España - República Checa: Málaga aúpa al líder

España sale líder de su paso por La Rosaleda después de un solvente triunfo ante la República Checa por 2-0 con goles de Carlos Soler y Sarabia. El ambiente creado por la afición de Málaga merecía, como poco, una victoria (quizás deba pasar más a menudo). Impulsaron los más de 30.000 espectadores a La Roja, que no se dejó llevar por emociones y planteó un partido serio.

Tiene madera esta selección de Luis Enrique, con sello y hambre independientemente de nombres. No siempre acierta, no siempre es estética, pero parece fiable con visión a triple plazo. El tropiezo de Portugal en Suiza ayuda a liderar la clasificación del grupo en esta UEFA Nations League.

Empezó razonablemente bien España, cierto ritmo en los primeros minutos del choque. Los checos se plantaron bien y empezaron a discutir el partido, obligando a Unai Simón a intervenir de manera fundamental. Respondió la selección con un zarpazo letal de Carlos Soler a los 23 minutos justo cuando se asentaba el adversario.

Supo encontrar la debilidad del contrario. Sabía dónde y cómo, sólo faltaba que los ejecutantes estuviesen a la altura. Koke cogió el timó y envió un excelente balón a la espalda de la zaga checa para Asensio, que no controló con limpieza pero sí anduvo fino para girarse en el área y encontrar a un Soler que entró como un búfalo, definiendo con la derecha al palo del portero.

Buscó alguna vez más España flaquezas entre las órbitas de central y carrilero. Asensio volvió a aparecer para reclamar un penalti cuando se quedaba solo delante de Mandous. Contacto hubo y no tenía sentido que fingiese cuando estaba en un mano a mano con todo a favor, pero el árbitro turco no atendió a sus reclamaciones ni hizo amago de ir a revisarlo.

Andaba con flow de cualquier modo el mallorquín, que regaló momentos más tarde un control con la izquierda delicioso para servir otro balón a Carlos Soler, que tras una buena maniobra perdió estabilidad y su remate no tomó la rosca precisa. Fueron los mejores minutos de España, en una primera mitad que se esfumó sin grandes sobresaltos salvo una mala entrega de Unai Simón que luego reparó.

En la segunda mitad hubo una especie de réplica del guion del principio. Después de un arranque decente todo se enturbió de nuevo. Ahí Luis Enrique tiró del comodín Gavi, que hace un año luchaba en Marbella contra los juveniles del Málaga y con su sola presencia ahora encendió a todo el estadio. Todo eso, antes de ponerse a maniobrar, con unas filigranas. Luego llegó el fútbol de verdad.

Un balón en el centro del campo, una conducción inteligente y hábil antes de servir a Olmo, que un toque sutil dejó solo a Ferrán, que a su vez envió un dardo al área pequeña aprovechado en el segundo palo por Sarabia, que llevaba poco en el campo.

2-0, Alba y Busquets al campo y a sumar los puntos. Pudo caer alguno más mientras el público se divertía entre olés, pero era suficiente, el trabajo estaba hecho.