"Calleja me dijo que Málaga era un sitio para vivir bien y crecer; acertó"
Entrevista a Pau Torres (Málaga CF)
El central cedido por el Villarreal analiza en profundidad sus primeros pasos en La Rosaleda y la actualidad del equipo
"Salir de casa es salir de la zona de confort, y siempre es para crecer"
Pau Francisco Torres (Villarreal, 16/01/1997) vive cedido en Málaga su primera experiencia fuera del entorno familiar a los 21 años. Como un Erasmus, pero estudiando de verdad. Aprovecha las tardes para liquidar varias asignaturas de bachillerato y lleva con normalidad la presión de ser central en una categoría como Segunda. Es el único de la plantilla que ha jugado todos los minutos en Liga y sus experiencias con el primer equipo amarillo, asegura, le sirvieron para minimizar el impacto.
–Pau, menudo chasco en Gijón.
–Una lástima que se nos escaparan esos dos puntos más que íbamos a sumar en un campo tan difícil después de que el equipo hubiera hecho muy buen trabajo. Ahora solo sirve ese partido para aprender de ese error que cometimos al final y que no vuelva a suceder, porque por más que le demos vueltas no vamos a ver esos puntos.
–¿Cómo se permite un equipo como el Málaga un despiste así en la última jugada?
–Era prácticamente el final, hay un saque de banda rápido que pilla al equipo mal colocado, demasiado basculado hacia ese lado y nos ganan una acción que no nos deberían de ganar, no puede pasar algo así y no tiene que volver a suceder. Pero ocurre y se escapan los puntos. Tenemos que aprender de ello.
–¿Qué lectura saca el equipo de momentos así, como en El Sadar o El Molinón?
–Haría una lectura positiva porque demostramos que podemos competir en cualquier campo, con cualquier rival y sobre todo con cualquier jugador de nuestra plantilla. El otro día, con tantas bajas, estoy seguro que la gente no pensaba que íbamos a hacer un partido tan bueno como hicimos. Al final, se te escapan los puntos y te quedas un poco mal, pero creo que el trabajo que hicimos fue bueno.
–Cierto es que la imagen del equipo fue buena pese a las bajas y el resultado.
–Lo primero que nos dijo el míster cuando llegamos esa noche al hotel, tras del partido, fue que estuviéramos tranquilos, que el trabajo que habíamos hecho era bueno y nos dio un toque de atención sobre esa acción puntual que no tiene que volver a suceder. Pero que nos fuéramos no satisfechos, porque has perdido los puntos, pero que el equipo dio una buena imagen y eso es importante.
–En Segunda se aprende a palos, básicamente.
–El jugador está constantemente en aprendizaje, ya sea en Segunda, en Primera o donde sea. Hay jugadores que mejoran semana tras semana, jugadores que fallan una semana u otra no y al final es fútbol y suceden cualquier tipo de cosas y situaciones.
–Nadie dijo que iba a ser fácil. De líder a cuarto con solo un punto de margen.
–En estas 13 jornadas está todo muy igualado. Nos diferencia un punto del líder (Granada) y tenemos que aprovechar desde aquí hasta Navidad para mantenernos ahí, ver qué equipos aguantan nuestro ritmo y ver cómo va yendo la temporada poco a poco.
–Posicionarse, como dice Muñiz.
–Sí, es eso. Tenemos que posicionarnos en esos sitios, que al final verte ahí arriba te hace trabajar mejor y estar con más confianza.
–Pero los datos son los datos. El Málaga no gana a domicilio desde el 3 de septiembre contra el Almería. ¿Hablamos ya abiertamente de un problema fuera?
–No, un problema no. Cualquier campo es difícil en esta categoría y creo que el equipo ha hecho méritos en varios partidos para sumar más de lo que nos llevamos. No es cuestión de hablar de problema.
–Algo sí cambia, porque se han dejado de dominar situaciones que parecían mascadas y ya no se cierran los partidos igual.
–Sí que es verdad que llevamos una serie de partidos que fuera de casa nos cuesta dejar la portería a cero. Igual le digo que los equipos cuando vienen aquí tampoco juegan igual que en su casa ante su gente y a nosotros nos pasa igual, pero no tanto. Es más, creo que nosotros mostramos fuera de casa más que otros cuando vienen aquí y es eso, intentar cerrar los partidos antes porque tenemos ocasiones para hacerlo, por si luego tenemos algún fallo, pues que tengamos ese margen de error.
–Habrá ganas de volver ya a La Rosaleda después de dos semanas fuera. Y viene el colista, el Nàstic. ¿Qué puede comentar sobre el rival?
–Siempre es bonito jugar en casa ante tu público, que siempre responde, y hay muchas ganas. Del Nàstic, pues que es un rival que está en mala dinámica, que tendrá ganas de salir de ella y nosotros no vamos a dejar que sea en este partido. Intentaremos pasar por encima de ellos, estamos trabajando sobre su sistema y sobre cómo ellos juegan y creo que estamos preparando bien el partido. El míster se encarga de preparar bien la semana y ya hemos visto algunos vídeos de ellos.
–Con Luis Hernández lesionado, le volverá a tocar compartir defensa con Lombán. ¿Qué tal es la química con él?
–La verdad que buena. Me encontré muy bien con él, ya llevábamos mucho tiempo entrenando juntos y al final te entiendes con alguien que sabe mucho de esta categoría, que sabe mucho de fútbol y a su lado es todo igual de fácil que cuando jugaba con Luis y creo que no va a haber diferencias. El cambio apenas lo notas. Cada uno tiene unas virtudes, claro, pero tratas de acomodarte rápido al compañero y ya llevamos tiempo juntos.
–Es el único jugador de la plantilla que ha disputado todos los minutos. Y siendo un debutante en la categoría.
–Muchas veces me han preguntado si me esperaba llegar y tener esto y yo lo que he dicho es que al principio de la temporada igual no pensaba que podría tener esa regularidad, simplemente por el hecho de que llegué con poco tiempo para el inicio de la temporada. Pero sabía que con trabajo y estando bien en el club, estando a gusto, estando cómodo, podría desarrollar mi fútbol y convencer a Muñiz de que podía estar en el once titular. Ahora me toca devolver toda esa confianza.
–Siempre dice que le es más sencillo, que no ha sufrido un impacto muy grande, porque en Villarreal ya jugó con el primer equipo. ¿Cómo son esos primeros pasos?
–Vivir cosas así ayuda muchísimo. Y es lo que uno siempre ha esperado. Debutar en tu ciudad, debutar en Primera División, en Europa League, en competiciones muy bonitas y donde uno quiere estar. Y el estreno es feliz. Tengo que agradecerles darme esa oportunidad y al míster Javi Calleja, al que siempre estaré muy agradecido.
–El club que vivió Calleja y el que vive usted tienen poco que ver, pero unas palabras sí tendrían.
–Sí que hablé con él en el primer momento que supe que podía venir aquí. Me habló muy bien del club, de la afición, que era una ciudad para vivir bien y estar tranquilo. Que era el momento para salir y sobre todo de crecer, y acertó.
–Allí cuenta más el año pasado en la segunda vuelta por los líos de Ruben Semedo. Aunque a usted le pille a caballo entre filial y primer equipo, ¿cómo se vive una situación así de rocambolesca?
–[Risas] A nosotros nos pilla aquello un poco de sorpresa, la verdad, porque Semedo dentro del vestuario es una persona increíble, un compañero de diez que te daba todo. Sobre todo a los chavales del filial, nos cuidaba un montón, de verdad. Y te pilla de sorpresa, pero al final intentas que eso no afecte al grupo, que es un tema extradeportivo en el que nadie tiene que meterse y que se trata por otro lado. Nosotros, a lo nuestro.
–Su cesión no contempla opción para seguir en el Málaga la próxima temporada. ¿Cómo se lleva una experiencia que se sabe que tiene fecha de caducidad?
–Un año así al final tiene que servir para crecer. Uno viene para trabajar, para mejorar aspectos que no tenías antes, para vivir experiencias y sobre todo para intentar ayudar en todo lo que te necesite el club al que te debes ahora mismo, que es el Málaga. Yo estoy muy agradecido por todo lo que estoy viviendo hasta ahora y sí que es verdad que esto tiene fecha de caducidad, pero el fútbol es muy largo y nunca sabes en el futuro dónde vas a acabar.
–Es de los pocos chicos del mismo Villarreal que han llegado arriba, pero no deja de ser llamativa la estructura de cantera de un club de una ciudad de 50.000 habitantes.
–Quien tiene que tener ganas para que la cantera de frutos al primer equipo es la gente de arriba, empezando por el presidente, que puede estar un sábado a las once de la mañana viendo un Infantil, que no tendría él por qué estar ahí, pero él quiere y le gusta ver a su juventud, que al final es el futuro del equipo. El principal motivo es ese. Después está la formación que el propio Villarreal da a sus entrenadores. Les enseña una metodología de trabajo para que el jugador crezca y al final es ese interés que viene de arriba el que hace que una cantera sea potente.
–El detalle está en la filosofía, cuando toda la estructura sigue unos mismos patrones.
–Se busca que el perfil de jugador sea siempre el mismo y eso favorece porque después, por más entrenadores que vayan a venir o que puedas tener en la misma cantera, al final se te va a pedir relativamente lo mismo. Alguno cambiará un pequeño aspecto, pero el jugador está acostumbrado desde pequeño a jugar de esa forma y el siguiente entrenador que venga hará lo mismo, sumará lo que pueda aportar, pero la base es la misma y eso permite al jugador estar tranquilo con quien venga de que podrá hacer su fútbol.
–¿Cómo empieza usted a jugar?
–Yo empiezo con cinco o seis años. Mi hermano mayor ya estaba jugando allí. Yo estaba con mis amigos del pueblo, porque cuando eres tan pequeño solo hay gente de allí o de alrededores y ahí empiezo. Sí que es verdad que el primer año destaco un poco, me llaman para los de un año más y a partir de ahí voy alternando con un año mayor y con mi edad.
–No ha sido siempre central y en el trato de balón se nota.
–Cierto. Es verdad que en el fútbol siete juegas de todo, pero cuando llego al fútbol once empiezo de medio centro y después en juveniles retraso un poco la posición. Al final si has estado ahí y te atrasan es un poco más fácil a la hora de manejar el balón porque no tienes la misma presión que en el medio, que tienes que estar todo el rato mirando por si te vienen por atrás.
–¿Y cómo lleva esta primera experiencia fuera de casa?
–Es verdad que a la gente, cuando sale de un club que cuida todo tanto, le dicen 'no sabes lo que te vas a encontrar', pero por esa parte me he sorprendido bien porque el Málaga es un club donde no he notado cambios. Miman todo detalle, tenemos dos utilleros, que creo que pocos tendrán dos en esta categoría, nos tratan de diez... Al final se te hace fácil salir de allí porque vienes a un club grande donde te cuidan bien.
–Es un chaval casero, ¿no?
–Sí, sí [risas]. Hombre, estás siempre viviendo en casa, en tu pueblo y aunque esté a gusto no deja de ser mi primera experiencia de vivir solo, de que vengan a visitarte de vez en cuando. Pero salir de la familia es salir de tu zona de confort y siempre es para crecer.
–¿Y la familia cómo lo lleva? ¿Viene mucho?
–Lo intentan. Vienen cuando pueden, cuando jugamos en casa. Por ejemplo, este fin de semana vienen para ver el partido contra el Nàstic.
–Tendrá bastante tiempo libre.
–Por las mañanas estamos aquí hasta mediodía. Desayunamos y cuando entrenamos en el estadio de atletismo también comemos. Y por las tardes estoy yendo a una academia para sacarme unas asignaturas que me quedan pendientes del bachillerato y luego pues quedas con algún compañero alguna tarde, descansas y te cuidas.
–¿No pudo conciliar los estudios con el deporte?
–Sí, es que me pilla en la etapa de juveniles, que se entrena por la mañana y se me complicó un poco más, pero ahora como hay tiempo de sobra pues te lo sacas y por lo menos te olvidas.
–Aparte del fútbol, también es de baloncesto.
–Sí, he ido un par de veces al Carpena con Munir y Gustavo (Blanco Leschuk), que también les gusta. Estuve viendo al Valencia Básket el primer partido y también en uno de Eurocup. En el Villarreal iba también de vez en cuando a ver al Valencia porque teníamos un convenio y nos daban entradas.
–¿Qué es lo que más le está gustando de la ciudad?
–Cuando viene la familia me gusta mucho ir por la zona del Muelle Uno. Vivo en un barrio por suerte tranquilo, tengo comodidad porque tengo de todo por ahí cerca y estoy muy a gusto.
–¿Dónde se ve Pau Torres en el futuro?
–A saber. Yo tengo que centrarme en el futuro cercano, que es el Málaga. Quedan muchos partidos de Liga para aprender, para estar arriba y para ver qué puede pasar en el futuro, pero para tener un buen futuro tengo que trabajar bien en esta temporada y no querer dar saltos más grandes de los que puedo.
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