y de los pequeños detalles. Y ya te digo, fue un partido bastante especial, aunque no jugué. Pero porque me reencontré también con muchas personas que yo quise en ese momento. Esos seis meses para mí fueron espectaculares porque al final fue un año bonito.
Fui campeón de Segunda B, jugamos play-off a la segunda. Hostia, hay que valorarlo, porque al final una ciudad también como Linares, que al menos tiene económicamente no tiene tanto poderío, es capaz de que todo el mundo llegue a donde se merece.
¿Qué referentes ha tenido durante su formación?
Yo nunca he sido lateral izquierdo en esos años de formación. Yo me metía de mediapunta, y por eso te digo en el caso de Isco. Ahora, actualmente, pues siempre me he fijado en Jordi Alba, en Marcelo, más o menos ese tipo de perfil de jugadores en los que yo a lo mejor me veo un poquito más reflejado. Nunca he tenido un ídolo tan definido, porque mi ídolo para mí soy yo mismo, y me intento formar como yo soy. Y mi sueño es ser uno de los jugadores de élite y para eso estoy dedicado a ello, por eso todos los días me levanto a las ocho de la mañana y entreno y me sacrifico, al final, toda la vida. Llevo desde los 6 añitos y desde los 15 años fuera de mi casa.
¿Cree usted que su rendimiento durante la lesión de Víctor puede acercarle a la titularidad o a conseguir más minutos de cara a futuro?
La vida son momentos y creo que hay que estar preparado para siempre. Y yo he tenido también la suerte de que me han dado minutos también, y he podido aprovecharlo cuando me han sacado. Yo creo que para eso siempre hay que estar preparado. Y da igual si no juegas, creo que me tiré dos partidos sin calentar. Y hay que estar preparado en todos los momentos. Al final, la mente es lo más poderoso que tenemos. Y, como te digo, disfrutando ahora de los minutos que me están dando. Si tenemos la suerte, no es suerte, porque creo que lo dije en rueda de prensa, que ojalá llegase mañana y entrenase ya mi compañero. Competitividad sana, pero al final es fútbol, un día cae uno, un día cae otro. Y bueno, ahora me ha tocado a mí entrar. Y ya te digo, intento hacerlo lo mejor posible. Todavía a lo mejor creo que no estoy en mi mejor nivel, porque he estado mucho tiempo sin competir. Esta semana me voy encontrando mejor. Y poco a poco.
¿Puede ser el lateral izquierdo la posición con más competitividad junto con el centro del campo?
Me lo dicen mucho. pero bueno, yo creo que he visto un pedazo de futbolista como Víctor. Yo me fijo mucho en él, se fija mucho en mí. Nos tenemos un cariño enorme. Creo que siempre que lo veo le doy un abrazo. Le pregunto siempre cómo está, el tema de la lesión. Ya te digo, esto hay que aprender de cada uno de los demás. Y puede ser, porque al final creo que somos dos jugadores que tenemos esas mismas cualidades. Nos gusta mucho atacar. Y sí, puede ser, pero bueno, lo que te digo, competir es sano. Al final él me va a ayudar a mejorar y yo le voy a ayudar a mejorar a él. Eso es lo importante al final. Y es para que, bueno, aquí estamos todos muy enchufados. Y cuando le toque uno lo hará mejor y cuando le toque al otro, pues igual. Al final, todos tenemos un mismo objetivo tanto vosotros como nosotros y como la gente de la ciudad. Y no vamos a hablar del objetivo porque está prohibido hablar, pero todos sabemos cuál es. Y creo que se está demostrando cada fin de semana.
¿Qué tal está viendo usted al grupo?
Al final la clave yo creo que también está en la unión. En la unión de ser una familia, de todo el mundo va a una, de cuando marca un compañero pues todo el mundo se levanta del banquillo y lo celebra y eso al final da una vitalidad y una alegría al equipo y una confianza y unos objetivos en los que te marcas y, como te digo, creo que la unión es la clave. Al final obviamente va todo muy bien, está claro, pero yo creo que cuando, pues al final, ojalá que no, pero puede haber momentos malos en una temporada, la temporada es muy larga, puede haber momentos malos, de una racha a lo mejor malilla. Yo también considero que ahí se va a ver dónde el equipo creo que va a estar también en las buenas, en las malas. Creo que nos adelantan en el marcador y el equipo también se recompone. Para mí es una cosa espectacular. Yo también he tenido muchas veces equipos donde nos metían un gol y nos hemos venido abajo. Eso en el minuto 20 no te puedes venir abajo, es algo que te quiero decir. Y nosotros creo que seguimos, seguimos, seguimos y al final eso es una cosa muy importante.
¿Y a Pellicer?
Al final, creo que es el capitán general. Creo que nos tiene enfilados a cada uno de manera bien hablada.
Nos tiene con ganas de competir, con ganas de trabajar día a día. Creo que venimos aquí con el cuchillo entre los dientes. Y ya te digo, al final es el capitán del mando y nosotros estamos muy contentos con él. Creo que es una persona que te ayuda también personalmente a mejorar. Es un tío muy cercano. Y ya te digo, estamos muy contentos con él y espero que siga toda la temporada porque al final eso es lo bonito, que un entrenador empiece y que te lleve también hacia el objetivo. Que se sigue toda la temporada significa que las cosas están saliendo bien.
Este fin de semana se verá las caras con Raúl González Blanco, ¿qué tal le fue con él en la cantera madridista?
Nos llevaba a un par de chavales, laterales, extremos, delanteros, y él siempre nos entrenaba a modo de tecnificación. Nosotros teníamos que estar en el central, pero nunca ha sido mi entrenador. Aunque lo conozco. Creo que es un tío también súper competitivo. Es un tío que está en el banquillo y se vuelve loco de esa manera de vivir el partido. Y yo creo que eso al final transmite a los jugadores y es bueno. Pelli también es igual. Y creo que eso también te tiene activado en el campo y te tiene súper concentrado.
¿Qué tal está viviendo la relación con la afición en este inicio?
Se me ponen los pelos de punta ahora mismo de pensarlo, porque yo cuando estaba el otro día, creo que fue hace dos semanas, estaba en el banquillo, decía tío, es que tenía los pelos de punta y la gente cantando el himno. Y al final te da ganas de saltar al campo y dices, me meto con 12, pero ya te digo, esto es un pedazo de estadio y pensar que esto está lleno todos los fines de semana, pues te da mucha fuerza mentalmente y cuando las piernas no pueden más, son ellos los que te ayudan a correr más y ya te digo, esto es increíble. Y al final pues el sábado a las ocho aquí va a haber un ambientazo y eso es motivación. Es que no puede tener otra cosa más motivante que jugar en La Rosaleda llena y te tienes que dejar la vida por ello. Si te están dando, tú también le tienes que dar eso o incluso más.
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