Pepe Mel: "El Málaga tiene muy buenos solistas, pero necesita hacer la orquesta"
Entrevista a Pepe Mel, entrenador del Málaga CF
El técnico madrileño atendió a Málaga Hoy y realizó un extenso balance de la situación actual y de su carrera
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Ha llovido desde que su apellido fue sinónimo de gol. Ahora es un técnico con partidos y logros que le respaldan. José Mel Pérez, Pepe para el mundo del fútbol (Madrid, 1963) aterriza en Málaga por fin. Estuvo cerca en no pocas ocasiones, la última reciente, pero el fútbol no siempre te pone en la vía en el momento que quieres sino en el que conviene. Ahora pone su experiencia al servicio blanquiazul. No sería el primer club en el que entra como bombero y sale coronao.
-¿Ha tenido ya bastante tiempo para un diagnóstico profundo?
-Más que eso, no me preocupa mucho lo que me encuentro y lo pasado. Centro mi atención en hacer un camino, una hoja de ruta y una forma de hacer las cosas. El Málaga tiene muy buenos solistas, pero necesita hacer la orquesta. Si nosotros tocamos la misma partitura, seguramente nos saldrán las cosas bien. Quiero ser un equipo reconocible, que la gente cuando nos vea sepa que somos el Málaga, que tenemos una forma de hacer las cosas. No es fácil en una semana ni en dos, pero estamos en ese proceso..
-¿Ha evolucionado mucho en esa forma de ver el fútbol desde que empezó?
-Claro. Mi primer equipo profesional fue en 1999. No puedo ser el mismo entrenador que empezó en el Real Murcia. Tengo casi 200 partidos en Primera División, he pasado por la Premier, más de 400 y pico en Segunda… Me he curtido en diferentes escenarios, por desgracia para mí, en muchos de ellos han sido muy parecidos a lo que me he encontrado en Málaga y ese bagaje me vale para saber que una táctica mala, si 11 futbolistas la creen a pies juntillas, se convierte en buena.
-Ha estado en grandes plazas: Sevilla, A Coruña, Las Palmas, Premier…
-De Málaga me gusta todo, es una ciudad futbolera. Lo dije el primer día, ¿saben por qué? Las veces que he venido aquí a jugar en contra del Málaga, la ciudad es muy futbolera, gusta mucho el fútbol y el Málaga. Nueve de cada diez niños que veo van con la camiseta del equipo, eso ya significa la pertenencia que hay entre club y ciudad. Me siento un privilegiado, ahora es cuestión de trabajar para que la gente esté satisfecha de su equipo.
-Ya busca eso también para su carrera, clubes y ciudades con solera.
-Elijo mucho eso. He tenido la mala suerte de ir a sitios que no era de fútbol y es muy triste, estás pregonando en el desierto. Entonces, para mí estar en Málaga es importante. Luego yo suelo ser un entrenador de club, que es muy difícil. Estar seis años en el Betis como entrenador es muy complicado. He estado cuatro en el Rayo y cuatro en Las Palmas. Eso significa algo, que cuando las cosas se hacen bien, tienen su continuidad, dan frutos.
-Lo suyo con el Málaga tenía que pasar después de tantos amagos.
-He estado a punto de venir muchas veces. Recuerdo que con Armando Husillos, viniendo yo de la Premier parecía que iba a venir yo aquí y al final fue el compañero Javi Gracia. Recuerdo otras veces en las que también pude que por diversos motivos no se hizo… bueno, es un sitio de los que tenía marcado en rojo como apetecibles.
-Se le recuerdan unas palabras de apoyo cuando los demás se ponían de perfil o hasta apretaban, en las que decía que se había ganado en el campo estar en Europa. ¿Por qué le salió?
-¿Sabe por qué? Mire, hay un error muy común en el fútbol. La gente junta equipo y club. Una cosa es el equipo y otra el club. El equipo se ganó el derecho a participar por méritos propios en el campo y la afición lo que mira es el equipo. El club es un estamento que dirige para que todos vayan por un camino, pero la afición se mereció estar en Europa.
-La gente mira a Mel y lo identifica con ascensos, pero el fútbol y la Segunda son distintos.
-Bueno, he ascendido dos veces con el Betis y puedo decir que son muy, muy parecidos los casos de este Málaga actual y el Betis de la 2010/11, el otro no. Mucha gente de la casa, intervenido por un administrador judicial. Recuerdo de aquel Betis que hacía funciones de muchas cosas que no me correspondían, pero quedamos campeones y ascendimos. Este Málaga lo que necesita en primer lugar es un resultado positivo para que se calmen las cabezas, me refiero siempre a los futbolistas, nunca hablo de la gente. Cuando un profesional ve que semana tras semana su trabajo no da fruto ninguno, llega un momento que cortocircuita y es muy difícil sacarle de ese trance. Por eso decía que en Santander, pese a no ser un buen partido por nuestra parte, donde tuvimos algunos errores groseros, al menos ya son dos partidos seguidos en los que no perdemos, primero en que dejamos la puerta a cero, y sobre eso seguimos avanzando.
-A veces un equipo con peores futbolistas forma un mejor conjunto.
-Sí, es lo que decía. Sinceramente, si cuando yo me vaya de aquí, dios quiera que eso sea dentro de mucho porque sería bueno para el Málaga, no se tiene una forma definida de jugar, un plan de ruta y, sobre todo, no saco el cien por cien de los jugadores, es un fracaso del entrenador. Es el que tiene que marcar las pautas y dirigir la orquesta. Si te apuntan en un papel a diez, sólo a diez, futbolistas del Málaga, todos son buenos solistas. Ahora hay que hacer un equipo.
-Pero a veces falta uno que toque el fagot, otro que no sea principal…
-Bueno, pero ya vendrá el mercado de diciembre. Yo sé, porque he estado metido en eso muchas veces, que en verano no es tan sencillo hacer las cosas, sobre todo cuando tienes que hacer un equipo pensando en una manera definida de jugar. Eso tiene fácil corrección y lo que me importa es que lo jugadores saben que parten de cero.
-Da la sensación que hay algún puesto sobre ocupado y otros donde se escasea, ¿va por ahí el análisis que ha hecho con Manolo?
-Es sencillo. Ahora tenemos la desgracia, porque es una desgracia, que yo que hago este jueves dos semanas aquí tenga a tres jugadores que tienen que pasar por el quirófano. Se lesiona Moussa, que debuta conmigo, un debut esperanzador, una alegría. Y se rompe un hueso del pie. Ahora Víctor, la rodilla. Así que solamente tenemos a Javi Jiménez y estamos buscando, pero al tener ficha del filial, no se puede ir a firmar a un jugador con club pese a ser una lesión de larga duración. Tenemos que firmar a alguien que esté en el paro, no va a ser sencillo pero estamos en ellos. A veces tener el mejor equipo no es fácil de conseguir.
-Si no hay nada de su gusto, ¿prefiere esperar al mercado invernal?
-Firmar por firmar me parece absurdo, es tirar el dinero, no es trabajar bien. Y Manolo creo que también está convencido de eso. Si no encontramos al jugador que nos llene, aguantaremos hasta el mercado de invierno y tiraremos de la cantera, que para eso está. Además, la gente siempre quiere ver producto propio, no hay ningún problema.
-Se le recuerda mucho lo de Pedri, pero tiene que haber un Pedri para poder sacarlo.
-Bueno, pero no solamente Pedri. Alberto Moleiro ha crecido conmigo desde los 16 años y Las Palmas va a hacer caja con él. He tenido a Dani Ceballos, Fabián, Fede Valverde, Lucas Pérez… jugadores que eran jovencitos conmigo y han crecido. La fórmula es muy sencilla: atreverte a ponerlos. De nada vale todo el trabajo que hacen los entrenadores de la base, que los hay muy buenos, y formen chavales si el entrenador del primer equipo luego no se atreve a ponerlos.
-¿Compensa el riesgo?
-A mí sí. Obviamente no te da nada, pero sí la satisfacción de ver que un chaval por el que apostaste ha crecido y se ha convertido en un jugador de élite.
-¿Ha visto algo que le llame la atención?
-Obviamente es pronto. Aún no he podido, pero me gusta ir a ver al B y al juvenil, porque aparte de que te lo cuenten, siempre es bueno verlo. Moussa se ha lesionado ahora pero desde que le vi en el primer entrenamiento mostró velocidad, es agresivo, va bien de cabeza y maneja bien el balón, no se equivocó en un solo pase. Es un jugador muy interesante para el Málaga, que además está en una situación de intentar hacer dinero con gente de la casa, que ayude. Hay futbolistas. Haitam es un jugador interesante que tiene que aprender pero cuenta con lo más difícil, el uno contra uno y el desborde. Dani Lorenzo, un jugador muy completo también, que lee bien el juego, que lo entiende y eso no es fácil. Otro jugador que me encanta es Loren. Tiene desmarque de ruptura tremendo y es un chaval que hace gol con facilidad. Todo tiene su momento. Es compatible con Rubén.
-Y de los jovencitos pasamos al gran veterano, Rubén Castro, la piedra angular del proyecto.
-No creo que sea eso, el Málaga simplemente ha firmado a un futbolista que sabe que hace gol. Marcó ante el Villarreal B uno y otros dos en fuera de juego, y tuvo oportunidades claras que suele meter. Y en eso está el cuerpo técnico, en que tengas esas opciones. Disponemos de un jugador que hace lo más difícil en el fútbol, que es meter el balón entre esos tres palos, por eso los delanteros están tan cotizados. Pero para mí lo más importante es cómo hacemos llegar el balón hasta allí.
-Usted fue un buen delantero, ¿nace de ahí esa conexión con Rubén?
-La primera vez que vi a Rubén fue en un partido contra el Huesca y lo firmé el año siguiente para el Rayo Vallecano, en la 2009/10. Al año siguiente me marché al Betis y me lo llevé al Betis. Estuvo conmigo seis años. Luego me lo encontré en Las Palmas, estuvo otros dos años más y ahora aquí. Mi relación con Rubén va más allá también de lo deportivo, traté de guiarle y ayudarle cuando tuvo aquel asunto, en el que yo estaba absolutamente convencido de que no era verdad y de su inocencia.
-¿Jugar con dos puntas ahora es complicado?
-No, a ver, es lo que necesita el equipo. Si tú tienes buenos enganches, tienes que utilizarlos. Si tienes buenos centrales, pues tendrás que jugar con tres centrales. Yo creo que los buenos tienen que estar en el campo, o los que estimo que están mejor. Igual que con el dinero, que tiene que estar en el césped y no en las cuentas corrientes. También depende de cómo juegue el rival.
-Fran Sol jugó un rato ante el Villarreal B y nada ante el Racing, ¿es por eso que cuenta?
-Una plantilla es para usarla. Habrá momentos en los que Fran nos va a ayudar mucho, pero creo que era importante tener cierta seguridad en algunas cosas, y no me equivoco porque por primera vez en 180 minutos de juego el Málaga solamente ha recibido un gol y ha generado más de lo que ha recibido.
-Descartamos entonces un enfrentamiento editorial.
-[Risas] ¡No! Es más, yo ya estoy leyendo el suyo, que me lo ha dado y el ya ha leído libros míos.
-¿La portería está bien con Manolo Reina?
-La portería es cosa de un especialista, es un poco como el delantero. Habrá espacio para todo el mundo. Para mí es muy importante el juego con el pie del portero. Hemos pasado en dos semanas a ser un equipo que tiene más posesión que el rival. Me obsesiona no el tener la posesión sino robar en campo del rival porque significa que estamos allí ya y que nuestra jugada sale limpia para poner en ventaja a los buenos jugadores que tenemos. En eso el portero es fundamental, una pieza esencial. Llevamos dos semanas nada más y hay espacio para todos.
-Es decir, que no arriesga por arriesgar, es para que los buenos tengan mejores situaciones, no hay más misterio.
-Sería absurdo, es simplemente que un balón que sale limpio, con ventaja y ya has eliminado a rivales que te han presionado. Habrá partidos en los que necesitemos por la presión del rival o porque no estemos muy duchos, que habrá que poner el balón directamente arriba. Pero entonces tendremos un problema, porque solamente tenemos para eso juego a Fran Sol, Rubén no sirve para eso y no te va a dar absolutamente nada.
-¿Quién más cree que puede marcar diferencias entre estos futbolistas?
-Tanto Febas como Villalba y Gallar son jugadores que creemos que pueden hacer las cosas bien y darnos un salto de calidad. Alfred, que también lo tuve en el Betis, es un jugador que cuando está en un punto de forma óptimo te ayuda mucho y es fuerte y potente. Nombraría a todos, porque es injusto dejar a algunos sin nombrar. Pero al final tenemos que conseguir que la gente hable del Málaga como equipo, cuando solo te ciñes a las individualidades, malo.
-¿Parte todo de la defensa?
-Generalmente cuando los equipos están así es porque les hacen goles con relativa facilidad. Esa sangría hay que pararla. Creo que no se le está dando mucha importancia a la baja del chaval, de Moussa. Hizo todo lo que buscas en un central. Velocidad de desplazamiento, buen juego aéreo y buena salida de balón. Ese chaval con 20 años lo tiene y lo demostró, que el Villarreal B no es un equipo cualquiera.
-Lo que ha pasado este año en el Málaga es difícil recordar. Se han lesionado no sólo todos los centrales, que no había pocos, sino también los tres mejores del filial.
-Hablo desde que llegué, lo más preocupante es que son lesiones de quirófano, no hay ninguna rotura. Cuando me llamaron no me lo creía. Que Moussa se ha roto un dedo del pie, el meta, y dos meses fuera. Pero es que le dije viniendo de Santander a Víctor ‘mañana vete a jugar con el B, que te viene bien’ y me dice ‘sí, mister, es verdad’. Me llaman por la noche y me dicen que se ha roto la rodilla. No me lo podía creer. Y me dicen, espera que Murillo cayó mal y se ha fastidiado el codo y puede que tenga que pasar por el quirófano... Todo eso en dos semanas, es de locos. Lo de Chavarría puede ser más comprensible, desde que se lesionó es más frágil muscularmente. Le convencí para que jugara en la banda, le dije ‘vas a ser mi Dembélé. Yo te he visto a ti jugar en la banda en Francia’. Y la verdad es que lo podía hacer. La media hora con el Villarreal lo hizo muy bien. Tiene potencia y velocidad y llegando desde atrás en carrera tiene el remate de cabeza de sorpresa. Nos podía ayudar un montón.
-Hablaba de su experiencia con un administrador judicial en el Betis. Aquí es una experiencia análoga. ¿Cómo se encontró con el club a nivel institucional?
-Yo conozco esta situación. Sé que cada paso que demos debe contar con su visto bueno, debe aprobarlo. Es algo normal. Tampoco es que haya grandes gastos. En el Betis recuerdo con Rafa Gordillo, que era el presidente, que debíamos desplazarnos a jugar a Tenerife y a mitad de semana llegó y me dijo ‘Pepe, no hay dinero, no sé si podemos viajar, no hay dinero’. Y ahora mira lo que es el Betis. Me siento orgulloso de haber participado en esa construcción. Ojalá lo veamos aquí también. Ojalá se afiance en Primera y sea un equipo sólido y solvente.
-¿Como estructura de club ve algo serio aquí?
-Es el momento de sentar las bases y por eso me gusta estar aquí, creo que puedo ayudar mucho. De una forma de ver las cosas, de estructurar el equipo mirando al futuro. E imagino que se dará paso a gente que venga gente de fuera que se haga cargo del club. Creo que todos los malagueños están de acuerdo. Hay que salvar al equipo, eso lo viví en los seis años que estuve en Sevilla.
-Está aquí usted y Pellegrini en Sevilla. Ojalá se celebren aquí ahora los ascensos que vivió allí.
-Los ascensos no, el ascenso, que sólo sea uno, no dos como allí. Ascendimos, el año siguiente nos metimos en Europa. El equipo descendió tras destituirme en enero. Y en noviembre del mismo año me vuelven a llamar. Estuve sólo ocho meses fuera y volvimos a ascender.
-La figura de Nacho Pérez. Le tuvo como jugador en el Betis y rápidamente se convirtió en su segundo entrenador.
-Nacho tiene algo importante. Es malagueño y malaguista, siente este club. Quiere ser entrenador profesional, se está preparando para ello. Es una magnífica persona, le tuve tres-cuatro años en el Betis.
-Le vendría bien un Nacho jugador ahora...
-Estamos buscando eso, sí (risas). Lo mejor que le puede pasar al Málaga es que sea un entrenador de futuro para aquí. Se está dando cuenta de que no es lo mismo ser futbolista que entrenador. No tiene nada que ver, la responsabilidad que tiene uno cuando está de la línea para allá es tremenda. Es lo que tiene que aprender. Es algo bueno que esté él aquí para el Málaga. Él estaba con las chicas, no había problemas a nivel de club, era un cambio de fichas. Y Manolo lo vio muy bien.
-¿Cómo está la enfermería?
-Estoy contento por cómo vi entrenar a Luis, como Esteban la pasada semana. Es normal que médicos y fisios sean prudentes y quieran aguantar un poco más. Esteban jugó y cumplió y Luis entrenó bien, este jueves entrenará otra vez y a ver si llega para estar en la lista para el Andorra.
-Es un futbolista diferencial en esta plantilla.
-Sí, a mí me encanta. Tiene muchas cosas, entre ellas que es de la casa. Es muy importante que haya gente con voz de mando que sea de la casa.
-¿Cómo ve la categoría esta temporada?
-Como siempre. En verano 18 equipos dicen que su objetivo es ascender, por lo que 15 fracasan. Es lo de siempre. El Zaragoza lleva 10 años en Segunda, el Sporting no sé cuántos también... Es complicado. Es una categoría imprevisible. En Primera sí sabes quién va a luchar por la Liga, quién por la Champions, quién por Europa League, el descenso estos... Y te equivocas muy poco. Aquí no se sabe.
-Existe ese temor en Málaga, a convertirse un Sporting o un Zaragoza, que Segunda sea tu hábitat y estar en ese equilibrio de ilusión en verano y decepción después.
-Por eso lo que decía, en eso creo que yo puedo ayudar. Poner las bases sólidas, las bases fuertes. No hablo del club, que es cosa de otras personas, sino del equipo, que sea solvente, que cuando ascienda, que ascenderá, tenga fuertes raíces, porque si no desciendes otra vez. Pasó en el Betis y acabó haciendo las cosas bien.
-¿Qué le parece La Rosaleda?
-Magnífica. He estado aquí de jugador cuando el estadio no era igual... Es un sitio muy cómodo para trabajar. También tengo que decir que la gente del club me lo está poniendo muy fácil, es maravilloso trabajar con ellos. Todos están preocupados por que ellos vayan hacia delante, sienten la casa como suya. Para un entrenador es fundamental tener ayudas. La famosa soledad del entrenador viene cuando no tienes esos apoyos.
-El de Manolo será absoluto.
-Hablé con él hace tiempo, creo que hacía las cosas bien. Para mí la función de un director deportivo es conocer lo que se mueve en el fútbol. En una de las muchas conversaciones que él tuvo, hace unos meses charlamos hablamos del Málaga, del fútbol... Y aquí estamos los dos ahora. No entiendo otra forma de trabajar que ir de la mano. Lo bueno para el Málaga es lo bueno para todos.
-¿Le ve nervioso?
-Le veo preocupado. Es normal, aparte de que él quiere este club, ha trabajado. Y cuando uno ha trabajado mucho y parece que no se ve sobre el terreno de juego te preocupas. Pero esto no ha hecho más que arrancar. Tenemos mil opciones de que lo que sea negro convertirlo en blanco.
-El maratón de las 42 jornadas de Segunda es básico comprender que es muy largo.
-Es eterno. Te pongo otro ejemplo del Betis, igual abuso pero es del sitio que ascendí. También lo hice con el Rayo, pero fue diferente, me recuerda mucho la situación del Betis aquí. Íbamos como una bala en diciembre, primeros destacados, primeros claros. Llegó la Copa del Rey en enero, habíamos eliminado ya a dos primeras, Getafe y Zaragoza. Y nos viene el Barça en cuartos de final. El Barça de los seis títulos. Messi, Henry, Eto’o, Iniesta, Xavi... ¿Cómo le explicas a los jugadores que en el Camp Nou juega el otro equipo? No, es un premio. Hicimos una eliminatoria fantástica. Fuimos el único equipo que le metió tres goles al Barça. Nos eliminaron, como no podía ser de otra forma. Pues perdimos los cinco partidos siguientes de Liga en enero. De ir líderes nos salimos de plaza de ascenso. Y estuve a punto de perder mi puesto. ¿Qué quiero decir? Que en 42 jornadas pueden pasar muchas cosas. Volvimos a coger el ritmo y quedamos campeones. La Segunda es muy, muy, muy larga. Si Granada, Levante, Alavés se piensan que van a subir porque sí... El Eibar ya lo sabe, que el año pasado lo sufrió.
-¿Cambió mucho su forma de ver el fútbol en la Premier?
-Sí, me tuve que acostumbrar al box to box. Ellos decían que el Barça y la gran España campeona eran aburridos. Ni les gusta ni lo entienden así. Ellos piensan que las cosas ocurren en el área, que tienen razón. Y que cuanto antes llegues al área, mejor, porque antes ocurrirán las cosas. El tránsito del centro del campo se lo saltan. Fui a un equipo muy british, el West Brom. Mis jugadores eran todos galeses, irlandeses, escoceses e irlandeses. Así que me tuve que adaptar yo más que ellos a mí. Pero es una experiencia magnífica, se lo recomiendo a cualquier profesional. Salvo en el césped, donde creo que somos mejores, en lo demás la Premier es excepcional.
-¿Le quedan alguna espinita o reto que probar?
-Será porque me estoy haciendo viejo, pero me gustaría coger a alguna selección. Debe ser apasionante. He tenido ofertas, pero ser seleccionador de Irán o Irak no entra en mis planes. Llevo en el fútbol toda la vida y todo lo que tengo me lo ha dado el fútbol. Me gusta que los chavales amen este juego. Lo primero que les digo es que no sabes lo que es cuando te retiras. Yo pagaría dinero por jugar contra el Andorra y no ser el entrenador, pero desgraciadamente ya no puedo.
-¿Hay mucha soledad cuando se cuelgan las botas?
-Si no te has preparado bien estás perdido. Por eso es básico tener gente que te sepa guiar. Desaparece mucha gente. Sin dar nombres, podrías adivinarlo por vuestra parte, he tenido un compañero muy famoso que no soportaba coger el As y el Marca y que no saliera su nombre. Y entonces no es que pagara, pero hacía por estar. Al día siguiente es difícil. Poli Rincón, que no es el que dije, me decía ‘Pepe, me he pintado ya la casa tres veces y me he comprado medio Corte Inglés. No sé qué hacer’. Su último año de futbolista fue el primero mío en el Betis. Te tienes que preparar
-¿Quién fue el mejor al que se enfrentó?
-Con Tito, que en paz descanse el pobre, de entrenador jugamos en el Betis contra el Barça. Nos ponemos 1-2 ganando, jugando un partidazo. Había habido partidos de selecciones y a falta de media hora sale Messi a calentar. Pasa por delante del banquillo y le digo ‘no me jodas, Leo’. Me dice ‘mister, vengo cansado del viaje, tranquilo’. Sale y 4-2 palmamos. Nos metió un gol de falta, le dio otro a Villa para empujar y se fue de cuatro y nos metió otra. Ese futbolista es lo más grande que vi. Federer-Nadal es Messi-Cristiano. Una clase tremenda. También tenía un equipo que jugaba con Andrés, Xavi... Gran equipo para él.
-¿Cuesta más llegarle ahora a las nuevas generaciones?
-No, no hay mucha diferencia. El que quiera ser profesional y pone interés pues tiene camino andado. Después está el que es disperso y que cuesta llegar a él. Todos sabemos mil casos. Ellos conmigo ven que hay oportunidades, que pueden llegar, el joven inteligente siempre tiene las puertas abiertas. La vida ha cambiado mucho. Me acuerdo que antes en un vestuario era distinto. No tardaremos mucho en hacerlo, prohibiremos los móviles. Entrar en un vestuario en el que todo el mundo está en silencio hablando por el móvil no es bueno. Es la sociedad actual, es difícil de cambiar.
-¿El mejor joven que vio no llegó?
-Seguramente. Pertenezco a la Quinta del Buitre. De esa época y años había compañeros mejores que Martín Vázquez, Butragueño, Míchel, Sanchís o Pardeza. Pero no llegaron por diferentes cosas. Uno se tuvo que poner a trabajar porque tenía que ayudar a la familia, otro por la novia, otro porque prefirió estudiar, otros porque se lesionaron... Pasa en todas las generaciones. Hoy en día puede ser más fácil llegar, pero permanecer en el tiempo es más complicado.
-Guede nos decía en verano que antes un futbolista tenía dinero cuando acababa su carrera, pero ahora lo quiere ya, antes de debutar.
-El fútbol lo cambió la aparición de la televisión moderna, el Canal Plus. Yo veo fatal, y existe, que haya chavales con 14 años y representante. Debería estar prohibido y penalizado, pero es la sociedad actual.
-¿La literatura sigue siendo importante?
-Cuando trabajo, no. El porcentaje de tiempo dedicado al trabajo debe ser muy importante, más en situación actual. Leo mucho, hay mucho viaje, tren y avión. Pero aquí tengo mucho por hacer.
-¿Descubre algo de Málaga?
-Yo he estado en Málaga en verano, Semana Santa, Feria, Navidades... No sólo he venido de paso para jugar. Sabía dónde venía. De hecho, he intentado elegir la zona donde quería vivir. Soy urbanita, la gente me va a poder ver por la ciudad paseando con mi mujer, tomar un café en el centro, comprar un libro... Me gusta sentir la ciudad.
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