Fabrice Olinga y su calvario al dejar el Málaga CF
"Hubo contactos para volver, cuando estaban en segunda, pero al final no se dio la situación...algún día volveré, aunque sea a la ciudad", dice el jugador africano
Lamine Yamal le quitó el récord de precocidad
"Mucha gente cree que tengo 40 años"
El nombre de Fabrice Olinga está en la memoria cada vez más lejana del malaguismo. Irrumpió en un momento difícil, dentro de la que era la mejor etapa de la historia del fútbol en Málaga, cuando la imposibilidad de fichar en el año de la Champions hizo que Pellegrini le diera la oportunidad con sólo 16 años. Metió un golazo en Balaídos que dio el triunfo (0-1), participó en la previa de la Champions contra el Panathinaikos y tuvo presencia en temporadas posteriores sin acabar de consolidarse. Estos días saltó su nombre en el momento en que el joven prodigio Lamine Yamal batió su récord de precocidad, que le ha durado 11 años, en ser el jugador menor que había marcado un gol en Primera División en la historia de LaLiga.
La salida de Olinga del Málaga, en su momento, dio para escribir un libro y lo recordaba el camerunés, ahora en las filas del Botosani rumano, en una entrevista en Marca. "En Málaga por ejemplo no tuve presión, porque cuando se clasificaron para Champions trajeron a gente con mucho nombre y en ese sentido me cortaron las alas. Con Schuster, que me dio confianza, yo estaba a otro nivel. Yo iba a cumplir 17 años y el Málaga me quería renovar...ahí empezaron los problemas. Yo tenía contrato de juvenil, unos 1.200 euros, y ya llevaba dos años en el primer equipo. Le dije a mi agente (Pini Zahavi) que quería renovar, hasta que llegó la llamada de Schuster. Me dijo que me veía con ilusión de ir al Mundial con Camerún, que era joven y necesitaba minutos. Pensaba que tenía que irme cedido para poder ir al Mundial y fue cuando encontré un equipo en Bélgica que me quería (Zulte-Waregem). Todo iba bien, hasta que me llegó un tweet de un periodista de Málaga que me felicita por irme al Apollon", rememoraba: "Yo pensaba que era una broma, hasta que hago una llamada y me dicen que me han traspasado al Apollon Limassol. Yo en teoría estaba cedido en Bélgica, cosa que me confirmaron, pero que habían acordado venderme a Chipre por unos 500.000 euros. No me lo creía. En todos los documentos que habían mandado a mi familia no salía nada de eso. Yo estaba en España y ellos en Camerún, por lo que para firmar, siendo yo menor, mis padres tenían que estar sí o sí".
"Me quedé callado y fui a jugar a Bélgica, también al Mundial y después me llama el entrenador para volver a entrenar. Entonces me entraron las dudas. ¿Para qué me llamaba el entrenador de mi equipo en Bélgica si yo solo iba a estar seis meses cedido? Fue entonces cuando me dijeron que había firmado por dos años, no entendía nada así que pedí leer el contrato. Lo pedí en francés y me dicen que no, que me lo dan en flamenco (dialecto en Bélgica). Insisto hasta que me dicen que si no lo firmo me tengo que ir. Poco después descubrí que de enero a junio solo había cobrado 2.000 euros, pero me dijeron que en Bélgica me lo iban a pagar. Me hicieron una transferencia de unos 30.000. Seguían sin dejarme leer el contrato, así que mi agente me dijo que si no quería jugar en Bélgica que me volviera a mi club. Le dije que sí", recordaba el delantero africano: "Llamo al delegado del Málaga y le pregunto cuándo tenía que volver y me dice, ¿volver a dónde?. Entonces le digo que obviamente al Málaga y me responde que de verdad estaba traspasado a Apollon Limassol, que ya no era del Málaga, me dio mucha rabia. No entendía nada y solo recibía excusas de todas las partes, hasta que por fin pude ver mi contrato de Chipre. Me habían hecho un contrato de tres años. No me lo creía. Yo no quería jugar ahí y a Bélgica no podía volver. A pesar de eso llegué a Chipre, vi la ciudad y dije no puede ser, no me quedo. Cogí un vuelo a Francia, no veía mi carrera allí. Lo debieron de mover todo mis agentes junto al Málaga, en aquel momento les vendrían bien los 500.000 euros por un jugador al que le quedaban seis meses de contrato. Me fastidió todo mucho".
Cuestionado por si le gustaría volver a Málaga, Fabrice decía que "por supuesto, me gustaría. He disfrutado mucho en esa ciudad, es donde empezó todo. Aunque yo casi no iba a la playa porque estaba viviendo en la universidad, jugando a fútbol o estudiando en el Liceo francés. Hubo contactos para volver, cuando estaban en segunda, pero al final no se dio la situación...algún día volveré, aunque sea a la ciudad".
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