Jozabed: "Cuando una temporada empieza la ilusión siempre está por las nubes"
Entrevista a Jozabed, jugador del Málaga CF
El mediapunta sevillano se sincera en una entrevista en Málaga Hoy
Jozabed Sánchez (Mairena del Alcor, 1991) es uno de esos futbolistas de los que se notan cuando están en el campo y se notan aún más cuando dejan de estar. Lo demostró en una segunda vuelta que espera emular como poco. El Málaga apostó fuerte por su continuidad y él apuesta fuerte por un equipo en el que se ha sentido feliz como en pocos lugar. Consumidor de fútbol, ahora ve muchos partidos con el bisturí en la mano, sabe que lleva un entrenador dentro, pero eso no es lo que toca ahora. Ahora toca ilusionarse como cada verano.
–Estos días de terral estará echando de menos Vigo.
–Bueno, ya estoy acostumbrado a estas cosas. Andalucía es lo que tiene. Para hacer la pretemporada igual la temperatura del norte es más llevadera. Pero no me quejo.
–¿Es esta temporada una oportunidad de decir: ‘Aquí estoy yo’?
–Como todos los años. Al final, cuando empieza una nueva temporada la ilusión vuelve a estar por las nubes y todos queremos demostrar obviamente que todavía nuestra mejor temporada está por llegar. Yo al menos lo enfoco así, cada temporada nueva tratar de plantearme objetivos e ir a por ellos, que sea la mejor temporada que haya hecho. Luego puede salir mejor o peor, pero la ilusión que se vive en esta época del año siempre es grandísima independientemente de lo que hayas hecho antes.
–¿Qué peso ha tenido Manolo Gaspar para tomar esta decisión?
–La persona más importante porque apostó por mí cuando yo venía de una mala experiencia en Girona. Este año ha querido darme continuidad. Ha sido una persona fundamental, es el encargado de realizar los fichajes y el principal valedor para que yo esté aquí.
–Una vez que se materializa el fichaje o la renovación, ¿cómo es el contacto con él durante la temporada?
–De siete días, cuatro o cinco lo vemos por allí. Muy cercano a nosotros, preguntándonos por la familia, si todo va bien. No sólo conmigo ni mucho menos, también a nivel grupa con todos. Está siempre ahí. Ahora en pretemporada también, aunque está más liado con temas de fichajes y ese jaleo que tiene que tener. Pero todas las mañanas pasa por el entrenamiento a hablar con nosotros y con el míster para ver que todo está bien y transmitiéndonos confianza.
–¿Qué está haciendo distinto que no haya visto en otros clubes? O que haya visto hacer bien que aquí se esté realizando.
–Para mí el año pasado fue la unidad que vi dentro del vestuario, hacía mucho años que no estaba en un vestuario tan sano como el que tuvimos. Muy buen ambiente desde el primer día y creo que eso se tradujo en el terreno de juego. Eso fue algo muy importante en los éxitos conseguidos la pasada temporada.
–Conoce a muchos futbolistas de muchos sitios, ¿qué imagen tienen ahora del Málaga?
–Últimamente no he hablado con nadie, pero el año pasado sí que me preguntaban y yo les decía que el club venía de una mala gestión pero que ahora se estaban haciendo muy bien, respetando todas las normas. Hoy en día yo creo que la imagen que transmite el club es de ser muy serio y que hace las cosas como se deben. Unido a la grandeza que tiene ya de por sí le hacen un club atractivo de la categoría.
–Es importante que haya continuidad en gran parte del bloque.
–Sí, aunque venga gente nueva, hay un núcleo del año pasado y seguramente habrá un gran ambiente dentro del grupo.
–¿Sigue existiendo esa química en el vestuario?
–Sí, sí, por supuesto. A los nuevos se lo intentamos poner lo más fácil posible los del año pasado.
–Habrá un abismo de diferencia en estos primeros días de pretemporada a lo que se encontró cuando llegó el verano pasado.
–Sí, es verdad que cuando yo llegué el año pasado ya estaba casi todo hecho. No viví quizás esos peores momentos como otros compañeros, la concentración de Alhaurín y tal. El club transmite otra imagen, como decía antes, no hay tanta incertidumbre. Tenemos ya 16, 17 jugadores, que el año pasado a estas alturas era impensable. Las cosas van bien encaminadas. Lógicamente quedan otras incorporaciones pero seguro que Manolo lo tiene todo controlado. El mercado es muy largo y aún queda tiempo para cerrar la plantilla.
–¿Se le hizo raro no ver a Pellicer?
–Al final es ley de vida, el fútbol es así. Unos se van, otros vienen. El tomó esa decisión basándose en temas importantes para él y hay que respetarle y desearle suerte. Estamos ya acostumbrados a este tipo de cosas. Ya hay míster nuevo y hay que ir con él a muerte y desearle que también le vaya bien.
–Cuenta que fue una conversación entre ambos un punto de inflexión para usted.
–Así fue. Era un momento en el que yo no estaba teniendo muchas oportunidades. Él me dio su punto de vista. Fue una conversación entre dos adultos y en la que se habló claro. Cuando se habla claro, las personas se entienden. A partir de ahí, empecé a mejorar.
–¿Y qué se ha encontrado con José Alberto?
–Todavía es pronto, pero es un entrenador muy joven, con hambre, con mucha ilusión, que transmite mucha energía al grupo y con una manera de jugar muy clara, muy identificada. Creo que es atractiva para el futbolista y ojalá podamos implantar los jugadores.
–Mucha energía.
-Son entrenadores empezando por así decirlo. No lleva 20 años como otros pero tienen mucha ilusión y ganas.
–¿Qué se aprende de cada entrenador?
–De todo un poco. De cada entrenador siempre se puede aprender algo. La manera de atacar, la manera de defender. La forma de trabajar la estrategia, cómo se le saca rendimiento al balón parado… Cada maestrillo tiene su librillo. No hay uno igual a otro y al futbolista siempre le aportan cosas que a lo mejor hasta ese momento no ha trabajado con otro entrenador.
–¿Hay algo que todavía no hayamos visto de su repertorio?
–En la segunda vuelta hubo momentos en los que me sentí bastante cómodo. No creo que fuera un nivel excelso pero sí me sentí bastante bien. No sé qué me queda pero ojalá pueda seguir esa senda de la segunda vuelta. Sí que es verdad que gracias a eso estoy aquí. Si no hubiera sentido tanta confianza en la segunda vuelta seguramente no se habrían dado las condiciones para que yo siguiera aquí. Por ahí tienen que ir las cosas, parecerme al Joza de la segunda vuelta y trabajar para sentirme bien, las cosas irán llegando.
–¿Sienten la obligación de mejorar la pasada temporada?
–Todavía no se puede decir a día de hoy si vamos a pelear por cosas más importantes. Conformista no hay que ser en la vida, pero no sé hasta dónde vamos a llegar ni cuál será el objetivo real de este año. El anterior estaba claro por cómo andaban las cosas, pero en este ni nos los hemos planteado ni el club ha transmitido nada de eso. Hay que ir viendo cómo transcurren las jornadas y ver en qué lugar estamos. A día de hoy no es bueno pensar en eso, no te da nada.
–Con público cambia la película...
–Ojalá que sí. En la primera vuelta sufrimos mucho en casa, se nos escaparon muchos puntos. Esperemos que este año con público todos esos puntos no vuelen de La Rosaleda y se queden en casa. Vamos a ser de los más beneficiados porque pocos equipos de la categoría tienen esta masa social y tenemos que aprovechar eso.
–¿Se acostumbra uno a la grada vacía?
–Pues aunque parezca que no, uno se acostumbra. Ahora ves los partidos de la Eurocopa con tanto público y lo ves hasta raro. Pero bueno, esa costumbre se quita rápido. No hay nada igual a un estadio lleno. El fútbol es eso, el ambiente del terreno de juego, de los estadios llenos. Es inigualable. Ojalá que este año vuelva todo a la normalidad, que parece ser que sí, y vuelva la gente a los estadios en todo el mundo.
–¿Es usted futbolero?
–Yo sí, yo sí. Es verdad que hay compañeros que no lo son tanto, pero yo sí. Yo veo fútbol español, no sigo la Premier ni Calcio. Algún partido suelto, sí, pero suelo seguir el fútbol del país donde compito.
–¿Lo ve como aficionado o es difícil no estar con la lupa?
–Hay partidos y partidos, pero no sé si es por la edad pero cada vez me fijo más en detalles en los que antes no caía, en detalles tácticos. Ahora me fijo más en eso que en lo que se suele fijar la gente, en la diversión, en ver un partido atractivo y ya está.
–¿Tiene vocación de entrenador?
–Sí, yo creo que sí. Me gustaría serlo pero reconozco que es muy complicado. No sólo es ir y ponerte a entrenar. Tienes que implantar una idea, convencer al futbolista, gestionar una plantilla de 25 personas...
–¿Le trata bien Málaga?
–Muy bien, tanto a mí como a mi familia. En ese sentido, todas nuestras valoraciones son bastante buenas y lógicamente a la hora de elegir un destino o continuar en un sitio eso también lo pones en la balanza. Eso también ha favorecido que yo siga aquí. Contento por el trato de la ciudad hacia nosotros.
–¿Tiene ya rincón favorito?
–La zona donde vivo, por el Pacífico. Me gusta mucho.
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