España - Noruega: Málaga inaugura la era De la Fuente (20:45)
La Rosaleda acoge este sábado el partido internacional con el que comienza la etapa del nuevo seleccionador absoluto y la clasificación para la Eurocopa 2024
España se bunkeriza
Málaga inaugura la era Luis de la Fuente. En un cambio drástico de personalidad, a la arrolladora y polémica de Luis Enrique, que estuvo en junio pasado en La Rosaleda, le sucede la teóricamente más conciliadora y monocorde del entrenador riojano. No hay color en currículum en la élite. Un ganador de Champions y superélite europea y otro que apenas ha entrenado a profesionales y que, a juicio de la RFEF, tiene su fortaleza en el profundo conocimiento de la cantera del fútbol español. Ha dirigido en los últimos lustros al grueso de jugadores en edad de selección. Un Europeo sub 21, otro sub 19 y una plata olímpica son sus principales logros. También está en el debe su ausencia en tres últimos mundiales sub 20 y en cuatro de los cinco europeos sub 19 que dirigió.
Como en 1982, después del fiasco del Mundial de España, la selección inicia una nueva etapa en La Rosaleda. Entonces fue con Miguel Muñoz al frente, que derivó en el subcampeonato de París vía milagro, o lo que fuera, del 12-1 previo a Malta. Entonces, un 2-1 ante Islandia fue el inicio de la edad del mítico entrenador. Se habla mucho de técnicos, pero el foco debe estar en los jugadores. ¿Hay nivel real de futbolistas españoles para más? La eterna comparación con el ciclo dorado de 2008/12 permanecerá hasta que otro grupo de futbolistas españoles estén un lustro en el Everest, siquiera un año. Y no, no hay españoles en la pelea por el Balón de Oro ni cercanías y pocos en los onces ideales. No hay zagueros ni delanteros entre los mejores del mundo. Sí centrocampistas de más nivel.
Iago Aspas, recuperado a sus 35 años para la Roja, verbalizaba estos días la ausencia de un plan B en el Mundial de Catar como un problema. Con ese plan A hubo unas semifinales de Eurocopa, una final de Nations League más otra clasificación para la Final Four del próximo mes de junio y esos decepcionantes octavos de final del Mundial. Pesa la último, pero no era poca cosa lo otro si se mira de dónde se venía. Luis Enrique había construido un equipo difícil de abordar (dos eliminaciones en penaltis y la otra con aquel polémico gol de Mbappé), competitivo hasta el extremo y muy joven y con recorrido por delante. Mejor bloque que individualidades. Y un equipo unido, con las disensiones que hay, pero desde fuera convencido de tener un líder en el banquillo aunque el epitafio ante Japón y Marruecos no fuera precisamente ideal y ahondó en esa idea de cambiar planes. Se creó más peligro ante los norteafricanos colgando balones cuando el juego se hizo previsible.
Se pedía gol, nueves de referencia, y De la Fuente convoca a tres delanteros centros, con Morata (nuevo capitán), Joselu y Borja Iglesias más Aspas. Salvado el escollo de Sergio Ramos, que por nivel en esta temporada tendría cabida aunque es lógico que se corte esa relación, hay un tinte populista y de intentar contentar en la lista de De la Fuente. David García, Nacho Fernández o el citado Joselu son las principales novedades, todos ellos frisando o pasando la treintena, así como la vuelta de Kepa a la portería, apuntando a titular tras recuperar la titularidad en el Chelsea. Se eliminan también a habituales reproches a Luis Enrique (Eric García y Ferran Torres, que no tienen precisamente su mejor año aunque el valenciano tiene grandes números con la selección). El mensaje es que habrá diferentes planes de partido, que habrá más transiciones (¿hay jugadores para ello?) y más verticalidad sin renunciar a la idea con la que España fue grande. Pero no hay rejuvenecimiento como tal, las grandes apuestas de menores (Gavi, Balde o Nico) son las del asturiano.
En Málaga hay ganas de fútbol de nivel. Mientras se ve cómo se marchita el Club de Fútbol, abocado a un descenso a Primera RFEF que parece inevitable, La Rosaleda vuelve a ser campo internacional, como canta el himno del club, para recibir el España-Noruega. Sin el fenómeno Erling Braut Haaland, al que un problema en la ingle le dejó fuera cuando era un gran reclamo, ocho goles en cinco días como tarjeta de visita previa, los nórdicos buscan volver a un gran torneo que se les resiste prácticamente desde que nació el delantero del City. Es un buen grupo de jugadores, con un 75% de la plantilla en las cinco grandes ligas (Premier, LaLiga, Serie A y Ligue 1 y Bundesliga). El deporte noruego produce fenómenos individuales (los atletas Ingebrigtsen y Warholm, arrasan en del deporte de invierno y tiene un genio en el ajedrez como Carlsen) pero a nivel de equipo tienen terreno por crecer. Y se está trabajando bien en el fútbol. Se podrá ver en Málaga, lugar que han escogido como segundo hogar desde la pandemia, con numerosas concentraciones en Marbella y un par de partidos en La Rosaleda.
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