Opinión
Carlos Navarro Antolín
El Rey brilla al defender lo obvio
Sergio Pellicer García (1973) necesitaba tomar aire y alejarse un poco del Málaga y de sí mismo para regresar con las ideas más claras después de meses de intensidad, emociones y frustración. Llevaba meses sin hablar más allá de las ruedas de prensa y rompe su silencio en una entrevista en la que el entrenador de Nules intenta marcar las líneas maestras de lo que debe ser el Málaga. Admite que huye de la palabra ascenso pero no de todo lo que la rodea. Conoce la exigencia y que su cabeza es la primera que rodará en caso de fiasco, por eso pone el listón alto a todos. Desde arriba hasta abajo.
–Pasado ya un tiempo del descenso, ¿en qué momento se encuentra?
–Ha sido duro para todos, nos ha cambiado la vida. A nivel profesional, personal. Tenemos que medir mucho las palabras porque hay mucha sensibilidad, muchas sensaciones. Era un periodo para que todos reflexionemos, situaciones límite que nos lleva controlar mucho el tema de las emociones. Ha sido un año de muchísimo sufrimiento, sobre todo para la afición, que no lo merecía. Hay que asimilar, recargar energías, reflexionar todos. Hay que saber que lo que toca dentro de esta pesadilla, porque esto es así. El que no entienda que esto nos cambia la vida… esto nos cambia la vida a todos. Incluso en nuestras relaciones sociales, sobre todo a la gente que tenemos un vínculo más especial dentro del club. Que eso no nos hace mejores, tiene sus pros y sus contras. Y a partir de ahí es pedir perdón a la afición. Puedo decir que lo intentamos hasta el límite. No nos llegó. Seguro que nos equivocamos en muchas cosas en el cuerpo técnico y todos, la plantilla. Pero lo dimos todo. Ahora lo único que queda es levantarse, pero midiendo mucho las palabras porque no todo vale, es muy reciente. Lo que viene va a ser muy duro y necesitamos la ayuda y la unión de todos sabiendo la exigencia que tiene el Málaga.
–¿Tiene la sensación de que pudo hacer más?
–Siempre te puede quedar alguna cosa por algún cambio, por cómo se ha gestionado alguna cosa. Por mi parte yo tengo que asumir sobre todo el principio. Fuimos a Gijón, empatamos con un buen partido, pero el partido de Oviedo faltando 17 jornadas:la expulsión, el 0-1, la fractura social... Que era normal el hastío de la afición, pero quedaban 17 jornadas y ahí me di cuenta, y eso que acababa de llegar, que teníamos que cambiar cosas nosotros en la gestión del equipo y luego el club. Tenemos que generar, los primeros los profesionales, una atmósfera totalmente diferente a la que hemos vivido en La Rosaleda. Estuve viendo en directo partidos del play off y hay equipos con una atmósfera en su casa que aun perdiendo les lleva a ganar. Y eso es cosa de los profesionales, aunque venga de una situación anterior. Cuerpo técnico, jugadores y club tenemos que generar esa atmósfera para que la afición se ilusione. Pero si ante un golpe ya empezamos a no darle esa atmósfera al jugador... En esos primeros partidos, con tantas expulsiones... El equipo y el club estaban desordenados. Cuando un club, un equipo, no está ordenado fuera del campo, no lo está dentro. A raíz de ese all in con el Racing de Santander, cambiamos y fuimos muy contundentes y directos. Desde Las Palmas se dio todo y es muy difícil estar cada jornada con el gancho. Exceptuando ese partido de Ponferrada, que íbamos al límite. Si ese penalti del Huesca entra, hubiese cambiado un poquito. Los primeros seis partidos los achaco a la gestión del cuerpo técnico y perdimos una oportunidad única de engancharnos ahí. Luego nos enganchamos con dos o tres partidos y la afición estaba ahí. Eso no lo hace otra en España, estando a ocho puntos y lo que tuvimos en Villarreal. La gente creía y eso nos dio la energía para seguir luchando.
–¿Cómo afecta sobre el césped lo que pasa en el club? ¿Cuáles son las conexiones?
–Para ser un equipo campeón tiene que funcionar todo, tiene que ir de la mano, todo dentro de una misma maquinaria. A mí me ha tocado vivir las peores situaciones en este club. Cuando digo que no se ordena fuera del campo lo hago en general. A nosotros nos compete lo deportivo y no es que fuera desordenado porque no quisieran lo contrario, es que cuando las cosas van mal y desde el principio estás jugando finales, genera un estrés brutal. Y hay que tener mucha convicción, energía, tomar decisiones duras y saber entenderlas. Es muy importante que vayamos de la mano. Si no empezamos con unión, posiblemente la primera maleta que sale del aeropuerto es la del entrenador. Pero es lo menos importante. Lo importante es que hagamos un equipo competitivo y seamos aspirantes a todo.
–No ha estado tanto tiempo fuera del club, ¿qué cambios percibió?
–Me fui en una situación en la que teníamos el presupuesto más bajo de la categoría, vivimos una pretemporada única y con una gestión de club, dirección deportiva, técnicos, jugadores y empleados, pero al final lo que nos salvó fue el resultado del verde Eso es lo que tenemos que entender. El padre de un club es el verde. Todos los esfuerzos tienen que ir encaminados en que en el verde haya lo mejor, los mejores profesionales. Todo lo demás es un engranaje muy importante pero que el cuerpo técnico, los jugadores, médicos, fisios, utilleros... todo lo que es el primer equipo, es la maquinaria que lleva cualquier club. Y en este caso más. Cuando llego me encuentro muchas más comodidades, buenas, que sabiendo gestionarlas bien nos hace muchísimo mejor. Desayunan y comen aquí, las instalaciones han mejorado. Todo eso antes no lo teníamos. Pues habría que darle un abrazo a la incomodidad. Se tendría que haber gestionado mejor y, sobre todo, la humildad.
–¿Confunde al futbolista?
–Sí, confunde al futbolista, indudablemente. El primer día, cuando uno llega... y esto es que es muy grande. Y lo primero es ponerle un objetivo de que vamos a conseguir algo que sólo se consigue con trabajo. Es momento de menos palabras y muchos más hechos. No hay que mandar un mensaje ilusionante sino realista. Todo nos lo va a dar el trabajo diario y no entiendo otra. Puedes formar un gran grupo de individuos y no tener un equipo.
–Pero el ascenso va a ser la exigencia desde el minuto 1. A la gente no le va a importar que el grupo sea más o menos fuerte.
–Cuando teníamos el presupuesto más bajo y cada partido que perdíamos era... La gente no entiende y es normal la exigencia del Málaga, es así. Aquel año es un ejemplo muy claro. Es verdad que tuvimos dos malos meses con el tema de la Copa del Rey en el que el equipo y no nos llegó para pelear por play off pero casi. Y había mucha crítica. Normal. Eso es lo que intento hacer entender, pero vamos a depender de nosotros, de nuestro trabajo, del de la dirección deportiva, del club, del cuerpo técnico, de la materia prima, de los jugadores. Vamos a ver antes de empezar la competición qué boceto de equipo tenemos. Estoy muy ilusionado, eso es cierto, pero tenemos que seguir todos apretando e intentar tener lo mejor porque como ha dicho, aquí vale solamente ganar. Pero para hacer tenemos que hacer muchísimas cosas bien y con un mensaje realista: Va a ser duro. No voy a dar ejemplos porque hay ejemplos claros, de presupuestos altos. Con el escudo no se gana. El pasado es historia y hay que recordarlo, pero hay que vivir el presente y eso es que vamos a ser un equipo más con la exigencia de ser aspirante a lo máximo.
–Entiende que hubiera dudas sobre su continuidad.
–Por supuesto que lo entiendo. Es normal. Primero, si estoy aquí no es porque tenga contrato, eso que quede claro. Tanto el club como la dirección deportiva con sus palabras han dicho que quieren que continúe y yo soy de la casa. Hay una diferencia muy clara, cuando salga del club seguiré viviendo en Málaga. Habrá gente que cuando salga se irá fuera. Yo sé la exigencia y el límite que hay. En ese aspecto, con la ilusión máxima y las dudas... Ojalá que no, pero la primera maleta sería la mía. Pellicer y su cuerpo técnico van a dar un punto más, una vuelta de tuerca a su trabajo y forma de gestionar las cosas.
–¿El club le despeja las dudas?
–Estuvimos limando aspectos de la pretemporada. Queda tiempo ahora mismo. Se está haciendo una columna vertebral con el tema de los fichajes y ese es el camino, pero no tenemos que pararnos. Todos sabemos las plantillas que hay, las situaciones que hay. Un ejemplo es la portería. Están Alfonso (Herrero) y Carlos (López), que viene del filial pero para mí no es segundo portero sino uno que va a competir por un puesto. Otros tienen dos porteros de primer nivel. Nosotros no, vamos a apostar por la gente joven porque creo que Loren viene con esa idea y yo soy un amante de los jugadores jóvenes, pero regalar no le regalo nada a nadie. Esta pregunta tendrá una respuesta más clara y concisa cuando esté el boceto antes de la temporada.
–¿Qué herramientas le va a dar el club?
–Vivimos una situación que no es la idónea.
–No es la idónea pero ya se cambiaría muchos por el Málaga...
–Por supuesto. No es la idónea en el contexto Málaga, porque va a haber un ERE y nuestras estructuras se van a ver reducidas. También el club me ha trasladado que se va a reducir el cuerpo técnico, que para mí no es lo ideal. El club va a tomar decisiones. Mi segundo entrenador es Manolo Sánchez, a todos los demás ya los conozco. No es lo ideal para mí y ellos lo saben, pero hay que entender que mucha gente va a perder su trabajo en la parte no deportiva y hay que tener mucho sentido común más allá del egoísmo de cada uno.
–¿Ha puesto alguna línea roja?
–No puedo poner ninguna línea roja, sería contraproducente que alguien pusiera una línea roja. Yo creo que tiene que haber diferencia de criterios. Con todo lo que ha ocurrido, si todo fuera que todos opinamos igual, no mejoraríamos. Cada uno quiere lo mejor, ha habido diferencia de criterios, pero línea roja, ninguna. Para mí el Málaga está por encima de cualquiera. A veces hay gente que toma decisiones, pero el Málaga siempre va a estar. Yo salí tres veces. La gente ya nos conoce, somos cercanos, exigentes, pasionales, pero vamos a ir con el cuchillo entre los dientes a cualquier situación.
–¿Es fundamental alguna posición sobre las otras? ¿Las áreas?
–Para mí es fundamental. En la portería, por eso queríamos a Rubén Yáñez. Con la llegada de Alfonso creo que damos un paso muy importante y con Carlos, porque el que venga se lo tiene que ganar. Eso sí que nadie venga aquí como salvador. El que piense así ya puede preparar la maleta porque se la doy yo. Hay que saber que juegan once y cuando no, apretar y tener la actitud. Ni si meto 15 goles soy el salvador ni si soy el Zamora. Ni el entrenador ni nadie. Quiero jugadores que vayan a la verdad, no tribuneros. Así que en cuanto a posiciones, lo más importante son las áreas. Todo lo que pasa entre una y otra es cosa del entrenador. Y este año no hay VAR, hay que parar las que no valen. Necesitamos gente diferencial que creo que lo estamos consiguiendo con gente como Alfonso y Dioni o Roberto. Y luego esa columna vertebral a nivel defensivo, ese centro mantener una estructura porque serán partidos que nos llevarán a diferentes contextos. Cada 15 días vamos a jugar en un estadio como La Rosaleda, entonces tenemos que tener claro nuestra idea de juego más allá de las estructuras y no ir contra natura con el perfil de jugador que tendremos. Tenemos que darle una vuelta más para ser un equipo enérgico, protagonista pero que transmita por su actitud cuando pierde el balón.
–¿Habrá un Málaga en casa y otro fuera? ¿Lo exige la categoría?
–No tiene por qué ser así, pero sí es cierto que cuando tengamos el grupo tendremos que analizar en qué campos vamos a jugar, terreno de juego, vestuarios y hasta el más mínimo detalle. Tenemos que tener clara nuestra forma de partidos que exigirán otra cosa. Debemos mirarnos mucho a nosotros para mejorar más.
–Los entornos de Juande y Ramón trasmiten sus dudas. ¿En qué punto están?
–Yo voy a hablar por mí, los conozco desde hace muchísimo tiempo, creo que desde mi humilde opinión conmigo han rendido a su mejor nivel y pueden dar muchísimo más. Porque los conozco, por la confianza mutua que tenemos, porque creo que son ejemplo del jugador canterano, del proceso como tiene que llegar, con sus vaivenes. Ha habido un parón pero han sabido remontar y yo creo que eso les tiene que hacer más fuertes. A partir de ahí, sus entornos dirán una cosa, pero el club tiene sus ideas claras y yo también. Para mí, el máximo cariño y respeto con ellos porque igual que les ha cambiado la vida a peor con esto, luchemos porque cambie a mejor. Esa es la ilusión que tengo. Eso a veces no hay dinero que te lo dé.
–¿Y cree que el dinero va a hacer que Cristian se vaya de aquí?
–Esperemos que no. Tenemos que dejar que todo se calme. Para eso está además Loren y si me pide mi opinión la daré.
–¿Con respecto a ventas o salidas de jóvenes, qué le transmite el club?
–A mí Loren me han transmitido confianza y seguridad de que el club cuenta con todos los jugadores y que estamos en una situación en la cual necesitamos ese perfil de jugadores por edad, por rendimiento, por sentido de pertenencia, pero es verdad que sabemos que el fútbol se maneja por otras cuestiones.
–¿Dónde encuentra el Málaga en el mercado un jugador así y de la casa?
–Sí, pero hace seis meses era un extremo. Y yo se lo dije claro. De extremo puedes jugar pero para jugar en la élite tu posición es de lateral, con cuatro o con cinco. Y el chico se lo ganó. Debutó con Pepe, luego desapareció. Cuando llego yo no empieza de titular, juega en Gijón y entra en el descanso ante el Oviedo. Luego en Albacete jugó y no conseguimos la victoria pero él hizo un partido en el que dices: ‘Si hay que morir, hay que morir con este tipo de gente’. A raíz de ahí fue el primer jugador que tuvo vídeos individuales de situaciones sobre todo defensivas de lateral. Tiene unas condiciones bárbaras a nivel ofensivo y si sigue mejorando en defensa puede ser un lateral de muchísimo recorrido. A veces las prisas son malas consejeras. Como dijo Loren, es patrimonio del club y para mí es un jugador muy, muy importante.
–¿Por qué tantos se asoman al primer equipo pero luego no se mantienen?
–Porque es difícil. Lo ideal es un proyecto que te dé recursos con el tiempo, pero el fútbol no entiende de eso. Tanto cambio de entrenador y de idea, somos cortoplacistas y a veces no te deja ver lo que tienes que hacer. Pero al final el verde no engaña. Álex Calvo a los seis minutos metió un gol, ahora tiene que darle continuidad. Hay jugadores que se quejan de que no han tenido minutos, pero el camino se marca andando. Los jóvenes lo primero que hacen es firmar por una marca deportiva y lo primero que tienen que hacer es darte dinero para el dentista, para un psicólogo deportivo. La cabeza es lo más importante. Alguien que te haga ver las cosas a ti y a tu entorno. A veces los calambres no están en el físico, es la presión, la emoción. Hay jugadores con aptitudes pero que no resisten ciertas situaciones.
–¿No debe partir esa pedagogía del propio club?
–Sí, pero tiene que haber alguien de tu entorno que te lleve por más herramientas que te dé el club. Lo comprobamos en las sesiones de coaching que hicimos este año. Los mensajes a veces dependen de quién te diga y cómo. La fuerza mental es la que va a marcar la diferencia. A los futbolistas de antes nos gustaba el fútbol, había pasión. No había tantas cosas externas.
–¿Cree que gusta más la parafernalia que el juego en sí?
–Creo que es la sociedad y el futbolista es fiel reflejo, pero se nota enseguida cuando hablas con un jugador. Si no tienes mariposas en la barriga antes de un partido, retírate.
–El modelo Real Sociedad a priori es bonito, ¿pero cómo se cambia la idiosincrasia?
–Con hechos, tomando decisiones. Ahora mismo la situación la marca lo económica, la reestructuración. Pronto habrá una ciudad deportiva, un templo, esperemos, en el que estarán todos los profesionales y todos los chicos. Ahí se podrá trabajar sobre ese proyecto que dice Loren. Ahora mismo tenemos que decidir los chicos que van a estar y no puedes pedir paciencia. ¿Cómo vas a pedir paciencia estando como estamos? Es imposible.
–¿Cuál será su cuerpo técnico?
–Eso es lo que estamos y lo que hablamos de la reestructuración, la semana que viene lo tendremos más claro. Es duro porque hay una diferencia de criterio que tenemos. Seguro estará Manolo Sánchez como segundo entrenador y Julio Rodríguez como preparador físico. Lo otro veremos qué decisiones toma el club.
–Kike Pérez llevaba más tiempo que Loren, ¿se tratan menos ahora?
–No coincidimos tanto desde la llegada de Loren.
–¿Tenía Pérez un planteamiento distinto en lo deportivo al de Loren?
–No lo sé, creo que él ha traído la figura de Loren y estoy en plena comunicación con él. Como tiene que ser. Yo con la salida de Manolo Gaspar eché en falta tener gente para poder hablar de fútbol. Para mí es muy importante la figura del director deportivo, en este caso de Loren. Para poder hablar de fútbol, de jugadores, de situaciones de entrenamiento, de situaciones de rivales, de tener otra visión. Los entrenadores tenemos que tener la mente muy abierta aunque luego somos los que tomamos las decisiones. En lo que el entrenador se tiene que centrar es en el tema deportivo. Esa es la clave. Es hacer un búnker en el tema deportivo y que sea capaz de que los jugadores le sigan en el camino con esa idea y olvidarse de todo lo externo y lo que no sea deportivo. ¿Que es difícil? Vamos a intentarlo, que esto sea un búnker, que no se retransmitan cosas. Que lo que pase en el vestuario se quede en el vestuario, que lo que pase en el entrenamiento se quede en el entrenamiento.
–¿No cree que precisamente que no salgan a la luz ciertas cosas ha ido en contra del Málaga en estos últimos años?
–Por supuesto. Pero nuestra forma de trabajar va a ser clara. El jugador va a saber en todo momento la situación en la que vamos a trabajar. Insisto, si alguno viene de salvador, le hago la maleta. Yo veo muy ilusionados a los que han firmado. En los últimos años siempre aparece alguien como abanderado para salvar... ¿Salvar qué? Aquí hemos venido todos a dar lo máximo. Las normas las vamos a dejar muy claras. La exigencia de que cada vez que nos pongamos esta camiseta vamos al límite. El rendimiento se actualiza y cada día va a ser un examen. No voy a dejar que ningún jugador baje los brazos. Que somos personas, pues bueno, míster, no estoy, no pasa nada. Pero cada vez que salgamos a entrenar, a dar lo máximo. Menos quejarse, menos hablar y más trabajar. Luego sabemos cómo es el fútbol subterráneo cuando alguno no juega. Por suerte o por desgracia sé cómo funciona Málaga y lo único que quiero es mente limpia. Podemos hacer feliz a mucha gente después del sufrimiento. Es la mayor responsabilidad que tiene cada uno. Representamos a muchísima gente.
–¿Cómo va a recibir la gente a este Málaga?
–Va a depender de nosotros. Pero también creo que también todos tenemos que dar un poquito. Después de lo que pasó tiene que reflexionar todo el mundo. Primero desde el club y luego nosotros. Tenemos que generar una atmósfera en La Rosaleda diferente a lo que se ha generado. A partir de ahí necesitamos a toda la afición, a la Grada de Animación, a toda la gente. Sabemos el hastío y el sufrimiento que han vivido todo el año. Que sepan que el profesional que se equivoca sale al campo a hacerlo lo mejor posible, que a veces simplemente una mala actuación mancha al resto a nivel profesional y que aunque suene a mensaje que cansa a la afición. Sin esa atmósfera va a ser muy complicado.
–¿Ha tocado fondo el Málaga?
–Nosotros tenemos que buscar levantarnos. El Málaga ha vivido situaciones muy complicadas. Nadie pensaba en esta reciente pero ha ocurrido. Ahora es difícil lograr que se pueda ilusionar la gente, pero se están tomando decisiones pensando en poder darle la vuelta. Creo que la gran mayoría está por la labor. Y lo que dudan y sienten hastío, hay que empujarlos para que acompañen al resto. Esto genera sinergias. Transmitir y a partir de ahí, es ganando.
–¿Cómo se genera eso dándole tantas vueltas a la palabra ascenso para no nombrarla?
–Claro, pero yo no la puedo decir, nosotros tenemos que ser indudablemente aspirantes a todo. Pero tampoco es para curarme en salud, yo sé la exigencia que hay y que tenemos que estar arriba peleando, peleando, peleando. Es una categoría dura en la que todos van a tener mes o mes y medio de debilidad. Empezar bien es clave pero no te da seguridad. Han subido Amorebieta y Racing de Ferrol, pero hay que diferenciar que no tiene nada que ver con la masa social y la presión que hay en Málaga.
También te puede interesar
Lo último
1 Comentario