Entrevista a Genaro: "Me gusta este reto, la presión bien gestionada es un aliciente"

El centrocampista vuelve a enfrentarse a La Rosaleda tras el duro final de temporada donde fue objeto de duras críticas

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Las imágenes de la entrevista a Genaro Rodríguez, jugador del Málaga
Las imágenes de la entrevista a Genaro Rodríguez, jugador del Málaga / Javier Albiñana

Genaro Rodríguez (Gerena, 1998) habla por primera vez desde que terminó la pasada temporada. El centrocampista sevillano fue uno de los jugadores más señalados por los aficionados, pero lejos de acobardarse y salir huyendo, decidió cumplir el año de contrato que tiene y ser uno de los hombres fuertes del vestuario con el respaldo de Pellicer y Loren Juarros. Cree que está preparado para cambiar la percepción que parte de Málaga tiene de él. Hoy se enfrenta a La Rosaleda por primera vez desde que finalizó la competición.

-¿Cómo se encuentra después de lo que le tocó vivir?

-Las sensaciones son buenas desde el inicio, desde el primer día se vino con ilusión. El año pasado fue un desastre a nivel global, pero bueno con energías renovadas e ilusión renovadas. Todo lo que venga ahora tiene que ser bueno porque nos lo merecemos. Primero y sobre todo, la afición. Luego nosotros también, que somos los que tenemos que dar esas alegrías a la gente.

-¿Pero cómo está personalmente?

-Yo bien. El año pasado, jodido por una situación futbolística que no le gusta vivir a nadie. Un descenso de categoría ya sabemos lo que conlleva, para todos… Se ha visto a nivel de entidad, con la gente que por desgracia ha tenido que perder el trabajo con el ERE y también va por ellos. Este año toca revertir esa situación.

-Usted fue uno de los grandes señalados desde la grada, recibió cánticos y pitadas en su propio campo, eso no debe ser fácil de asimilar.

-Es duro, pero esas críticas se aceptan y ya está. Todos hemos cometido errores, sino no hubiera pasado el descenso. Pero las críticas le sirven a uno para mejorar y revertir la situación. Es un reto bonito intentar devolverle la confianza a la gente y una manera de decirle que seguimos peleando y que esto es para nosotros y para todos, para la ciudad.

-¿No tuvo dudas sobre seguir?

-Hombre… Según la situación, es complicado también. Se barajan muchas cosas, pero como he dicho, aparte de que tenía contrato, es un reto que he aceptado. Yo tenía claro que me gustaba este reto y que la presión bien gestionada es un aliciente para todo.

"Entiendo las frustraciones de la gente, me tocó a mí como le pudo toca a otro compañero"

-A todos los jugadores no se les castigó igual individualmente pero el nombre de Genaro sonó bastante, ¿en qué momento cree que se produjo esa ruptura? ¿Subyace algo más que lo futbolístico?

-La verdad es que no lo sé. Errores cometemos todos. Puede que a la gente se le queden más marcados fallos puntuales como pudo ser la expulsión ante el Racing, que a mí me dejó sorprendido también. Al final son esos detalles que se le queda a la gente, como las expulsiones de otros compañeros. El fútbol es un deporte de errores y el equipo que comete menos errores sale victorioso. Por otras razones, con toda sinceridad, no lo veo. Comprendo que las frustraciones te lleven a pagarlo con alguien y en este caso me tocó a mí como le pudo tocar a otros compañeros. Pero los culpables de la situación somos todos, del primero hasta al último.

-¿El club qué le transmitía? Ellos no tenían dudas deportivas pero sí por cómo estaba el entorno.

-Muy sinceramente. Tanto Kike Pérez como el director deportivo, Loren, me transmitieron que contaban conmigo, me preguntaron que cómo era mi situación personal, que cómo estaba anímicamente, como ha hecho usted. Mi respuesta fue la que acabo de decir antes, yo estaba bien. Dentro de lo posible he desconectado en vacaciones y disfrutado, que es bueno resetear la mente. Y de parte del club, toda la confianza del mundo. También me llamó el míster y me dijo lo mismo. A partir de ahí, para adelante.

-¿Ahí se le acabaron las dudas?

-Sí, yo tenía dudas en función a lo del año pasado. Complicado pero de los que maduran a todos tanto en lo deportivo como en lo personal. Ya sabiendo que tanto míster, cuerpo técnico como dirección deportiva querían continuar con mis servicios, por así decirlo, ya tenía la mente más clara.

-¿Cómo cree que le va a recibir la gente en La Rosaleda?

-Espero que no me reciban a mí, sino que reciban al equipo con energías e ilusión renovadas. Que piensen que esto es muy largo y que el equipo lo va a dar todo. En esta temporada también habrá momentos de bajón, momentos malos, y ahí es donde debemos de estar unidos. Vamos a entender que la gente a lo mejor nos pite, la gente quiere resultados. Tenemos que estar concienciados de eso. Yo lo único que les pido es que confíen en el equipo, que vienen chavales jóvenes y con hambre. Tenemos que hacer también un poco de oídos sordos y concentrarnos que seguramente le daremos muchas alegrías a la gente.

"Siempre me he considerado fuerte en lo mental y capaz de aceptar las críticas"

-Dice Pellicer que si alguien tiene personalidad para afrontar esta situación, es Genaro.

-Siempre me he considerado una persona fuerte en lo mental y capaz de aceptar las críticas. En este mundo ya se sabe que se va a mirar siempre más lo malo que lo bueno. Pero con ese poco de lo bueno tenemos que quedarnos. Mis compañeros se lo pueden decir. Juanpe, sin ir más lejos, con el que coincidí años atrás, lo puede decir. Es bonito tener el reto de demostrarle a la gente que podemos revertir la situación.

-Circulaba alguna captura de usted riéndose tras la derrota en Ponferrada, ¿puede explicarlo?

-Yo estaba en el banquillo, con un par de compañeros más también. Cuando terminó el partido pasó algo con Álex Calvo, creo, y Amo, que ha sido compañero mío. Por la cercanía que tengo con él, que vive a cinco minutos de mi pueblo, fui corriendo para que esa situación no fuera a más. A partir de ahí me quedé hablando con él un rato y no pasó a mayores. No me reí de nada, no era una situación como para reírse ni mucho menos. Intenté solventar la situación lo más rápido posible y otros compañeros se llevaron a Álex. No procedía esa situación. No sé la imagen exacta de la que me habla, intento no echar cuenta de las redes sociales, pero de verdad que no hubo nada de lo que reírse. Tanto ellos aunque ganaron como nosotros estábamos metidos en el pozo.

-Ahora es uno de los veteranos del Málaga y con galones de capitán.

-Yo pienso que la figura del capitán es una responsabilidad también, pero creo que este año no debe de recaer en nadie. Quedamos del año pasado Juande, Ramón y yo, pero también ha venido gente con experiencia como Dioni y Alfonso. Son jugadores que pueden aportar mucho. Si en ese grupo de los más veteranos podemos ayudarnos entre todos, es lo fundamental. Este año portar el brazalete o no es decisión del cuerpo técnico y no debe repercutir negativamente en ninguno de nosotros. Obviamente es un orgullo porque significa mucho para la ciudad y el club. Lo porte quien lo porte, vamos a ir todos detrás, todos a una.

-¿Siente que tiene más responsabilidad que nunca?

-En parte sí, porque está el reto de intentar revertir la situación y devolver a Málaga a su sitio lo antes posible, que va a ser complicado y hay que repetirlo por activa y por pasiva. Un poco más de responsabilidad sí que tenemos, pero la presión bien gestionada, como decía antes, es buena para todos.

-¿Qué perfil tienen los nuevos? A priori parece gente del oficio.

-Todos se han adaptado bastante bien, están contentos, trabajando. Son bastante currantes y no han tenido todavía una mala acción, una palabra, una mala mirada. Eso todo es positivo. Saben a dónde han venido y eso es importante. Son conscientes de la importancia que tiene la entidad, que sepan que tienen un bonito reto por delante y tienen que dar el do de pecho.

-¿De los chavales le ha sorprendido alguno? A los cuatro cedidos los conocía ya…

-Sí, a ellos los conocía y se nota que han tenido buenas experiencias. Eso al final nos viene bien al grupo para que sea un poco más maduro. Los hemos seguido, yo al menos personalmente. Roberto, Kevin, Larru… Les ha servido para crecer en lo personal por estar lejos de sus familias y amigos, que es algo que a todos nos ha tocado pasar. Y deportivamente eso se tiene que notar.

-¿Ha llegado alguno como una moto?

-Prácticamente todos. En el primer partido contra el Marbella veníamos todos con un poquito de cansancio y se notó un poco el ritmo, era diferente al partido del Almería. Ahí se vio un equipo bastante sólido, a nivel defensivo bastante bien, todo el mundo juntito y con las ideas claras. Y a nivel físico, ya ve, el gol viene de presión más robo y a la contra éramos motos. Todos están aportando su granito de arena y va viento en popa la cosa.

-¿Ese es el Málaga que vamos a ver este año?

-Esperemos que sí. Yo creo que las pautas que nos están dando desde el cuerpo técnico son esas. Un equipo sólido defensivamente, con las bazas que tenemos, y luego faltan jugadores por llegar más los chicos jóvenes que tienen que aportar esa vitalidad. Yo creo que por ahí van los tiros.

-¿Su experiencia pasada en Segunda B sirve para esta Primera RFEF?

-Por supuesto, tiene que ser algo que aporte también al equipo. Hay mucha gente con experiencia en la antigua Segunda B y eso tiene que ser algo positivo. Tenemos que intentar transmitirlo a los chavales que todavía no han vivido eso. Larru y Dani Lorenzo se han dado cuenta este año en el Mérida de que es una competición bastante dura, prácticamente como una Segunda División. Vas a ir a un campo en el que te van a chillar de todo, se van a encerrar en su propia área y los partidos a lo mejor se van a decidir por 1-0 ó 0-1. Al final la fortaleza tanto mental como grupal debe ser lo principal y fundamental.

Las imágenes de la entrevista a Genaro Rodríguez, jugador del Málaga
Las imágenes de la entrevista a Genaro Rodríguez, jugador del Málaga / Javier Albiñana

-Junto a Juanpe ya jugó en el Sevilla Atlético. ¿Qué le va a dar a este Málaga?

-Hablé con él en verano, los días previos a su llegada. Muy bien. Lo tuve de compañero de habitación, con él llevo ya muchos años. Conozco a su familia, él conoce a la mía, fui hasta a su boda. Con eso se lo digo todo. La relación es muy buena. Crear esos vínculos con los compañeros une al grupo y hace que crezca.

-¿Qué enseñanzas del curso pasado les sirven para intentar generar un mejor vestuario?

-El año pasado se hicieron cosas de convivencia y el coaching, que al final nos ayudó a cada uno y a nivel de grupo. Este también se intentarán hacer cosas grupales. Hacer una comida, luego quedarte una o dos horas charlando con los compañeros, eso siempre ha hecho piña. El trato no es el mismo. Hablar con el compañero une siempre y se nota en el campo al final. Eso tiene que ir por bandera. Todo lo que sume, bienvenido.

-¿Y la familia cómo lo lleva?

-Jodidos por el año pasado porque la situación también afecta a la familia y lo sufren contigo. Los padres son los que más sufren porque ven que a su hijo no le salen las cosas. Te arropas un poco en ellos y son los que te ayudan a salir adelante y a decirte que este año que entra tienes otra oportunidad y van a estar contigo a muerte.

-Va para su tercera temporada en Málaga y da la sensación de que a Genaro no se le conoce, más allá de lo que se ve en el campo, como persona y profesional.

-Los futbolistas somos figuras públicas y se nos suele juzgar por lo que hacemos en el verde. Pero el que me conoce sabe que yo día a día me parto el pecho entrenando. Yo soy de los primeros que llega y luego salgo de los últimos porque me voy al gimnasio, luego a tratamiento. Ahora que también comemos aquí, me gusta comer tranquilo incluso quedarme a tomar un cafelito y a charlar con los de tu mesa. Esto viene al caso por lo de antes, al final haces equipo y te llevas mejor con tus compañeros, con los que te tienen sacar de los apuros. En casa soy tranquilo, me gusta el tema de la cocina porque intento cuidarme a nivel de físico y de recuperación. Desgraciadamente he tenido cuatro lesiones de rodilla, que se dice pronto con 25 años. Lo he pasado mal porque siempre han sido graves. Cada vez que me he lesionado he tenido que pasar por quirófano. También repercute en la familia. Siempre fui nervioso desde chico, pero cuando empecé a estudiar el bachiller por las tardes pegué un cambio a nivel emocional. Te profesionalizas: entrenas por las mañana, tienes que cuidarte, llegar a casa y descansar… Eso siempre lo he llevado a rajatabla y es gracias a mis padres, que son los que me han llevado por ese buen camino.

-De no ser futbolista, ¿qué habría sido?

-Yo es que creo que siempre habría estado relacionado con el fútbol o del deporte. Yo no puedo estar quieto, sinceramente. Después del último partido tuvimos un mes y diez días de vacaciones y me tomé de relax entre comillas la primera semana. Después de la primera semana ya estaba apuntado en el gimnasio de mi pueblo. Soy inquieto en ese aspecto.

"No pienso en qué va a ser de mí el año que viene, el fútbol da muchas vueltas, pienso en quedar lo más arriba posible"

-Entra en último año de contrato, ¿es algo que le preocupe?

-La verdad es que no, las ideas las tengo claras y es lo que trato de transmitir al grupo. No pienso en el año que me queda, pienso en hacerlo lo mejor posible este año y quedar lo más arriba posible. Si es primero, chapeau, fetén. A nivel contractual no pienso en qué va a ser de mí el año que viene porque como dije antes, el fútbol da muchas vueltas. Hoy estás arriba y mañana, quién sabe. En ese sentido estoy tranquilo y sólo pienso en los treinta y tantos partidos del año que viene que es donde tenemos que estar.

-¿Les piden desde dentro que no se hable de ascenso, que se controle el mensaje?

-Yo es lo que voy a transmitir al grupo desde mi experiencia y la que tuvimos el año pasado, que es lo que se nos queda. Eso te hace madurar y tratar de no cometer los errores de años anteriores. La liga es súper complicada y tenemos el claro ejemplo del Córdoba del año pasado. En la primera vuelta estaba casi ascendido y luego no entró en play off, desgraciadamente porque es un equipo andaluz. Eso debe ser un ejemplo que debemos tomar. Puede sonar a tópico pero se juegue mal o bien, a pensar en la semana siguiente. Si se juega mal y se gana, todo el mundo está contento. Luego nosotros analizaremos las cosas que hemos hecho mal internamente, pero el gen competitivo lo tenemos que tener desde primera hora.

-Un mensaje para la afición para cerrar.

-Ya lo he dicho, que estén tranquilos en la medida de lo posible, que después de un descenso entiendo que la gente quiera resultados e ilusión y eso es precisamente lo que les pido, la ilusión de por qué no tener una alegría después de los años que llevamos de sufrimiento, sobre todo ellos. Llevan mucho sufrido. No voy a hablar de ascenso pero queremos que cada semana se puedan ir a sus casas con una alegría y puedan decir: ‘¡Coño, que el Málaga ha ganado, vamos a por tres puntos más!’.

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