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"Yo llevo dentro el Málaga, para mí no hay segundo equipo"

Entrevista a Kevin Villodres Medina, jugador del Málaga CF

El canterano atiende a Málaga Hoy después de su espectacular debut en el fútbol profesional y cuenta cómo ha sido el viaje que le ha llevado a cumplir varios sueños en un visto y no visto

Kevin, en el Málaga CF - Mirandés / Marilú Báez

Kevin Villodres Medina (2001) es más malagueño que un campero. Se vino de vuelta del Sevilla porque extrañaba a los suyos. Su familia, pilar fundamental de su vida, celebra con él sus triunfos pero le recuerdan que no puede olvidar de dónde viene. Por eso lo recuerda con orgullo. Llano, Trinidad. Trinidad, Llano. El fútbol de verdad, de barrio y sonrisa. El destino quiso que naciera el 26 de febrero y el club de mismo nombre le marcó y le permitió estrechar lazos con su hermanos de otra madre Luis Muñoz y Antoñín. Kevin, que reivindica su malaguismo , alucina al verse con ellos en el vestuario del primer equipo del Málaga.

–¿Ha asimilado ya lo que pasó en el debut?

–La verdad es que todavía no me lo creo, estoy sorprendido, pero hay que seguir trabajando para conseguir más. Pero sí, no puedo estar más contento. Llegué al vestuario y vi que estaba en la pizarra como titular. Desde ese momento me dije: ‘Hay que trabajar como un guerrero’. Hay que seguir luchando. Siempre con los pies en el suelo, que uno tiene que saber de dónde viene, ¿sabe?

–¿Se pareció en algo a sus sueños?

–Claro, siempre soñé algo así desde pequeño, que iba de recogepelotas. Siempre he ido a ver el Málaga al campo. Pasar de estar ahí de pequeño a estar ahora en el campo es una satisfacción muy grande. ¿Recuerdos? Muchos, porque cuando jugaba en el Málaga de pequeño cuando nos preguntaban quién quería ir, siempre iba yo. Era alevín, cuando el Málaga jugaba la Champions, pero a eso iban los más grandes, nosotros íbamos a los partidos de LaLiga.

"Cuando me vi en la pizarra como titular me dije: ‘Hay que trabajar como guerrero’; aún no he hecho nada”

–¿Cuántas llamadas ha recibido? ¿Cuál le ha hecho más ilusión?

–Muchísimos mensajes, sobre todo de mi familia, que están súper orgullosos de mí, me dicen que me lo estoy ganando yo solito a base de constancia desde niño. Me dicen que siga trabajando, que aún no he hecho nada y que hay que mantenerse, que es lo complicado. También muchos amigos, los que se han criado conmigo en el barrio y jugaban conmigo de pequeños. Voy contestando a todos cuando voy pudiendo.

–¿Su familia es malaguista?

–¡Siempre! Malaguistas. Siempre iba al fútbol de chico. A veces podía entrar por el Málaga con el DNI, pero cuando no iba así me llevaba mi tío con el carnet, o con mi madre y mi padre.

–¿Quién tiene la camiseta del debut?

–Mi hermano pequeño. Ya le di una el año pasado, pero me decía: “Quiero una nueva, quiero una nueva, me gusta la de este año, me gusta la de este año”. Y en el partido llegué al descanso y mi camiseta estaba chorreando, así que la guardé en el vestuario porque esa es la que quiero enmarcar para mí de recuerdo. Y la que me dieron para la segunda parte, cuando terminó el partido, fui a donde estaba mi familia y mi hermano y se la di a ellos, que también la van a enmarcar.

Luis Muñoz, Isma, Escassi, Kevin y Andrés Caro, en La Rosaleda. / Javier Albiñana

–La camiseta de este año es un caramelo.

–Está preciosa. La primera, la segunda y la tercera. Muy bonitas. Yo conforme vaya pudiendo iré repartiendo todas las que pueda a mi familia y amigos cercanos. Aunque me cueste el dinero. Porque yo cuando era pequeño también quería tener camisetas de mis amigos. Yo tengo las de Antoñín y Luis Muñoz y me hace ilusión tener a los tuyos.

–De Antoñín tiene la del Rayo.

–Sí, la suya del Rayo, la del Málaga de Luis, la del Málaga de Ramón. La de Mini, que se ha ido del filial al Atlético, también la tengo. Y la de Brandon del Leganés.

–¿La de Brandon? Será reciente.

–Hace unos días en el hotel. Le dije que me parecía bonita y me respondió: “Toma, hermano, te la regalo”. Brandon es un fenómeno. Nos llevamos bien. Somos un grupo muy unido, nos llevamos muy todos, estamos el uno para el otro.

"Antoñín y Luis Muñoz son como mis hermanos; tengo mucho que aprender de ellos”

–¿Cómo ha sido el camino para llegar hasta aquí?

–El camino ha sido muy duro, pero con esfuerzo, sacrificio y trabajo se consiguen las cosas.

–¿Qué recuerda de sus inicios?

–Yo soy del Llano, pero siempre he estado ahí y en la Trinidad, que al final es una carretera… Con mis amigos, todos juntos, que lo mismo un día estábamos en una plaza que en la otra. También con otro amigo que vivía en La Palma. Málaga pura. Mi primer equipo fue el 26 de Febrero, con orgullo, donde los sueños se hacen realidad.

–¿Qué le enseñaron allí?

–Que nunca hay que bajar los brazos, que nunca te rindas. Y mucha humildad. No sé cómo explicarlo, es estar allí y tener la sensación de que estás como en casa. Te dan mucho cariño. De ahí pasé al Malaka y de ahí me fichó el Málaga. Me ficharon Arnau y Casanova, que en paz descansen. Estuve en alevines, infantil preferente y autonómico. Otra vez volví al 26 de Febrero, pero era cadete de primer año y no jugaba mucho porque era el División de Honor y estaban Antoñín, Vicario… Así que a mitad de año tomé la decisión de irme a La Unidad, porque yo era un niño que lo que quería era jugar, divertirme. La temporada siguiente volví al cadete de División de Honor del 26 de Febrero y de ahí al Sevilla. No tuve una buena época porque yo soy muy familiar, lo pasé un poco mal, y me fui al San Félix.

–¿Qué pasó en Sevilla?

–No tuve una buena época porque yo soy muy familiar, lo pasé un poco mal. Apostaron por mí, pero yo no estaba bien, vivía en una residencia solo y a mí lo que me hacía falta el calor de mi familia. Ahora más mayor es otra cosa, pero entonces era lo que necesitaba. El Sevilla se portó bien, pero yo siempre Málaga, lo que llevo dentro es el Málaga, para mí no hay segundo equipo, lo que me han inculcado desde chiquitito.

–¿Alguien más juega al fútbol en su familia?

–Mi hermano, que juega en el 26 cuando yo llegué, que me subían de categoría. Mis hermanos juegan, pero es que son muy vagos [Risas]. A ellos les gustan los partidos, nos les gusta entrenar. Yo me iba como fuera, con lluvia, andando, como fuera.

"En el fútbol hay que divertirse, pero si tengo que pegarme 20 carreras hacia atrás, me las pego”

–Buena camarilla con Antoñín y Luis Muñoz.

–Son como mis hermanos, no paran de hablarme y aconsejarme buscando lo mejor para mí. Son un ejemplo a seguir. Ellos están metidos ya en el fútbol y tienen mucho que enseñarme. Con ellos dos… uf, lo que haga falta.

–Coincidir los tres en el primer equipo del Málaga no lo vieron venir.

–Ninguno, imagine, los tres todo el día juntos en el barrio, yendo a cenar, a comer, en las pistas… Y de repente, los tres ahí. A ver si podemos jugar pronto juntos los tres. Cuando nos enteramos de que podía venir, Luis y yo le metimos presión [Risas]. Él quería venir aquí y yo sé que la va a romper porque tiene mucho talento.

–Fan de Neymar y del trabajo de Cristiano. ¿Algún ídolo más?

–A ver, como ídolo también Leo Messi, pero eso es el mundo entero. Pero el juego que más gusta es el de Neymar, me vuelve loco. El fútbol es para divertirse. Si te diviertes, te salen las cosas.

–Trabajar hay que trabajar con José Alberto. Usted además de divertirse, también sudó y robó balones.

–Hay que correr como el que más y ayudar al equipo en lo que sea. Si hay que pegar 20 carreras para atrás, se pegan 20 carreras para atrás. Yo todavía no he hecho nada, pero trabajaré para conseguir un dorsal del primer equipo.

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