Lombán: "Manolo Gaspar y Pellicer han demostrado de sobra su valor para el club"
Entrevista con David Lombán, jugador del Málaga CF
El capitán hace balance y habla sobre la renovación del director deportivo y el entrenador
David Lombán (Avilés, 1987) es uno de los pocos supervivientes de la reconstrucción del Málaga. Luce el brazalete en el campo y fuera de él ejerce también su veteranía esquivando los temas más delicados. Para el asturiano no es nuevo eso de verse en un club dinamitado. Venía vacunado de Granada y Elche. Le da algo de ventaja, pero tampoco mucha. El defensa hace un viaje desde el verano hasta hoy con pausa, sin mojarse mucho, pero sabiendo los qué mensajes quiere que calen.
–Menudo añito.
–Desde 2020 hasta el inicio de 2021. El año pasado logramos la permanencia y este año luchando para hacer lo mismo.
–¿Ha vivido algo comparable?
–He vivido muchas cosas, la verdad. Luego entra dentro de cada persona lo que le afecte a nivel mental. También negativas. Podría hablar del año de la transición de la presidencia del Granada. Ese fue el más complicado para mí a nivel deportivo en mi carrera. Luego estuve seis meses sin cobrar en Elche. Al final en una carrera larga tienes momentos positivos y negativos.
–¿Qué se decía la gente en Alhaurín?
–Si algo nos ha enseñado la pandemia es vivir el día a día. Evidentemente existía una incertidumbre por parte de todo el mundo, tanto los nuevos como los que estábamos el año anterior. Al jugador, como la información que le llega no es muy completa, te intentas abstraer un poco de toda la situación, intentar ser profesional en el día a día y olvidarte un poco de las cosas que no dependen de ti. No queda otra.
–En la recta final de la concentración debió resultar aún más complicado con la salida de José Rodríguez y lo que se desencadenó.
–Fue complicado, pero más para el cuerpo técnico si cabe porque no sabía qué plantilla iba a tener o si iba a tener plantilla para competir. Era una incertidumbre tan grande que nadie sabía nada. Los que tenían la máxima información, tenían claras las cosas, pero nosotros que estábamos muy limitados en cuanto información no sabíamos nada. Por eso decía lo de vivir el día a día, estar físicamente al máximo, aunque mentalmente no estaba bien y eso te podía afectar a las lesiones, a mí me afectó.
–¿Habló mucho esos días con Manolo y Pellicer?
–Hablamos un poco con todos. Lógicamente, Pellicer estaba preocupado por la plantilla, por cómo iba a ser. A mí desde el primer día, siendo conscientes de las limitaciones económicas y las posibilidades del club, siempre mostraron su confianza en mí, que era un jugador importante. Ya me lo habían dicho antes, pero insistieron más. Todas las conversaciones que tuve fueron positivas.
–¿Entonces nunca se vio más fuera que dentro?
–Me veía con las mismas posibilidades de estar fuera que dentro. Eso quería decir que en cierta fecha se podía ejecutar un despido. Llega un momento en el que las cosas avanzan y se van clarificando, así que tienes que tomar una decisión.
–Pero el esfuerzo que hizo fue grande.
–No me gusta hablar de esfuerzos. Me gusta hablar de que es un sitio en el que estoy a gusto, es un club grande, tiene un estadio espectacular… Es un club de Primera, me gustar estar en él.
–¿En algún momento notó que pese a todo se estaba construyendo algo bonito?
–Tardó, eh, tardó. Había incertidumbre, gente del ERE que participaba en las convocatorias, gente que estaba sin entrenar porque no podía ser inscrita… Tardó en estabilizarse todo. Sí es verdad que una vez que cerró el mercado y se aclaró un poco todo, se vivió una normalidad que antes no había. A partir de ahí se formó un grupo joven, de gente con ganas y, sobre todo, sana.
–¿Cómo recibió la noticia de la capitanía?
–Ya era el año pasado, aunque no fuera el primero estaba dentro del grupo. Lógicamente cuando eres capitán de un equipo como el Málaga, orgulloso y con responsabilidad. Ser capitán significa que tienes que ser un ejemplo para los compañeros y ser el que los representa.
–¿Cómo se lidia con tanta gente joven?
–Bien, porque son gente con ganas de mejorar y de aprender. Recalcaría un poco el grupo tan sano que hay. Mismo objetivo común, independientemente de quien juegue hay una relación espectacular. Es una pena que con el coronavirus el vestuario ha desaparecido, es entrenamiento y poco más. Como en todos los equipos hay personalidades de todos los tipos y eso es importante. Lo que no aporta uno lo aporta otro. El gracioso y el serio ponen su granito de arena y eso hace al grupo más fuerte.
–¿Quién es el próximo que va a sorprendernos?
–Hay que tener tranquilidad también. Lo más difícil en el fútbol es mantenerse y la regularidad. Tienen una oportunidad muy grande y muchos son conscientes de ello. El Málaga ha heredado una cantera importante de cuando era un club de Primera División y Champions, en las que tenía otras posibilidades y podía incorporar a jugadores que ahora le serían difíciles de conseguir. Creo que hay un nivel medio bueno. Me costaría destacar a uno, pero tenemos a chicos que ya son importantes y juegan casi todos los minutos.
–A nivel colectivo parece que hay un pequeño bajón.
–Sí, al final Segunda es esto y por muchos años que pasen en la categoría, todos los equipos van a vivir situaciones parecidas. Segunda División es de dinámicas, al haber tanta igualdad es difícil conseguir dos victorias seguidas y pero muy fácil encadenar derrotas seguidas si no estás al 100 por 100. Sabíamos que esto iba a llegar. Sabemos los puntos que tenemos y que hay que cortar esta racha cuanto antes. No es que la situación sea dramática, sin porque es negativo para la mentalidad del grupo.
–El otro día el míster dijo que habló con el grupo y fue públicamente duro, eso no suele ocurrir.
–Una derrota en un partido en el que teníamos una ilusión muy grande de ganar en La Rosaleda. Perder 0-2 ante un rival que teníamos a pocos puntos es doloroso. El míster es exigente en el día a día y eso es bueno. Intenta apretar al jugador. Fue una charla normal después de una derrota. Con la edad media que tenemos en el equipo, tenemos que estar en continua mejora.
–A algunos futbolistas como Jairo Samperio, Jozabed, Matos u Orlando Sá les está costando algo más.
–Han demostrado de sobra la calidad que tienen. En el día a día me parecen jugadores espectaculares, aportan tanto dentro como fuera del campo. Se nota que son futbolistas de nivel y por eso han estado donde han estado. Seguramente serán importantes de cara al futuro como lo han sido en otros equipos.
–¿Está satisfecho con su rendimiento?
–Yo soy muy autocrítico conmigo mismo y que nunca hago un partido perfecto. Busco siempre evolucionar, corregir y pienso que mi mejor nivel está por llegar.
–Sergio Pellicer y Manolo Gaspar acaban contrato, ¿qué opina el capitán del Málaga, les renovaría ya?
–Bueno, creo que está de sobra demostrado el valor que ellos tienen para el club. En el momento que llegaron y lo que vivieron. Han superado barreras en momentos muy difíciles. Luego entran las decisiones de cada uno. Ahí son dos partes, por un lado está el club y por otro el cuerpo técnico, y que lleguen a un entendimiento. Por la relación que tienen y por lo que hablan siempre, yo creo que los dos están a gusto mutuamente. No sé en el futuro qué va a pasar, pero es una relación que va a estar ligada muchos años, o eso espero.
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